Elvis, de Baz Luhrmann, es un videoclip de 159 minutos, con un nivel técnico impecable, pero que falla a nivel biopic, porque apenas profundiza en los personajes, mención aparte de los anacronismos musicales, que te sacan completamente de la película, si estás ahí por afición musical, que espera un mínimo de fidelidad.
El rap en el que se torna una canción de los años 50, o el giro inexplicable musical que arruina la escena de Big Mama Thornton, con su Hound Dog, son un intento de gustar a nuevas generaciones por gustar, pasando de los personajes originales; por fortuna, a medida que van pasando los minutos, los bochornos musicales van a menos, o pasan desapercibidos entre el vértigo que produce el ritmo del film.

Termina la película y queda poco trazada la estrecha relación de Elvis con su madre, no sabemos quiénes son Scotty, Bill y DJ Fontana, ni tenemos el momento del Million Dollar Quartet, lo de Sam Phillips y Sun pasa en un suspiro. ¿Dónde está el encuentro con Nixon? ¿Jackie WIlson? ¡En fin! Con tantos minutos, podría haberse incidido más en los personajes, haber regalado más a los fans de Elvis.
Como videoclip, o como película de un personaje ficticio, la puntuaría como notable, como biopic de Elvis tengo que quitarle muchos puntos, por lo arriba explicado.

He aguantado hasta el episodio 7 de la segunda temporada -el penúltimo-. Si bien, la primera me pareció entretenida, y punto (obviando su relación con la obra de Tolkien), la segunda, que prometía mejorar, en el primer episodio, comienza a caer en picado, hacia una retahíla de disparates, falta de ritmo, sopor, mala dirección, y un insulto al canon literario del que debería formar parte.
Solo una gente con un ego tan grande como su falta de talento es capaz de hacer una porquería similar, de otro modo no se explica.
Intentan hacer guiños y referencias, torpes, a El señor de los anillos, utilizando frases ya conocidas, y muy populares, en boca de otros personajes, a los que también intentan poner en situaciones similares; Un insulto a la inteligencia del espectador.
Lo único bueno que puedo decir de la segunda temporada, es que ha conseguido hacerme dormir con facilidad, en casi la totalidad de sus episodios, la recomendaría para esto.

Es muy difícil ser fan de Star Wars y no tener las expectativas por las nubes ante un producto así, esperando ver un careo entre Vader y Obi-Wan, ambos en mejor forma que en el episodio IV.
El producto "televisivo" de Star Wars viene precedido por dos buenas series, Mandalorian, que nos ha hecho reencontrarnos con viejas, y buenas, sensaciones, ante los mundos que originó Lucas, y El libro de Boba Fett, bastante menos atractiva, aunque no tan mala como la pintan.
Obi-Wan Kenobi tiene aciertos, eso no se puede negar, pero episodio tras episodio, en cada uno de los 6, se han empeñado en mostrar una torpeza a nivel técnico, una carencia en todos los aspectos -guion, fotografía, música, montaje...-, que antes de llegar a la mitad de la serie, el único motivo por el que continuarás viéndola es por amor a la saga, y a los personajes originales, quizá por mera curiosidad.
Sobran personajes, algunos con tramas ridículas, hay relleno que diluye lo que debería ser el eje principal y, lo que es peor, personajes como Darth Vader llegan a perder epicidad, a base de cometer torpezas de manera reiterada.
No basta que Ewan McGregor sea un grandísimo actor, o que Hayden Christensen redima sus actuaciones pasadas, esto no sostiene a la serie.
Odio que me haya dejado completamente frío, yo quería sentir ese subidón que tuvimos en los minutos finales de Rogue One, o de la segunda temporada de El mandaloriano, pero tenían todos los elementos para jugar con ventaja y no han sabido utilizarlos.
Quizá el mayor problema de Star Wars sea cuando está sujeto a personajes archiconocidos, espero que tengamos mejores momentos con Andor, y por favor, que no hagan una serie de Reva, el personaje peor escrito que he visto en una película de Star Wars.

Se podían haber ahorrado este remake, falto de espíritu, y que no llega ni a la categoría de terror pre-adolescente, conforme pasan los minutos, la película va siendo más grotesca, llegando a la segunda mitad a rozar el ridículo.
Parece que todo el mundo está enfrascado en cargarse toda la creatividad del siglo XX hacia atrás, con franquicias y remakes que apestan.
La atmósfera inicial parecía que iba a conformar una película digna, para reavivar las imágenes más terroríficas de la miniserie del 79, lamentablemente, se entra en la acción muy rápido, sin demasiado desarrollo, y una clave del terror, que es el misterio, se ausente, mostrando demasiado rápido el entramado vampírico, sin excesiva gracia.
Los efectos no están mal, pero por sí solos no levantan al film.
El niño cazavampiros me saca completamente del posible rigor de la película, y es lo que hace que el factor terror desaparezca.

Jamás había sufrido tanto con una banda sonora; Una colección de canciones horribles, siempre en primer plano, que consiguen sacarte del relato, y te acaban quitando las ganas.
En esta serie, 5 minutos pueden durar una eternidad, y una miniserie se convierte en una letanía de caras largas, cacofonías, y demasiado para tan poco.
Nos quedamos con las ganas de saber, pero nos las quitan por un abuso de una forma, deforme.