Película dirigida a un público muy concreto (de ahí su baja valoración) que sabrá disfrutar de una película que aúna artes marciales y el gore más subrrealista. Trama muy original y bien llevada. El gore en su dosis justa y más subrrealista según va avanzando la película.
La recomiendo a todos aquellos amantes del gore y el splatter que siempre quisieron ver a Bruce Lee reventando cabezas a base de puñetazos.

Desde el comienzo hasta el final, la película mantiene al espectador pegado a la pantalla. Me sorprendío gratamente por sus giros argumentales y su facilidad para introducir al espectador dentro del clima de la película. Gran interpretación de Denis Quaid.

La película tarda en arrancar, a veces roza lo absurdo al mostrarnos los delirios del protagonista, pero si dividiéramos en dos partes este film, podríamos decir sin duda que la segunda parte del mismo es sobresaliente.
Ben Stiller hace un buen trabajo al interpretar a este especial personaje.