Generalmente se divide a los espectadores en 2 categorías:
1- Los puretas del cine: dicen buscar una historia profunda en las películas, un guión que les haga reflexionar, cine distinto y original que se aleje de los cánones prestablecidos.
2- Los "palomiteros": los que simplemente buscamos pasar un buen rato entretenidos viendo una película, sin escudriñar hasta el último rincón del guión buscando fallos, o sin comernos el tarro con que esta peli se copia de aquella otra.

Pues esta película será rápidamente olvidada tanto por unos como los otros. Eso sí, los del grupo 1 se desharán en falsos elogios hacia la película. ¿por qué? Muy fácil: pertenece a un género habitualmente consumido por los del grupo 2, y los del 1 han visto una buena oportunidad de hacer daño elevando a los altares un bodrio infumable que no se sabe si es de terror serie B, comedia rodada por 4 estudiantes en el recreo o gore cutrísimo.
Creedme, la película es mala de verdad. Los del grupo 1 seguirán con sus pelis de Almodóvar mientras se descojonan de haber logrado engañar a alguno de nosotros. A los del grupo 2 nos quedan buenas películas como "monstruoso". A esa sí que la ponen a parir los puretas, ya que no sale ningún travelo con historia profunda ni ninguna coreana disparando a monstruos con su arco olímpico.

Película, aburrida donde las haya, que pretende enaltecer y mitificar como valiente un acto que es justamente lo contrario.
No estoy en contra de la eutanasia, pero sí que me parece lamentable que se haga una película como esta que podría animar a otros a "quitarse de enmedio".
La vida de Cristopher Reeve sí que es ejemplar, digna de los mayores elogios y merecedora de una buena película.