Sin palabras. Lo que esta serie me ha transmitido desde sus inicios es difícil de transmitir con un simple texto. Quizá penséis que me estoy viniendo un poco arriba, pero nada más lejos de la realidad.
Ataque a los Titanes es para mi la mejor obra de anime que he visto nunca, y eso que como buen friki he visto unas cuantas.
No sabría encuadrarla dentro de un género concreto, puesto que tiene ingredientes tan diversos que hacen de la combinación algo único, inquietante y con un punto aterrador que me encanta.
La historia de los titanes no te dejará indiferente. Esto se convertirá con el paso de los años del nuevo Death Note, hacedme caso.

Si piensas en anime, lo primero que se te vendrá a la cabeza actualmente será Naruto o One Piece. Son los reyes del shonen moderno sin duda. Aunque Naruto finalizó, One Piece sigue en pie y parece que por muchos años más.
La historia de Luffy engancha a varias generaciones de golpe por su toque único que Eiichiro Oda ha conseguido transmitir con gran esfuerzo durante tantos años.
Una historia es larga y tiene algunos altibajos argumentales (es lógico), de hecho ahora mismo está en una época de bajón (se estima que la historia lleva aproximadamente un 70% de su duración). Pero eso no quita para que sea la mejor obra de anime que te puedas echar a la cara.

Solo han pasado 13 años desde su estreno y se ve notablemente el cambio de mentalidad entre una época y otra.
Partiendo de la base de que la película tiene un tono muy americano, esta desprende un machismo rancio sacado de otra época que suena muy lejana pero no lo es tanto.
Hace unos años resultaría muy divertida, y si intentamos dejar a un lado el trato lamentable que se hace de la figura femenina, la película resulta hasta entretenida. Pero cuesta no pensar en ello.
El actor es muy bueno, me hace especialmente gracia.