Que a Mike Flanagan le encantan los diálogos pseudo-filosóficos es por todos conocido, también que le gustan las series tan corales que a veces pare personajes sin demasiado sentido, o tiempo de desarrollo.

Estos dos puntos no son un problema para el espectador habitual de sus historias ni tampoco para mí. Lo que sí he notado en las últimas series que ha estrenado es una cierta tendencia a divagar. Divagar cuando tiene algunos de los mejores cuentos de Alan Poe como inspiración, pero divagar al fin y al cabo. Esto le sale estupendamente cuando la obra en si se presta a la divagación como en Doctor Sueño, pero en las 8 horas de serie sobre los Usher le acaba lastrando a una especie de bucle continuo. En cada capítulo pasa exactamente lo mismo pero desde distintos puntos de vista.

La nueva serie sobre la caída de los Usher adolece de una estructura circular que empieza desde un mismo punto, pasea por una historia en flashback que solo tenía sentido en el primer capítulo, para terminar con la inevitable tragedia que todos conocemos. Para evitar que está reiteración apague por completo la tensión en la serie, también se siente en la necesidad de interrelacionar con más o menos suerte otros poemas y cuentos de Poe de forma igualmente episódica y circular.

Estas decisiones hacen daño a la serie, que de hecho por su premisa pasa en los primeros capítulos de ser un "whodunit" a una especie slasher lírico donde el terror es un mero artificio en los últimos. Ahonda en terror psicológico, pero no consigue emocionarte porque nadie en su sano juicio se identificaría con ninguno de los personajes. No tiene muy claro si quiere ser una serie al estilo Succession, pero lo que es evidente es que no quiere ser en absoluto nada similar a Hill House. Aún así se aprovechará de la familiaridad que tenemos con ella para hacer que su serie se deje ver y sea al menos entretenida en ciertos momentos.

Si pasas por alto que llegará un momento en que los personajes se convertirán en piezas intercambiables y lo mismo sucederá con las historias de Poe, seguramente puedas disfrutarla. Si por el contrario esperas una serie de terror e incógnitas entretejidas, no encontrarás lo que buscas. Al final sólo hallarás un cuervo que te dirá: "nunca más... volveré a tragarme la misma serie pero con otra cara"

Quizá esta será la película más reseñada del año, la más vista, la que más recaudación consiga... Pero es un cascarón hermosamente vacío.

Amo el cine de Cameron. Algunas escenas de su dilatada carrera estarán para siempre en mis retinas pero le falta algo que, por poner un ejemplo, hace grande a directores como Spielberg: nunca dejan la narración a un lado.

Parque Jurásico, Saving Private Ryan, o incluso películas más recientes como Ready Player One son de una espectacularidad visual sin precedentes. Lo mismo podríamos decir de Terminator 2, Aliens o Titanic. Ambos directores dominan el blockbuster, pero Cameron se ha olvidado de lo qué le llevó a ser unos de los grandes Midas del cine.

Avatar 2 es profundamente reduccionista con los aspectos más lógicos de la trama. Por un lado la humanidad ha sido simplificada en la historia hasta el punto de ser un mero mcguffin para desarrollar la historia, pero quizá lo peor es el concepto bidimensional y plano de los conflictos bélicos. Los buenos son mártires y los malos son demonios desalmados que merecen la peor de las suertes, sin tener en cuenta si huyen de un planeta moribundo o se extinguen...

En todo Avatar 2 hay 0 segundos dedicados al planeta tierra, es más, durante 3 horas y media alcanzamos a conocer superficialmente a la familia de Jake Sully, algo que visto lo visto es de agradecer.

En definitiva, Avatar 2 tiene los ingredientes de una gran película que hubiese ganado mucho acortando el segundo acto. Si llegas a la tercera hora Cameron te recompensa con un tramo trepidante lleno de guiños a sus mejores películas. Quizá lo mejor sea quedarnos con eso.

Por primera vez Disney se ha arriesgado a darse el batacazo de su vida por mostrar lo que es una realidad. Y si ahora piensas votarme negativamente solo por la frase anterior, te invito a que lo hagas, me estarás dando la razón.

No es una película especialmente buena dentro del canon, pero que nadie piense que la nota que tiene esta es merecida. Ha sufrido una campaña de homofobia importantísima por una escena de 15 segundos que no afecta a la trama directamente.

Así están las cosas, así de intolerante se puede llegar a ser. Lo importante es que los niños la ven con total naturalidad y son el futuro.

Así que por primera vez está multinacional ha querido mantener un discurso de tolerancia por encima de los beneficios. Por eso, y porque todos tenemos cabida en la ficción... Gracias Disney

Breve sinopsis.

Imhotep Mazado (The Rock) es un ser antiguo y sobrenatural imbuido de poderes que quedó atrapado en una tumba como el Apocalipsis de Oscar Issac, otro ser indestructible que queda atrapado en una tumba egipcia, algo que por cierto también le pasó a Imhotep Normal. Un drama tanto entierro no deseado.

¿Plagios, Casualidades?. En este caso queda totalmente descartado que esos personajes hayan influenciado a Black Adam porque que aquí no hay Egipto ni Kandahar, al bueno de Black Adam lo enterraron en Cadaqués, que hace 5.000 años era una mezcla de Egipto y Babilonia con cortes de pelo y barba de la más rabiosa actualidad peruana. Como aun no existía la estatua del genio extravagante Dalí, aquí en el paseo marítimo le rinden culto a una imposibilidad física y arquitectónica que irá cambiando de escala mientras desenvolvemos este precioso ladrillo que nos trae DC.

Lara Croft Intensa encuentra un misterioso artefacto con su hijo “Cliché Racial” (que se llama AMON nada menos, lo que tiene el mismo sentido lógico que llamar a un niño francés Vercingétorix hoy día) habitantes del actual pueblo del Ampurdán que encauzarán los pasos del antihéroe, tras de salir un poco perjudicado de tanta sepultura.

Para evitar que Imhotep Mazas se desmadre, tenemos a nuestros X-Men favoritos pero con poderes de Funko Chase. Tormenta Fluorescente y Ant Mant Pubescente protagonizan un arco de gran suspense tratando de entender qué es una telequinética del aire con poder sobre los nanobots y estrés postraumático. Como ellos solos no pueden con Himhotep Mazas, Dr Srtrange Vintage Varón Dandy y Falcon Medieval lucharan contra la terrible corporación Intergang (he tenido que comprobar que no es argot sexual). Esta empresa ha tomado la ciudad catalana y tiene su propio Amazon con motos voladoras, chúpate esa Jeff Bezos. Y asi con la tontería pasas la tarde.

Conclusiones.

Es verdad que Black Adam ha puesto a DC al borde del coma argumental, pero merece la pena por las más de dos horas en que puedes apreciar los deltoides de The Rock. Como han destacado otros críticos que he podido leer, a esta película de entrada al ser de The Rock y Superhéroes no se le espera un guion, una buena actuación ni coherencia.

“Queréis que sea el padrino” dicen. Pues no amigo, queremos que tenga sentido y tortas, algo que no es excluyente en una película de acción.

Me encanta Mike Flanagan, sabe crear atmósfera y construir personajes e historias interesantes con muy poco material de partida, pero si tuviesen que darle un premio por este último trabajo sería en la categoría de miscelánea.

La premisa no podría ser mejor: “El club de medianoche” es un grupo de chicos y chicas con enfermedades terminales que acaban en un centro de paliativos muy raruno en el que aprenderán que hay cosas peores que esperar a la inexorable muerte. A los cinco minutos de entrar en la tétrica mansión y conocer a su no menos tétrica directora te das cuenta de que sea lo que sea que allí pase es algo terrorífico por desentrañar, algo muy misterioso cuya resolución compensará las largas horas de binge watching al que se presta. Como imaginaréis no cumple las expectativas.

Tras un arranque prometedor con alguna que otra escena brillante, el desarrollo es pura decepción, al menos para el que busque terror. El hospital, para la tranquilidad de padres y tutores, está lleno de personas (es un decir porque solo se ve a 3 miembros del personal) maravillosas, conserjes que hablan como en una charla TED y almas puras con discursos condescendientes sobre las maravillas de la neuropatía y el zumo de bilis (sic). Tal es el desorden entre los distintos tonos (terror-comedia-drama-romance-duelo-autoayuda, etc.) que la serie induce a pensar que te has saltado los capítulos en los que presentan las tramas que sin orden ni concierto acaban saltando al foco de interés.

Las historias del club funcionan al principio, pero la serie colapsa a medida que abandonan el tono de terror pasando a relatos que no funcionan en absoluto dedicarse por lo confusos que resultan los paralelismos existentes los personajes y sus alter ego.
Sobre el cierre en falso mejor ni me pronuncio, simplemente no satisface las preguntas de los propios personajes ni recompensa al espectador. La prisa por abordar temas tan variopintos hacen imposible profundizar adecuadamente en ninguno.

En definitiva, me duele darle un suspenso al autor de "Misa de medianoche", pero el bueno de Mike tiene más para ofrecer que esta progresión de Dr Jeckil a Ana de Las tejas verdes que sufre todo el elenco (y con ello sus narraciones).