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6,2
24.918
6
30 de enero de 2023
30 de enero de 2023
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
No voy a entrar en el debate de si el tipo de cocina que trata esta película, cocina conceptual creo que la llaman, es un arte o no.
Para mí no, lo tengo bien claro aunque nunca haya visitado un restaurante con estrella Michelín, pero sí que me comido platos algo caros para mi bolsillo y he salido del restaurante con bastante hambre, después de haberme dejado un pico; y como decía mi madre cuando me ponía en la mesa un plato de puchero: "Niño, cómete esto que resucita a los muertos".
Y después venía el segundo: "la pringá", rebañando el plato con las últimas migajas de pan que me quedasen, por supuesto.
Ahora vamos con la película, que me ha parecido interesante en algunos aspectos del guion algo "innovadores".
Para mí no, lo tengo bien claro aunque nunca haya visitado un restaurante con estrella Michelín, pero sí que me comido platos algo caros para mi bolsillo y he salido del restaurante con bastante hambre, después de haberme dejado un pico; y como decía mi madre cuando me ponía en la mesa un plato de puchero: "Niño, cómete esto que resucita a los muertos".
Y después venía el segundo: "la pringá", rebañando el plato con las últimas migajas de pan que me quedasen, por supuesto.
Ahora vamos con la película, que me ha parecido interesante en algunos aspectos del guion algo "innovadores".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para nada me he tomado yo esta película como algo serio. Lo que he visto es una comedia negra con tintes de thriller
Para empezar el comienzo de la película es algo manido (grupo de personas que van a una localización para un evento, reunión, o lo que sea, en un sitio apartado y exclusivo). Ya lo vimos en la última de "Puñales por la espalda", por ejemplo.
La presentación de las instalaciones por parte de la mano derecha del chef a los invitados nos hace ver el lugar donde duermen los empleados.
Estamos ante una prisión, orfanato o algo parecido. A mí me recordó el pabellón donde hice la Mili, solo faltaban las literas. Un sitio frío y bien ordenado donde el castigo para el que se salte las normas se huele en el desolador ambiente.
Esto choca y ya entras en una sensación de mal augurio.
Después, y por no extenderme mucho, la película entra en una presentación de los personajes: primero con los comensales, donde se destaca más a la pareja Anya Taylor-Joy y Nicholas Hoult.
Ella es una prostituta, que no debería estar allí, y él, un aspirante a chef obsesionado con el verdadero Chef (Ralph Fiennes) y con la cocina conceptual de tal forma que ralla el surrealismo.
Ralph Fiennes es el Dios de una secta cuyos componentes, los empleados de la cocina, se comportan de manera también ilógica; obedeciendo al Chef hasta el punto de sacrificar su vida con el suicidio.
El Chef se presenta como una persona que está ya muy quemada y llena de rencor hacia unos clientes que no han sabido dar la importancia a su arte ni a los platos que se sirven allí.
Un Chef que, como vemos más adelante cuando Margot se cuela en su estancia, ha sacrificado toda su vida por la "creación" de unos menús que sus clientes, según ve él, no aprecian con el grado que deberían de apreciar.
La "venganza" que este Chef perpetra hacia los comensales es bastante original, es el nudo de la película y lo que más me ha gustado.
Lo que no me ha gustado es la reacción de todos los invitados a una ceremonia ritual donde ya saben que van a morir. Parecen borregos adoctrinado al igual que los empleados o "fanáticos" del Chef.
Todos se muestran, en casi todo momento, sumisos ante una guillotina que está a punto de caer sobre sus gaznates.
Yo qué quieren que les diga, si yo sé que voy a morir, muero matando.
Me pregunto que los ridículos platos que han "degustado" llevaban una especie de droga o algo que los ha dejado noqueados a todos, a todos menos a una, sí, la que no debería estar allí, la que no pertenece a ese mundo de esnobs y tiene un poco de picardía e inteligencia para salir de allí indemne.
Menos mal que en este mundo, ante tanto aborregamiento y majaderías, siempre habrá personas que no se dejen llevar por los dictadores de turno y saquen músculo intelectual para salir de situaciones como esta.
Y como no, mejor una buena comida que te deje el estómago lleno; a unos platos "artísticos" que a mí me dejarían el bolsillo vacío y que para algunos "te elevan al paraíso", no con degustarlos, solo con verlos u olerlos.
Eso sí, pagando de antemano una pasta al alcance de pocos.
El mundo se va a pique...
Para empezar el comienzo de la película es algo manido (grupo de personas que van a una localización para un evento, reunión, o lo que sea, en un sitio apartado y exclusivo). Ya lo vimos en la última de "Puñales por la espalda", por ejemplo.
La presentación de las instalaciones por parte de la mano derecha del chef a los invitados nos hace ver el lugar donde duermen los empleados.
Estamos ante una prisión, orfanato o algo parecido. A mí me recordó el pabellón donde hice la Mili, solo faltaban las literas. Un sitio frío y bien ordenado donde el castigo para el que se salte las normas se huele en el desolador ambiente.
Esto choca y ya entras en una sensación de mal augurio.
Después, y por no extenderme mucho, la película entra en una presentación de los personajes: primero con los comensales, donde se destaca más a la pareja Anya Taylor-Joy y Nicholas Hoult.
Ella es una prostituta, que no debería estar allí, y él, un aspirante a chef obsesionado con el verdadero Chef (Ralph Fiennes) y con la cocina conceptual de tal forma que ralla el surrealismo.
Ralph Fiennes es el Dios de una secta cuyos componentes, los empleados de la cocina, se comportan de manera también ilógica; obedeciendo al Chef hasta el punto de sacrificar su vida con el suicidio.
El Chef se presenta como una persona que está ya muy quemada y llena de rencor hacia unos clientes que no han sabido dar la importancia a su arte ni a los platos que se sirven allí.
Un Chef que, como vemos más adelante cuando Margot se cuela en su estancia, ha sacrificado toda su vida por la "creación" de unos menús que sus clientes, según ve él, no aprecian con el grado que deberían de apreciar.
La "venganza" que este Chef perpetra hacia los comensales es bastante original, es el nudo de la película y lo que más me ha gustado.
Lo que no me ha gustado es la reacción de todos los invitados a una ceremonia ritual donde ya saben que van a morir. Parecen borregos adoctrinado al igual que los empleados o "fanáticos" del Chef.
Todos se muestran, en casi todo momento, sumisos ante una guillotina que está a punto de caer sobre sus gaznates.
Yo qué quieren que les diga, si yo sé que voy a morir, muero matando.
Me pregunto que los ridículos platos que han "degustado" llevaban una especie de droga o algo que los ha dejado noqueados a todos, a todos menos a una, sí, la que no debería estar allí, la que no pertenece a ese mundo de esnobs y tiene un poco de picardía e inteligencia para salir de allí indemne.
Menos mal que en este mundo, ante tanto aborregamiento y majaderías, siempre habrá personas que no se dejen llevar por los dictadores de turno y saquen músculo intelectual para salir de situaciones como esta.
Y como no, mejor una buena comida que te deje el estómago lleno; a unos platos "artísticos" que a mí me dejarían el bolsillo vacío y que para algunos "te elevan al paraíso", no con degustarlos, solo con verlos u olerlos.
Eso sí, pagando de antemano una pasta al alcance de pocos.
El mundo se va a pique...

5,7
4.367
3
27 de mayo de 2023
27 de mayo de 2023
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que comienza con un planteamiento prometedor:
Una pareja de protagonistas interesante, un ambiente de intriga con algo de humor, planos divididos aceptables, y que es de agradecer, analepsis bien coordinadas, alusiones y guiños al mundo del teatro que se pueden tomar como una crítica a ese entorno (productores, guionistas, directores, actores, etc.) y que, de pronto, cuando la película está más interesante... cae en picado a la hora, hora y algo de metraje.
Situaciones absurdas e incomprensibles sin venir a cuento de todo lo anterior, prisas por terminar el film de alguna manera u otra y tópicos que ya está uno harto de ver en infinidad de películas.
Nada nuevo por Disney, otra película más del montón.
Una pareja de protagonistas interesante, un ambiente de intriga con algo de humor, planos divididos aceptables, y que es de agradecer, analepsis bien coordinadas, alusiones y guiños al mundo del teatro que se pueden tomar como una crítica a ese entorno (productores, guionistas, directores, actores, etc.) y que, de pronto, cuando la película está más interesante... cae en picado a la hora, hora y algo de metraje.
Situaciones absurdas e incomprensibles sin venir a cuento de todo lo anterior, prisas por terminar el film de alguna manera u otra y tópicos que ya está uno harto de ver en infinidad de películas.
Nada nuevo por Disney, otra película más del montón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No es por prejuicios, etc.: Es porque ya es un tópico en las películas coger personajes , que han existido en la vida real o no, y estos últimos suelen ser de películas más antiguas, y cambiarlos de sexo, religión, raza, etc. No, el marido de Agatha Christie NO era de raza negra, era más blanco que la leche, como se suele decir. La verdad que se hace algo coñazo este hecho que está ahora de moda en las películas para hacerlas más ¿ qué ? ¿inclusivas? ¿transversales? ¿post-modernas?
Que se dejen de tanto rollo patatero y se dediquen a hacer buenas películas.
Que se dejen de tanto rollo patatero y se dediquen a hacer buenas películas.
3
21 de agosto de 2024
21 de agosto de 2024
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
-¿Por qué me da tanta pereza ver películas actuales?
-¿Por qué me da la sensación de sentirme un obligado inadaptado ante esta inagotable corriente de películas de inaguantables colores saturados y torturadores excesos de IA, AI, CGI o como demonios se llame ese moderno invento?
-¿Por qué la anterior película a esta que se hizo solo hace 9 años me pareció fantástica y está me ha parecido un mojón de kilo y medio?
-¿Por qué me da la sensación que esto va a ser, o está ya siendo, un no parar de machacar la ilusión de los amantes del cine de ir al cine a ver estrenos?
Otra decepción más de otra película esperada.
Sigan así señores de la industria cinematográfica. Estáis consiguiendo que películas mediocres de hace décadas parezcan obras maestras cuando te tragas un bodrio como este.
-¿Por qué me da la sensación de sentirme un obligado inadaptado ante esta inagotable corriente de películas de inaguantables colores saturados y torturadores excesos de IA, AI, CGI o como demonios se llame ese moderno invento?
-¿Por qué la anterior película a esta que se hizo solo hace 9 años me pareció fantástica y está me ha parecido un mojón de kilo y medio?
-¿Por qué me da la sensación que esto va a ser, o está ya siendo, un no parar de machacar la ilusión de los amantes del cine de ir al cine a ver estrenos?
Otra decepción más de otra película esperada.
Sigan así señores de la industria cinematográfica. Estáis consiguiendo que películas mediocres de hace décadas parezcan obras maestras cuando te tragas un bodrio como este.

5,7
7.745
1
28 de enero de 2025
28 de enero de 2025
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos días me atreví a pegarle un bocado a un dulcecito que venden a granel en Pecadonna, de esos que no llegan a dos euros el cuarto. Me lo ofreció mi tía Pepi, una viuda jubilada, en una de mis visitas a su acogedora casa del barrio de la Trinidad de Málaga.
A primeara vista, parecía un pequeño dulce apetecible; el baño de chocolate, oculto en un sofisticado plastiquito con letras doradas que formaban la palabra de la “marca blanca” propiedad de esta empresa, brillaba con el contacto de la tenue luz de la lamparita que iluminaba la pequeña salita donde estábamos, sentados en un hundido sofá.
Su forma, un círculo perfecto con un agujero en el centro, me trasladó cuarenta y tantos años atrás a una escena donde Antonio, el propietario de un kiosko de mi antiguo barrio, me daba un dulce, después de cogerlo de una pequeña cajita amarilla repleta de más dulces como este. Me lo ofreció con sumo cuidado, protegido con un papel cuadrado color marrón y después de entregarle treinta pesetas.
Antonio, vecino y amigo de mis padres de toda la vida, me dijo con una amplia sonrisa:
-Anda cómetelo despacito, pero no te entretengas que vas a llegar tarde al cole.
-Gracias Antonio. Hasta mañana.-le respondí, antes de dar un primer bocado y girarme para coger el camino hacia mi primera clase de quinto de EGB.
Siempre había un hueco, después del abundante desayuno que me daba mi madre, para ese añorado dulce.
-¿Te gusta? –me preguntó mi tía Pepi. Es del Pecadonna.
-Sí, están muy buenos –le contesté, mintiéndole.
A primeara vista, parecía un pequeño dulce apetecible; el baño de chocolate, oculto en un sofisticado plastiquito con letras doradas que formaban la palabra de la “marca blanca” propiedad de esta empresa, brillaba con el contacto de la tenue luz de la lamparita que iluminaba la pequeña salita donde estábamos, sentados en un hundido sofá.
Su forma, un círculo perfecto con un agujero en el centro, me trasladó cuarenta y tantos años atrás a una escena donde Antonio, el propietario de un kiosko de mi antiguo barrio, me daba un dulce, después de cogerlo de una pequeña cajita amarilla repleta de más dulces como este. Me lo ofreció con sumo cuidado, protegido con un papel cuadrado color marrón y después de entregarle treinta pesetas.
Antonio, vecino y amigo de mis padres de toda la vida, me dijo con una amplia sonrisa:
-Anda cómetelo despacito, pero no te entretengas que vas a llegar tarde al cole.
-Gracias Antonio. Hasta mañana.-le respondí, antes de dar un primer bocado y girarme para coger el camino hacia mi primera clase de quinto de EGB.
Siempre había un hueco, después del abundante desayuno que me daba mi madre, para ese añorado dulce.
-¿Te gusta? –me preguntó mi tía Pepi. Es del Pecadonna.
-Sí, están muy buenos –le contesté, mintiéndole.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Después de ¿una hora?, ¿casi una hora?, ¿más de una hora?, viendo sofisticados primeros planos, medios planos, PPP, planos generales, etc. de personas “haciendo el tonto” en una piscina, comiendo no sé qué, bailando como marionetas después de drogarse, paseando sus lindos cuerpos cubiertos con ropaje de suaves y caras telas de color “blanco puro” (las mujeres, lo del “blanco puro”), y sabiendo que después de todo aquel : “¿te lo estás pasando bien? “Sí, muy bien”, se oculta algo perverso y trágico para las estilizadas y bellas mujeres que se “lo pasan muy bien” rodeadas de imbéciles a más feos no poder, excepto el protagonista (¡un buenoooorroooo millonario!) que es el que ha organizado tan “estupenda fiesta”.
Todo ese tiempo de aburrido metraje, para una media hora de precipitado final donde hay rotos de guion, hechos inexplicables (por lo menos para mí), escenas absurdas, etc. etc. etc.
¿Para dotar de una simbología a la película de empoderamiento de la mujer y dejar en evidencia a un grupo de asquerosos sicópatas? , el millonario el que más (Cómo no?)
¡Cómo echo de menos un buen donut de chocolate!
Todo ese tiempo de aburrido metraje, para una media hora de precipitado final donde hay rotos de guion, hechos inexplicables (por lo menos para mí), escenas absurdas, etc. etc. etc.
¿Para dotar de una simbología a la película de empoderamiento de la mujer y dejar en evidencia a un grupo de asquerosos sicópatas? , el millonario el que más (Cómo no?)
¡Cómo echo de menos un buen donut de chocolate!

6,5
33.373
4
2 de febrero de 2025
2 de febrero de 2025
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace un tiempo, llegó a casa mi hija a altas horas de la tarde.
-Hola guapísima –le dije.
-Hola padre.
-¿De dónde vienes a estas altas horas de la tarde?
-¿Qué dices papá?
Papá… Umm. Interesante: modo… ¿cariñoso? Ni idea.
-Vengo de ver una peli en el cine, ya lo sabes; la de “la Demi Mur”.
-Ah, es verdad, “la de estripti”.
- «Qué bien “estaba “en esa peli » -pensé.
-Ni idea papá, no la he visto. Será de esas pelis antiguas que tú siempre estás “alabando” –me dijo con sorna.
Después de un rato donde mi hija no dejaba de dar vueltas por la casa sin sentido alguno, buscando no se qué, a la vez que miraba con hipnóticos ojos la pantalla del móvil, le pregunté:
-¿Te ha gustado?
-Sí, está muy bien. Es comedia-terror. Lo que no me ha gustado es que salen muchos culos, culos todo el rato.
-«¿culos? » –pensé, y ahí quedó esta mini-conversación.
. Hoy era el estreno en Filmin. Llegó el momento de ver esos “culos”…
-Hola guapísima –le dije.
-Hola padre.
-¿De dónde vienes a estas altas horas de la tarde?
-¿Qué dices papá?
Papá… Umm. Interesante: modo… ¿cariñoso? Ni idea.
-Vengo de ver una peli en el cine, ya lo sabes; la de “la Demi Mur”.
-Ah, es verdad, “la de estripti”.
- «Qué bien “estaba “en esa peli » -pensé.
-Ni idea papá, no la he visto. Será de esas pelis antiguas que tú siempre estás “alabando” –me dijo con sorna.
Después de un rato donde mi hija no dejaba de dar vueltas por la casa sin sentido alguno, buscando no se qué, a la vez que miraba con hipnóticos ojos la pantalla del móvil, le pregunté:
-¿Te ha gustado?
-Sí, está muy bien. Es comedia-terror. Lo que no me ha gustado es que salen muchos culos, culos todo el rato.
-«¿culos? » –pensé, y ahí quedó esta mini-conversación.
. Hoy era el estreno en Filmin. Llegó el momento de ver esos “culos”…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tras un prometedor comienzo de poli cromáticos planos con profundos pasillos, adornados de una fotografía de perfecta simetría; un despido de un programa televisivo de una famosa actriz por ser “no muy joven”; poco diálogo desde unos estresantes primeros planos de rostros que expresaban los distintos estados de ánimo de los personajes de la trama; búsqueda del “regalo” hasta llegar a unas misteriosas taquillas ocultas tras una puerta de un extraño callejón; que dotaban a la película de una inquietante aura de misterio: todo se desmoronó.
Me olvidé de los manidos tópicos (edadismo femenino en la industria cinematográfica, o donde se tercie, machismo de viejos babosos que tienen el poder de ese negocio, etc.) gracias al interesante ambiente creado en el primer tercio de la película, incluso no me importó que no me enterase de quienes estaban detrás del “tema”; si era un experimento, si había que pagarlo o no, de cómo había aprendido la señora a hacer el proceso para la “transformación” sin ningún manual de instrucciones (aparte de las escuetas órdenes de las tarjetitas) etc. No había explicación pero me la traía al pairo.
Hasta que, llegó la “nueva Demi”, y con ella “los culos”.
El segundo tercio es como “Atrapado en el tiempo” pero viendo una sucesión de planos repetitivos de culos, cuerpos perfectos de tías haciendo aerobic, más culos, pinchacitos “pa rriba”, pinchacitos “pa bajo”, más culos, el plano coñazo del cartel de la “joven Demi” que justo estaba en el gran ventanal del lujoso piso de la ricachona (como “pa no verlo”).
Una película que empezó muy sugerente (menos es más), se convierte de pronto en un rollo patatero de escenas idénticas repetidas una y otra vez, que te sacan, aparte de un bostezo, el cansancio y hartazgo de ver siempre lo mismo.
El tercer tercio, menos mal, me sacó más de una carcajada con la asquerosa y divertida transformación, que me recordó algo al “Vengador Tóxico”, y con el baño sangriento en plan “Carrie” a un expectante público por ver al producto televisivo de moda.
Una vez que terminé de ver la película me di una ducha y, al mirarme al espejo, vi a un hombre en pelotas con 56 años; calvo, con unos ridículos pelos a los lados de la cabeza, una cicatriz que recorría parte de mi torso, desde el gaznate hasta casi el ombligo (un ombligo que parecía querer salir de mi incipiente barriga), ¿las arrugas de la cara?, pues ahí estaban, hasta ahora no me había fijado mucho en ellas.
Después de auto visualizarme y ponerme el pijama, me dispuse a tirar “pa el catre” con una sonrisa y pensando:
¡Será gilipollas la “demi mur”!
Me olvidé de los manidos tópicos (edadismo femenino en la industria cinematográfica, o donde se tercie, machismo de viejos babosos que tienen el poder de ese negocio, etc.) gracias al interesante ambiente creado en el primer tercio de la película, incluso no me importó que no me enterase de quienes estaban detrás del “tema”; si era un experimento, si había que pagarlo o no, de cómo había aprendido la señora a hacer el proceso para la “transformación” sin ningún manual de instrucciones (aparte de las escuetas órdenes de las tarjetitas) etc. No había explicación pero me la traía al pairo.
Hasta que, llegó la “nueva Demi”, y con ella “los culos”.
El segundo tercio es como “Atrapado en el tiempo” pero viendo una sucesión de planos repetitivos de culos, cuerpos perfectos de tías haciendo aerobic, más culos, pinchacitos “pa rriba”, pinchacitos “pa bajo”, más culos, el plano coñazo del cartel de la “joven Demi” que justo estaba en el gran ventanal del lujoso piso de la ricachona (como “pa no verlo”).
Una película que empezó muy sugerente (menos es más), se convierte de pronto en un rollo patatero de escenas idénticas repetidas una y otra vez, que te sacan, aparte de un bostezo, el cansancio y hartazgo de ver siempre lo mismo.
El tercer tercio, menos mal, me sacó más de una carcajada con la asquerosa y divertida transformación, que me recordó algo al “Vengador Tóxico”, y con el baño sangriento en plan “Carrie” a un expectante público por ver al producto televisivo de moda.
Una vez que terminé de ver la película me di una ducha y, al mirarme al espejo, vi a un hombre en pelotas con 56 años; calvo, con unos ridículos pelos a los lados de la cabeza, una cicatriz que recorría parte de mi torso, desde el gaznate hasta casi el ombligo (un ombligo que parecía querer salir de mi incipiente barriga), ¿las arrugas de la cara?, pues ahí estaban, hasta ahora no me había fijado mucho en ellas.
Después de auto visualizarme y ponerme el pijama, me dispuse a tirar “pa el catre” con una sonrisa y pensando:
¡Será gilipollas la “demi mur”!
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