La mejor película carcelaria que he visto. Tim Robbins y Morgan Freeman lo bordan. De esas películas que se pueden ver veces y veces y te siguen arrancando una gran sonrisa como la primera vez. Me quedo con una frase: "Cuando entré en prisión, yo era un hombre bueno y honrado; y aquí, me he convertido en un ladrón."

Me gustó esta película, porque dentro de la ficción y la locura, creo que rompe una lanza en favor de esos profesores "enrollados" que todos hemos tenido. Con ellos mientras aprendíamos, nos reíamos y divertíamos. Y esque esta debe ser la principal labor de un maestro: hacer que los niños sientan la misma pasión, que él por la asignatura que imparte, ya sea matemáticas o rock and roll.

Esta película va más allá de una banda de tíos en mallas pegándose muy fuerte. Los chascarrillos de Downey consiguen sacar alguna risa al público. Hulk funciona como personaje secundario. La decepción de la película es Scarlett Johansson, de quien se esperaba mucho más.
Las dos horas y media se pasan enseguida, pero aprovecharla para verla en el cine, porque en las pequeñas pantallas de nuestras casas perderá mucha fuerza.
PD: No seáis impaciantes al abandonar la sala...