You must be a loged user to know your affinity with Dennis0021
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,9
12.138
9
19 de febrero de 2016
19 de febrero de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Anomalisa" cuenta la historia de Michael Stone (voz de David Thewlis); hombre de mediana edad que se dedica a dar conferencias acerca de la importancia del servicio al cliente, el cual pasa por una crisis existencial. Una noche, durante un rutinario viaje laboral, conoce a alguien que cambia su perspectiva de vida.
La cinta animada es dirigida por los cineastas Charlie Kaufman (guionista de Being John Malkovich, Eternal Sunshine of the Spotless Mind) y Duke Johnson, de manera ingeniosa y detallada, llevando la técnica del stop motion a un hiperrealismo asombroso, donde los espectadores pierden la noción de estar viendo marionetas y se ven inmersos en una historia deprimente y fascinante a la vez.
El guión está a cargo de Kaufman (bajo el seudónimo de Francis Fregoli) quien escribe una magnífica obra; sencilla en su estructura narrativa pero compleja en su planteamiento, donde la soledad, las apariencias, monotonía, el miedo, la frustración, así como el amor y la esperanza convergen en una infinidad de sensaciones que invitan a reflexionar sobre la existencia misma: ¿Qué es estar vivo? ¿Soy feliz? ¡Estoy perdido! ¡Me gustaría poder llorar!
El relato cuenta con elementos narrativos muy originales que favorecen la unidad y sentido de la propuesta: voces monótonas (la misma) en la mayoría de personajes, el uso de "máscaras" que simbolizan las apariencias que la sociedad exige para ser aceptados, el empleo de la palabra Fregoli (nombre del hotel); síndrome neuro-psiquíatrico que se refiere a esas personas que insisten en conocer a otra que realmente no conoce, el apellido del protagonista, Stone; que connota esa incapacidad para identificarse con los demás, entre otros.
A su vez, el término "Anomalisa" lleva una doble significación. Por un lado, se refiere a esas anomalías (desviación respecto de lo que es normal, regular, natural o previsible) que las personas pueden encontrarse en su vida que sirven de escape a la cotidianidad; ya sea un deporte o actividad artística, una mascota, música, hábito, una mirada, voz,..., unificado (brillantemente) con el nombre de la protagonista, Lisa. Por el otro, hace alusión a la mitología japonesa (donde "Anomalisa" significa "diosa del cielo"), analogía mostrada por una antigüedad oriental de gran belleza.
Estos elementos son acompañados por unos grandiosos diálogos que caracterizan psicológicamente a los personajes, dan cuenta de su intencionalidad y contribuyen al ritmo de la narración. Estos están dotados de un exquisito humor negro que hacen más tolerable la atmósfera pesimista del relato. A su vez, es notable la intencionalidad crítica que denotan; mostrado en el penoso discurso de Michael a la audiencia, donde arremete contra los códigos sociales, la corrupción política y la manipulación de la educación pública.
Todos los aspectos técnicos (animación, vestuarios, iluminación, decorados, banda sonora entre otros) están perfectamente cuidados y armonizan de manera impecable con la historia; aumentando la calidad artística de la obra.
El pequeño reparto de actores (tres en total) están excelentes, encabezados por David Thewlis quién presta ese agradable acento británico para representar a Michael Stone; protagonista del filme, acompañado de una acertada Jennifer Jason Leigh en la voz de Lisa que le cede ternura y alma a la historia. En contraposición, Tom Noonan presta una intencionada voz monótona para el resto de personajes, siendo clave a la hora de contrastar los diálogos y las situaciones presentadas.
En síntesis, Anomalisa es una maravillosa reflexión acerca de la vida; una película melancólica, inolvidable y colmada de una belleza inusual, que salvo algunos problemas de ritmo narrativo al inicio, regala una de las mejores experiencias cinematográficas del año. Imperdible.
La cinta animada es dirigida por los cineastas Charlie Kaufman (guionista de Being John Malkovich, Eternal Sunshine of the Spotless Mind) y Duke Johnson, de manera ingeniosa y detallada, llevando la técnica del stop motion a un hiperrealismo asombroso, donde los espectadores pierden la noción de estar viendo marionetas y se ven inmersos en una historia deprimente y fascinante a la vez.
El guión está a cargo de Kaufman (bajo el seudónimo de Francis Fregoli) quien escribe una magnífica obra; sencilla en su estructura narrativa pero compleja en su planteamiento, donde la soledad, las apariencias, monotonía, el miedo, la frustración, así como el amor y la esperanza convergen en una infinidad de sensaciones que invitan a reflexionar sobre la existencia misma: ¿Qué es estar vivo? ¿Soy feliz? ¡Estoy perdido! ¡Me gustaría poder llorar!
El relato cuenta con elementos narrativos muy originales que favorecen la unidad y sentido de la propuesta: voces monótonas (la misma) en la mayoría de personajes, el uso de "máscaras" que simbolizan las apariencias que la sociedad exige para ser aceptados, el empleo de la palabra Fregoli (nombre del hotel); síndrome neuro-psiquíatrico que se refiere a esas personas que insisten en conocer a otra que realmente no conoce, el apellido del protagonista, Stone; que connota esa incapacidad para identificarse con los demás, entre otros.
A su vez, el término "Anomalisa" lleva una doble significación. Por un lado, se refiere a esas anomalías (desviación respecto de lo que es normal, regular, natural o previsible) que las personas pueden encontrarse en su vida que sirven de escape a la cotidianidad; ya sea un deporte o actividad artística, una mascota, música, hábito, una mirada, voz,..., unificado (brillantemente) con el nombre de la protagonista, Lisa. Por el otro, hace alusión a la mitología japonesa (donde "Anomalisa" significa "diosa del cielo"), analogía mostrada por una antigüedad oriental de gran belleza.
Estos elementos son acompañados por unos grandiosos diálogos que caracterizan psicológicamente a los personajes, dan cuenta de su intencionalidad y contribuyen al ritmo de la narración. Estos están dotados de un exquisito humor negro que hacen más tolerable la atmósfera pesimista del relato. A su vez, es notable la intencionalidad crítica que denotan; mostrado en el penoso discurso de Michael a la audiencia, donde arremete contra los códigos sociales, la corrupción política y la manipulación de la educación pública.
Todos los aspectos técnicos (animación, vestuarios, iluminación, decorados, banda sonora entre otros) están perfectamente cuidados y armonizan de manera impecable con la historia; aumentando la calidad artística de la obra.
El pequeño reparto de actores (tres en total) están excelentes, encabezados por David Thewlis quién presta ese agradable acento británico para representar a Michael Stone; protagonista del filme, acompañado de una acertada Jennifer Jason Leigh en la voz de Lisa que le cede ternura y alma a la historia. En contraposición, Tom Noonan presta una intencionada voz monótona para el resto de personajes, siendo clave a la hora de contrastar los diálogos y las situaciones presentadas.
En síntesis, Anomalisa es una maravillosa reflexión acerca de la vida; una película melancólica, inolvidable y colmada de una belleza inusual, que salvo algunos problemas de ritmo narrativo al inicio, regala una de las mejores experiencias cinematográficas del año. Imperdible.

6,2
3.586
7
11 de febrero de 2016
11 de febrero de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Truth", cuenta la historia basada en hechos reales, de la productora Mary Mapes (Cate Blanchett) y del presentador Dan Rather (Robert Redford), que en medio de las elecciones presidenciales de 2004, intentan junto a un variado grupo de personas, verificar la autenticidad de una información confidencial, donde se ve involucrado al Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, quién aspira nuevamente a la presidencia.
Este filme, está basado en el libro de Mary Mapes, "Truth and Duty: The Press, The President, and The Privilege of Power"; prestigiosa productora e investigadora, que entre sus triunfos profesionales, sobresale el famoso reportaje acerca de las torturas en la prisión militar de Abu Ghraib, y como ésta se inmersa en una investigación que puede significar el reconocimiento mundial o su inminente caída.
La historia es dirigida y adaptada por James Vanderbilt (guionista de Zodiac, The Losers), que plantea un thriller periodístico, donde el espectador se involucra y posiciona con los sucesos narrados. El relato está claramente dividido en dos partes: una primera, donde se presenta a los personajes, ubica temporalmente al espectador, plantea los conflictos (éticos, morales, personales), así como el proceso investigativo llevado a cabo; todo esto estructurado con buen ritmo y precisión. Contrariamente, una segunda parte, que muestra las repercusiones que esa investigación conlleva, siendo reiterativa en su planteamiento, que si bien, tiene escenas memorables y un incremento en el clímax narrativo (cerca del final), resulta menos atractiva en su propuesta.
Por ser una historia basada en las memorias de Mary Mapes, se limita considerablemente (aunque no del todo) el posicionamiento del director con respecto al discurso de la obra, aunque es notable a lo largo del relato, que no se intenta ensalzar ni victimizar (del todo) a la protagonista, lo cual es un detalle que se agradece, ya que permite que el espectador juzgue con sus propios códigos éticos, profesionales, la forma en que actúan estos personajes. En cambio, la banda sonora (compuesta por Brian Tyler), cumple dentro del relato una función evidente; manipular las emociones de los espectadores, que (in)conscientemente se vuelcan a favor de que el reportaje salga a la luz, siendo secundario o inclusive innecesario la veracidad del mismo.
El discurso político, que este tipo de filmes sugieren, es otro de los puntos de análisis que podrían interesar, sin embargo, escapa de los propósitos de esta crítica.
La cinta es rica en detalles y conversaciones, por lo que se utilizan muchos planos medios (corte de la cadera o pecho hacia arriba), primeros planos (barbilla hacia frente), así como poca profundidad de campo (lo que está detrás no esté enfocado, se vea borroso), lo cual permite que los diálogos y las reacciones de los distintos personajes sean el centro de interés y el espectador no se vea distraído en ningún momento.
También, son muy usados los planos detalle (manos, correos electrónicos, nombres de personajes relevantes) que connotan ese mundo que es el periodismo, de investigaciones exhaustivas, emisión y recepción de información, contactos clave, entre otros. Por otro lado, los relojes, bola antiestrés y bebidas alcohólicas reflejan esa presión, frustración, desilusión de la que son parte los personajes durante la historia. Sin embargo, el elemento más significativo dentro de la diégesis, es el uso de los teléfonos, que junto con el fuera de campo (lo que no ve el espectador, pero intuye) son utilizados con acierto; por ejemplo, en las escenas donde se enfoca al teléfono pero no a quién está recibiendo la llamada, dejando a la imaginación del espectador, y contribuyendo al suspenso narrativo.
Otro aspecto importante de recalcar, son las posiciones de la cámara en ángulos picado/contrapicado durante la mayoría de conversaciones, lo cual acentúa esa jerarquización laboral y de poder que existe entre los personajes.
El uso de la luz (Mandy Walker), es alusiva al ambiente tenso que se genera en las oficinas, entrevistas, canales de información y salas de edición, lo cual otorga verosimilitud al relato.
Por su lado, el reparto actoral está formado de grandes intérpretes, encabezados por una constante y estupenda Cate Blanchett, que demuestra con creces, porqué es considerada una de las mejores actrices de la actualidad, en el papel de Mary Mapes, una mujer fuerte, decidida, inteligente, obsesiva con su trabajo; logrando manejar a la perfección cada escena; un insípido Robert Redford, como el presentador Dan Rather, que presenta la misma expresión en toda la película, siendo eclipsado inclusive por secundarios de lujo. Ambos, están acompañados por Dennis Quaid, Elizabeth Moss,Topher Grace, Bruce Greenwood, entre otros, que están correctos en sus respectivos papeles; mención aparte merecen Stacy Keach, como el coronel Burkett, y Noni Hazlehurst, como su esposa; que a pesar de sus pocas escenas, están soberbios.
En síntesis, la ópera prima de Vanderbilt, es un acercamiento a los bombardeos mediáticos, corrupción política, tergiversación y manipulación de la información, conspiraciones, nacionalismo, ética profesional, entre otros temas, que siguen obstaculizando, esa búsqueda incesante del ser humano de conocer la verdad.
Este filme, está basado en el libro de Mary Mapes, "Truth and Duty: The Press, The President, and The Privilege of Power"; prestigiosa productora e investigadora, que entre sus triunfos profesionales, sobresale el famoso reportaje acerca de las torturas en la prisión militar de Abu Ghraib, y como ésta se inmersa en una investigación que puede significar el reconocimiento mundial o su inminente caída.
La historia es dirigida y adaptada por James Vanderbilt (guionista de Zodiac, The Losers), que plantea un thriller periodístico, donde el espectador se involucra y posiciona con los sucesos narrados. El relato está claramente dividido en dos partes: una primera, donde se presenta a los personajes, ubica temporalmente al espectador, plantea los conflictos (éticos, morales, personales), así como el proceso investigativo llevado a cabo; todo esto estructurado con buen ritmo y precisión. Contrariamente, una segunda parte, que muestra las repercusiones que esa investigación conlleva, siendo reiterativa en su planteamiento, que si bien, tiene escenas memorables y un incremento en el clímax narrativo (cerca del final), resulta menos atractiva en su propuesta.
Por ser una historia basada en las memorias de Mary Mapes, se limita considerablemente (aunque no del todo) el posicionamiento del director con respecto al discurso de la obra, aunque es notable a lo largo del relato, que no se intenta ensalzar ni victimizar (del todo) a la protagonista, lo cual es un detalle que se agradece, ya que permite que el espectador juzgue con sus propios códigos éticos, profesionales, la forma en que actúan estos personajes. En cambio, la banda sonora (compuesta por Brian Tyler), cumple dentro del relato una función evidente; manipular las emociones de los espectadores, que (in)conscientemente se vuelcan a favor de que el reportaje salga a la luz, siendo secundario o inclusive innecesario la veracidad del mismo.
El discurso político, que este tipo de filmes sugieren, es otro de los puntos de análisis que podrían interesar, sin embargo, escapa de los propósitos de esta crítica.
La cinta es rica en detalles y conversaciones, por lo que se utilizan muchos planos medios (corte de la cadera o pecho hacia arriba), primeros planos (barbilla hacia frente), así como poca profundidad de campo (lo que está detrás no esté enfocado, se vea borroso), lo cual permite que los diálogos y las reacciones de los distintos personajes sean el centro de interés y el espectador no se vea distraído en ningún momento.
También, son muy usados los planos detalle (manos, correos electrónicos, nombres de personajes relevantes) que connotan ese mundo que es el periodismo, de investigaciones exhaustivas, emisión y recepción de información, contactos clave, entre otros. Por otro lado, los relojes, bola antiestrés y bebidas alcohólicas reflejan esa presión, frustración, desilusión de la que son parte los personajes durante la historia. Sin embargo, el elemento más significativo dentro de la diégesis, es el uso de los teléfonos, que junto con el fuera de campo (lo que no ve el espectador, pero intuye) son utilizados con acierto; por ejemplo, en las escenas donde se enfoca al teléfono pero no a quién está recibiendo la llamada, dejando a la imaginación del espectador, y contribuyendo al suspenso narrativo.
Otro aspecto importante de recalcar, son las posiciones de la cámara en ángulos picado/contrapicado durante la mayoría de conversaciones, lo cual acentúa esa jerarquización laboral y de poder que existe entre los personajes.
El uso de la luz (Mandy Walker), es alusiva al ambiente tenso que se genera en las oficinas, entrevistas, canales de información y salas de edición, lo cual otorga verosimilitud al relato.
Por su lado, el reparto actoral está formado de grandes intérpretes, encabezados por una constante y estupenda Cate Blanchett, que demuestra con creces, porqué es considerada una de las mejores actrices de la actualidad, en el papel de Mary Mapes, una mujer fuerte, decidida, inteligente, obsesiva con su trabajo; logrando manejar a la perfección cada escena; un insípido Robert Redford, como el presentador Dan Rather, que presenta la misma expresión en toda la película, siendo eclipsado inclusive por secundarios de lujo. Ambos, están acompañados por Dennis Quaid, Elizabeth Moss,Topher Grace, Bruce Greenwood, entre otros, que están correctos en sus respectivos papeles; mención aparte merecen Stacy Keach, como el coronel Burkett, y Noni Hazlehurst, como su esposa; que a pesar de sus pocas escenas, están soberbios.
En síntesis, la ópera prima de Vanderbilt, es un acercamiento a los bombardeos mediáticos, corrupción política, tergiversación y manipulación de la información, conspiraciones, nacionalismo, ética profesional, entre otros temas, que siguen obstaculizando, esa búsqueda incesante del ser humano de conocer la verdad.

6,4
2.962
8
10 de febrero de 2016
10 de febrero de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Grandma", es la historia de Elle (Lily Tomlin), una mujer que acaba de terminar su relación sentimental con Olive(Judy Greer), y que inesperadamente recibe la visita de su nieta Sage (Julia Garner), quien le pide dinero. Ambas deciden hacer algunas visitas a viejas amistades, lo que hará que comiencen a desvelarse algunos secretos.
Esta cinta indie, dirigida y escrita por Paul Weitz (American Pie, Admission), de escasos pero suficientes 79 minutos, es un claro ejemplo de que no se necesita contar con un gran presupuesto, pertenecer a una famosa productora, o extenderse por más de dos horas para ofrecer una historia de calidad.
La historia, en un primer acercamiento, tiene un planteamiento sencillo, sin embargo, lo que la hace compleja e interesante , son los diálogos cargados de un humor fino y negro, que evoca a los personajes a reflexionar sobre sus decisiones en el pasado.
Es contada de manera lineal, mientras los personajes interactúan entre ellos, y salen a la luz recuerdos y sentimientos que convergen e influyen en las acciones de estos. Se estructura en seis secuencias, rotuladas con una palabra que funcionará como elemento narrativo , y en un sentido más retórico, como esencia de la historia misma. Este viaje (literal y emocional), es llevado con buen ritmo por el preciso trabajo de montaje realizado por Jon Corn.
El reparto actoral es de los elementos más sobresalientes de la cinta, encabezados por una estupenda Lily Tomlin, que hace suyo el papel de mujer académica, liberal, irreverente y cascarrabias, que logra desenterrar sentimientos y recuerdos que hacen de Elle, un personaje complejo, adorable, interesante e inolvidable, lleno de matices que permiten al espectador reír sus ocurrencias y sentir pena por sus aflicciones; merecedora de cualquier premio a nivel interpretativo. A su vez, es acompañada de secundarios que cumplen dentro de la historia; una tierna Julia Garner, una extrovertida Laverne Cox, una odiosa y algo sobreactuada Marcia Gay Harden y un estupendo Sam Elliot.
La banda sonora (Joel P. West) sin ser apabullante, acompaña con gracia las escenas de carretera de Elle y su nieta Sage,así como los cambios de secuencias, facilitando la transición de la mismas y otorgando ritmo al filme.
En síntesis, es una historia sincera, emotiva, inteligente, que toca temas complejos con gracia y tacto, sin entrar en sentimentalismos absurdos ni finales espectaculares, invitando a los espectadores a hacer un alto y reflexionar sobre la vida, porque al final de cuentas "Times passes. That´s for sure" (Eileen Myles).
Esta cinta indie, dirigida y escrita por Paul Weitz (American Pie, Admission), de escasos pero suficientes 79 minutos, es un claro ejemplo de que no se necesita contar con un gran presupuesto, pertenecer a una famosa productora, o extenderse por más de dos horas para ofrecer una historia de calidad.
La historia, en un primer acercamiento, tiene un planteamiento sencillo, sin embargo, lo que la hace compleja e interesante , son los diálogos cargados de un humor fino y negro, que evoca a los personajes a reflexionar sobre sus decisiones en el pasado.
Es contada de manera lineal, mientras los personajes interactúan entre ellos, y salen a la luz recuerdos y sentimientos que convergen e influyen en las acciones de estos. Se estructura en seis secuencias, rotuladas con una palabra que funcionará como elemento narrativo , y en un sentido más retórico, como esencia de la historia misma. Este viaje (literal y emocional), es llevado con buen ritmo por el preciso trabajo de montaje realizado por Jon Corn.
El reparto actoral es de los elementos más sobresalientes de la cinta, encabezados por una estupenda Lily Tomlin, que hace suyo el papel de mujer académica, liberal, irreverente y cascarrabias, que logra desenterrar sentimientos y recuerdos que hacen de Elle, un personaje complejo, adorable, interesante e inolvidable, lleno de matices que permiten al espectador reír sus ocurrencias y sentir pena por sus aflicciones; merecedora de cualquier premio a nivel interpretativo. A su vez, es acompañada de secundarios que cumplen dentro de la historia; una tierna Julia Garner, una extrovertida Laverne Cox, una odiosa y algo sobreactuada Marcia Gay Harden y un estupendo Sam Elliot.
La banda sonora (Joel P. West) sin ser apabullante, acompaña con gracia las escenas de carretera de Elle y su nieta Sage,así como los cambios de secuencias, facilitando la transición de la mismas y otorgando ritmo al filme.
En síntesis, es una historia sincera, emotiva, inteligente, que toca temas complejos con gracia y tacto, sin entrar en sentimentalismos absurdos ni finales espectaculares, invitando a los espectadores a hacer un alto y reflexionar sobre la vida, porque al final de cuentas "Times passes. That´s for sure" (Eileen Myles).

6,7
29.043
6
15 de febrero de 2016
15 de febrero de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
"The Danish Girl" está basada en la verídica historia de una pareja de artistas daneses, Einar (Eddie Redmayne) y Gerda Wegener (Alicia Vikander). La vida de ambos da un giro inesperado cuando Einar decide someterse a una operación de cambio de sexo; siendo la primer persona en el mundo en hacerlo.
La película es dirigida por Tom Hooper (The King's Speech,Les Misérables), cineasta británico, que realiza un emotivo relato de amor y aceptación, de manera elegante y contenida. El guión escrito por Lucinda Coxon; basada en la novela homónima de David Ebershoff, se centra en la relación de pareja, en la búsqueda de identidad y el amor incondicional, sin embargo, el tratamiento de la transexualidad resulta escaso y somero.
Al tratarse de una novela biográfica, es indispensable y enriquecedor, el conocer acerca de las repercusiones sociales-políticas-culturales que suscitan los hechos narrados, dicho de otra manera, comprender sobre el contexto donde se ubica la historia. Es en este aspecto donde el relato resulta flojo, debido al enfoque mesurado y convencional del discurso, que busca directamente que los espectadores se sientan conmovidos e identificados con los personajes. Por el contrario, evita dar información que permita visionar otras perspectivas del conflicto; un acercamiento más descarnado y realista de la transexualidad.
La historia es narrada de manera lineal y se estructura en tres partes: la primera (más notable de las tres) que presenta a los personajes, su estilo de vida y plantea el conflicto central; una segunda parte que desarrolla la lucha interna de Einar/Lili y el vínculo que sostiene con su esposa Gerda; finalmente, un desenlace sensiblero, previsible y típico de las producciones Hollywoodenses.
Con respecto al apartado técnico es destacable la fotografía de Danny Cohen, que dota a la imagen de una simetría hermosamente detallada, la cual funciona como elemento estético y narrativo; debido a que connota esa sociedad con mentalidad cuadrada, rígida, opresiva. A su vez, otro elemento relevante es el nivel desequilibrado de la imagen (doblada con respecto al horizonte) que simboliza la inestabilidad interna y matrimonial que aflige a los personajes, así como ese sentimiento de no encajar en el mundo.
Los elementos profílmicos (escenografía, vestuario, maquillaje), proveen una atmósfera espléndida y distinguida, acorde a la época representada. Memorable trabajo en estos apartados; reconocido por la Academia con una nominación a mejor diseño de vestuario para el español Paco Delgado.
La banda sonora a cargo del compositor Alexandre Desplat (The Grand hotel Budapest) es nostálgica y elegante, busca emocionar a los espectadores, sin embargo, no es de sus mejores trabajos, resultando en algunas escenas tediosa e insignificante.
Mención aparte merecen las buenas actuaciones de los protagonistas; el ganador del Oscar, Eddie Redmayne, interpreta a Einar/ Lili con gracia, sin parodias ni exageraciones, logrando una actuación memorable y compleja; una estupenda Alicia Vikander como Gerda, la esposa de Einar, personaje que aborda con frescura, delicadeza y sinceridad; siendo el 2015 un magnífico año para la actriz (soberbia también en Ex Machina). Ambos actores consiguieron la nominación a los premios de la Academia en las categorías de actor principal y actriz de reparto, respectivamente.
En síntesis, es una interesante historia de amor y superación, con soberbias actuaciones y destacable en aspectos técnicos, sin embargo, falla en su planteamiento, por lo convencional y distante con que aborda la transgresión de género. Con algunos riesgos narrativos y estéticos habría resultado mucho más atractiva.
La película es dirigida por Tom Hooper (The King's Speech,Les Misérables), cineasta británico, que realiza un emotivo relato de amor y aceptación, de manera elegante y contenida. El guión escrito por Lucinda Coxon; basada en la novela homónima de David Ebershoff, se centra en la relación de pareja, en la búsqueda de identidad y el amor incondicional, sin embargo, el tratamiento de la transexualidad resulta escaso y somero.
Al tratarse de una novela biográfica, es indispensable y enriquecedor, el conocer acerca de las repercusiones sociales-políticas-culturales que suscitan los hechos narrados, dicho de otra manera, comprender sobre el contexto donde se ubica la historia. Es en este aspecto donde el relato resulta flojo, debido al enfoque mesurado y convencional del discurso, que busca directamente que los espectadores se sientan conmovidos e identificados con los personajes. Por el contrario, evita dar información que permita visionar otras perspectivas del conflicto; un acercamiento más descarnado y realista de la transexualidad.
La historia es narrada de manera lineal y se estructura en tres partes: la primera (más notable de las tres) que presenta a los personajes, su estilo de vida y plantea el conflicto central; una segunda parte que desarrolla la lucha interna de Einar/Lili y el vínculo que sostiene con su esposa Gerda; finalmente, un desenlace sensiblero, previsible y típico de las producciones Hollywoodenses.
Con respecto al apartado técnico es destacable la fotografía de Danny Cohen, que dota a la imagen de una simetría hermosamente detallada, la cual funciona como elemento estético y narrativo; debido a que connota esa sociedad con mentalidad cuadrada, rígida, opresiva. A su vez, otro elemento relevante es el nivel desequilibrado de la imagen (doblada con respecto al horizonte) que simboliza la inestabilidad interna y matrimonial que aflige a los personajes, así como ese sentimiento de no encajar en el mundo.
Los elementos profílmicos (escenografía, vestuario, maquillaje), proveen una atmósfera espléndida y distinguida, acorde a la época representada. Memorable trabajo en estos apartados; reconocido por la Academia con una nominación a mejor diseño de vestuario para el español Paco Delgado.
La banda sonora a cargo del compositor Alexandre Desplat (The Grand hotel Budapest) es nostálgica y elegante, busca emocionar a los espectadores, sin embargo, no es de sus mejores trabajos, resultando en algunas escenas tediosa e insignificante.
Mención aparte merecen las buenas actuaciones de los protagonistas; el ganador del Oscar, Eddie Redmayne, interpreta a Einar/ Lili con gracia, sin parodias ni exageraciones, logrando una actuación memorable y compleja; una estupenda Alicia Vikander como Gerda, la esposa de Einar, personaje que aborda con frescura, delicadeza y sinceridad; siendo el 2015 un magnífico año para la actriz (soberbia también en Ex Machina). Ambos actores consiguieron la nominación a los premios de la Academia en las categorías de actor principal y actriz de reparto, respectivamente.
En síntesis, es una interesante historia de amor y superación, con soberbias actuaciones y destacable en aspectos técnicos, sin embargo, falla en su planteamiento, por lo convencional y distante con que aborda la transgresión de género. Con algunos riesgos narrativos y estéticos habría resultado mucho más atractiva.

7,1
55.873
9
11 de febrero de 2016
11 de febrero de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
"Ex Machina", narra la historia de Caleb (Domhnall Gleeson), un joven programador de la empresa Bluebook, que es seleccionado por su jefe, Nathan (Oscar Isaac), a visitar su remota residencia, para que participe en un test que evaluará a su última creación: un androide con inteligencia artificial llamado AVA (Alicia Vikander).
Alex Garland, guionista de títulos como "28 days later" y "Sunshine", escribe y dirige este thriller psicológico con buen pulso e inteligencia. La historia es narrada de manera lineal, donde se muestra las vivencias de Caleb, durante los siete días que dura su estadía en la lujosa casa-laboratorio de Nathan.
Por un lado se muestra la relación personal-laboral entre estos dos personajes, mediante las conversaciones que sostienen, dan cuenta al espectador de información valiosa acerca de su percepción de mundo, aspiraciones y cuestionamientos morales, enriquecidos por diálogos densos con claras analogías a obras como Frankenstein de Mary Shelley, a las pinturas expresionistas de Pollock o al personaje biblico del Génesis, Eva.
Del mismo modo, se muestran las sesiones (siete en total) del desarrollo del test entre Caleb y AVA, lo que resulta de lo mejor del filme. Esto acompañado de diálogos sútiles, que entretejen la conexión inevitable entre estos dos personajes. Cada sesión es rotulada en fondo negro, lo cual dota al relato de temporalidad, y permite que el espectador se sitúe y se sienta incómodo al acercarse el final del test.
Contrariamente, las escenas filmadas en los espacios naturales (cataratas, caminatas, vista al río), distorsionan la claustrofobia que envuelve al protagonista , que ha sido cuidadosamente remarcada por la falta de ventanas, teléfono, personal, confidencialidad extrema, luz tenue, vigilancia continua, entre otros elementos, lo que viene a distraer del relato el suspenso que envuelve a los espectadores y al mismo Caleb, acompañados de diálogos sin mucha trascendencia para la historia.
La historia está contada prácticamente en su totalidad desde el punto de vista de Caleb, lo que permite que los hechos se vayan conociendo junto a él, introduciendo al espectador en los sucesos contados y en el -no- conocimiento de qué ocurre en las demás partes de la casa, generando intriga y suspenso. En los únicos momentos que no se cumple este elemento narrativo es cuando Nathan observa las sesiones del test o al llegar el final de la historia.
Uno de los aspectos más destacados del filme es el uso de la luz y el color (buen trabajo de Rob Hardy), dotando a los espacios de realismo y que sitúan a los personajes, en un moderno laboratorio de investigación, haciendo uso de la luz tenue para enmarcar el elemento de la intriga con el uso de los primeros planos y planos detalle. Así mismo, los colores tiene una función notable dentro de la diégesis ; el uso del blanco (camisas de Nathan y Caleb, vestidos de asistente asiática y AVA) vienen a hacer alusión de la "inocencia, pureza, honestidad" de las acciones de los personajes, por su parte el uso de verdes y azules en la naturaleza connotan "inteligencia, tranquilidad, confianza" , así como el uso de tonalidades rojas (a la hora de los cortes de energía) vincula a los personajes en "pasión, deseo y seducción", lo cual agrega matices no solo narrativos sino psicológicos.
Otro aspecto técnico notable es la música sofocante compuesta por Geoff Barrow y Ben Salisbury, que acompaña generando expectación e incomodidad en el espectador como testigo de la historia; elemento esencial en un buen thriller psicológico.
El reparto actoral está muy bien, un Domhnall Gleeson (Star Wars VII, The Revenant) como Caleb, que cumple con lo requerido como joven inteligente, frágil, pasional; un contundente Oscar Isaac (Drive, A most violent year) como Nathan, genio de la robótica, pretencioso y cínico; sin embargo la que sobresale del elenco es la actriz sueca Alicia Vikander (The Danish Girl) como la andrógena AVA, haciendo una interpretación complicadísima, usando expresividad facial mínima pero con la que logra transmitir emociones (o eso parece puesto que es un robot) y un preciso lenguaje corporal dotando al personaje de credibilidad y autenticidad, lo cual es un elemento primordial para que el espectador entre en ese juego mental irresistible que pretende el relato.
No se puede dejar de lado los magníficos efectos visuales que otorgan verosimilitud a la historia, debido al realismo de los andrógenos y sus complejos circuitos. Gran trabajo que fue reconocido por la Academia con una nominación en esta categoría.
Garland con su ópera prima se aventuró a dirigir un filme moderno que plantea dilemas existenciales, sociales, morales, que dan cabida para múltiples valoraciones y análisis, que escapan del objetivo de esta crítica. Si bien no es un filme perfecto, es un buen trabajo de esa necesidad del ser humano de jugar a ser un dios, y de como la ciencia puede llegar a niveles (in)imaginables en un futuro (no muy lejano).
Alex Garland, guionista de títulos como "28 days later" y "Sunshine", escribe y dirige este thriller psicológico con buen pulso e inteligencia. La historia es narrada de manera lineal, donde se muestra las vivencias de Caleb, durante los siete días que dura su estadía en la lujosa casa-laboratorio de Nathan.
Por un lado se muestra la relación personal-laboral entre estos dos personajes, mediante las conversaciones que sostienen, dan cuenta al espectador de información valiosa acerca de su percepción de mundo, aspiraciones y cuestionamientos morales, enriquecidos por diálogos densos con claras analogías a obras como Frankenstein de Mary Shelley, a las pinturas expresionistas de Pollock o al personaje biblico del Génesis, Eva.
Del mismo modo, se muestran las sesiones (siete en total) del desarrollo del test entre Caleb y AVA, lo que resulta de lo mejor del filme. Esto acompañado de diálogos sútiles, que entretejen la conexión inevitable entre estos dos personajes. Cada sesión es rotulada en fondo negro, lo cual dota al relato de temporalidad, y permite que el espectador se sitúe y se sienta incómodo al acercarse el final del test.
Contrariamente, las escenas filmadas en los espacios naturales (cataratas, caminatas, vista al río), distorsionan la claustrofobia que envuelve al protagonista , que ha sido cuidadosamente remarcada por la falta de ventanas, teléfono, personal, confidencialidad extrema, luz tenue, vigilancia continua, entre otros elementos, lo que viene a distraer del relato el suspenso que envuelve a los espectadores y al mismo Caleb, acompañados de diálogos sin mucha trascendencia para la historia.
La historia está contada prácticamente en su totalidad desde el punto de vista de Caleb, lo que permite que los hechos se vayan conociendo junto a él, introduciendo al espectador en los sucesos contados y en el -no- conocimiento de qué ocurre en las demás partes de la casa, generando intriga y suspenso. En los únicos momentos que no se cumple este elemento narrativo es cuando Nathan observa las sesiones del test o al llegar el final de la historia.
Uno de los aspectos más destacados del filme es el uso de la luz y el color (buen trabajo de Rob Hardy), dotando a los espacios de realismo y que sitúan a los personajes, en un moderno laboratorio de investigación, haciendo uso de la luz tenue para enmarcar el elemento de la intriga con el uso de los primeros planos y planos detalle. Así mismo, los colores tiene una función notable dentro de la diégesis ; el uso del blanco (camisas de Nathan y Caleb, vestidos de asistente asiática y AVA) vienen a hacer alusión de la "inocencia, pureza, honestidad" de las acciones de los personajes, por su parte el uso de verdes y azules en la naturaleza connotan "inteligencia, tranquilidad, confianza" , así como el uso de tonalidades rojas (a la hora de los cortes de energía) vincula a los personajes en "pasión, deseo y seducción", lo cual agrega matices no solo narrativos sino psicológicos.
Otro aspecto técnico notable es la música sofocante compuesta por Geoff Barrow y Ben Salisbury, que acompaña generando expectación e incomodidad en el espectador como testigo de la historia; elemento esencial en un buen thriller psicológico.
El reparto actoral está muy bien, un Domhnall Gleeson (Star Wars VII, The Revenant) como Caleb, que cumple con lo requerido como joven inteligente, frágil, pasional; un contundente Oscar Isaac (Drive, A most violent year) como Nathan, genio de la robótica, pretencioso y cínico; sin embargo la que sobresale del elenco es la actriz sueca Alicia Vikander (The Danish Girl) como la andrógena AVA, haciendo una interpretación complicadísima, usando expresividad facial mínima pero con la que logra transmitir emociones (o eso parece puesto que es un robot) y un preciso lenguaje corporal dotando al personaje de credibilidad y autenticidad, lo cual es un elemento primordial para que el espectador entre en ese juego mental irresistible que pretende el relato.
No se puede dejar de lado los magníficos efectos visuales que otorgan verosimilitud a la historia, debido al realismo de los andrógenos y sus complejos circuitos. Gran trabajo que fue reconocido por la Academia con una nominación en esta categoría.
Garland con su ópera prima se aventuró a dirigir un filme moderno que plantea dilemas existenciales, sociales, morales, que dan cabida para múltiples valoraciones y análisis, que escapan del objetivo de esta crítica. Si bien no es un filme perfecto, es un buen trabajo de esa necesidad del ser humano de jugar a ser un dios, y de como la ciencia puede llegar a niveles (in)imaginables en un futuro (no muy lejano).
Más sobre Dennis0021
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here