Es una gran película con unos grandes actores. El comienzo es magistral con una fuerza sobrecogedora, algo que se repite un par de veces en la película. El guión se debería de haber profundizado un poco más ya que no se sabe casi nada del pasado del personaje y no sabemos lo que lo ha llevado a esa situación.

La labor de los actores es muy convincente destacando a Ed Harris y a Viggo Mortensen. El primero consigue transmitirnos la sensación de un tipo extraño que no sabemos quién es y eso consigue atraparnos en su historia. Tiene unos momentos muy interesantes este personaje. La escena del patio de la casa de Tom está increíblemente conseguida con una violencia explícita y a la vez necesaria lo que hace que hayan escenas que te hagan temblar en la butaca. Viggo hace gala de su capacidad de ganarse al público con su manera de actuar. En la película no se nota en ningún momento que sobreactue y sabe darle a cada escena la fuerza necesaria para que el espectador crea lo que está viendo.

El único punto flojo lo encuentro en un guión algo superficial que hubiera ganado enteros dando un poco más de profundidad al pasado de Tom ya que seguramente sea más interesante de lo que se nos quiere mostrar en la película.

Es, sin duda, la mejor película de Tim Burton. Mejor que Batman, más emocionante que Eduardo Manostijeras. Tiene un ritmo lento y a la vez frenético. Cuando uno está viendo esta pelicula sólo piensa en que nunca se acabe, en que ese viejo moribundo siga contando esas historias que te hacen reir y soñar. Casi hace que cada historia se quede en tu memoria para siempre y sueñas con que esas historias también te pasen a ti. Porque no es una típica pelicula en que existe un hombre malvado que deba ser eliminado, sino de una pelicula sobre la verdad y si esa verdad debería ser adornada con la ficción haciendo que sea aún más interesante que lo verídico. Quizás la realidad sea demasiado aburrida.