No es de dudar que el excelientísimo trabajo realizado por los Coen es una muestra bastante autosuficiente de inteligencia emocional y estrategia académica. La trama de "No country for old men" es una de las pocas magníficas realizaciones de las películas sobre asesinos en Norteamérica . Digo esto, porque la que a mi juicio venía siendo la mejor "El resplandor", es lejos superada.

Sin embargo, para ser un poco más duros, el gran logro de la pelicula es el casting y no porque trabajen algunos "grandes" del cine hollywoodense como Tommy Lee Jones (quién hace un papel deplorable para la película), sino por la brillante e impecable actuación de Javier Bardem. Una vez más, el cine español viene a recordarnos su majestuosidad en materia de talento escénico. Siempre han sido mejores que los estadounidenses.

Bardem ya nos había dejado con la boca abierta antes, con Mar Adentro. ¡Qué corazón que existe en cada actuación de este maestro indiscutido de la pantalla grande! Tanto es que, el asesino que interpreta termina siendo el jovencito de la película (de una manera extravagante, pero idolatrada al fin), y eso nadie puede negarlo. Me alegra por él, por el pueblo español y todos los latinos en general, un ejemplo a seguir.

Bardem es digno merecedor del Oscar y si se pudiera, debieran darle algo mejor (indudablemente tendrá alguna recompensa con un gran fajo de billetes y próximos papeles), sólo esperemos que el mundo de las luces, las alfombras rojas, las manitos en el suelo y la farándula hollywoodense no acaben haciendo de Bardem un actor como cualquier otro, trabajando en esas malas películas como Misión Imposible o Titanic o Harry Potter. Bardem debe poner la vara alta, para terminar siendo considerado en cuarenta años más, el mejor actor de la historia del cine español y mundial en el siglo XXI.