Disney lo vuelve a hacer (para mal). Volvemos a encontrarnos otro ejemplo más de cómo Disney se ha convertido en una máquina de comida rápida. Pero lo peor es que sabe mal.

Menos de una hora he aguantado. Podríamos perdonar la baja calidad de las nuevas producciones Disney bajo la premisa de que necesitan contenido para su plataforma de streaming. Se puede entender que más productos en menos tiempo conlleva menos calidad. Pero todo esto es superado por el activismo woke de la película.

En menos de una hora ya comienzan con que si el veganismo y el patriarcado. Lejos quedó cuando te ponías una película para pasar un tiempo entretenido. La película podía ser mala, entretener algo, pero no era un panfleto de activismo barato.

Dejando de lado eso, ya al comienzo de la película se ve algún efecto de "magia" innecesario que no encaja (lucecitas entre los dedos). Estas películas de aventura que involucran a niños suele funcionar cuando está ambientada en los ochenta/noventa. Ejemplo de por qué Stranger Things funciona (dejando de lado la calidad de las últimas temporadas).

La magia de Hocus Pocus original reside entre otras cosas en ese tonillo de los noventa. Aquí parece que estamos viendo un proyecto de carrera en la que se cuida más de tener rellenos todos los tick "modernos" (inclusión, feminismo, veganismo, minorías racializadas) que de entretener.

Si tienen ganas de brujas, magia y "terror", vean la original y películas como Pesadilla (2015), Las brujas (1990), Las brujas de Eastwisk (1987). Tienen sus años pero siguen funcionando.