Una película que explora en el interior de almas dolidas y solitarias, cada una de ellas con una manera diferente de afrontarlo. No me canso de verla.

Para los que ya están algo aburridos de las películas de ciencia ficción que muestran un fururo rodeado de robots y parajes cibernéticos. Una llamada de auxilio para un futuro no muy lejano. Dirección y fotografía espléndidos y que decir de los actores, mención especial a Michael Caine.

Algunos con mucho no son capaces ni de mantenerte despierto delante de la pantalla, y otros como en esta ocasión te mantienen entretenido con una historia con poco peso pero con mucho valor.

Una de las grandes interpretaciones de Kidman que más tarde tiró por la borda con bodrios ya por todos conocidos. Una mezcla entre el mundo del teatro y del cine llevada a la perfección por un gran director.