Sony se pasó, en cada película sólo repetía la misma fórmula de agregar fanservice pero esto es ya una pornografía de fanservice, sobrecargada de cameos, referencias, nostalgia, etc, gratuitamente más que nunca, que si bien se puede aprobar pero de manera superficial, es fanservice puro y duro, Se pasa todo el tiempo haciendo eso que se pierde una vez más la sensación de una película individual.

El guión barato, un revoltijo recargado de subtramas, con personajes de relleno mal puestos y los nuevos mal presentados sin fondo, sin definición en la trama, puro capricho arbitral.

Historia incoherente, sin originalidad, todos los personajes y situaciones son recicladas, comete los mismos vicios de siempre pero peor, personajes secundarios y villanos con nulo desarrollo, personajes de relleno, en la trama todo ocurre y se resuelve porque si, los personajes aparecen y desaparecen según convenga el guión, subtramas que no terminan sirviendo para nada siendo otra película continuista y conformista más.

En la dirección Watts está más mercenario que nunca, pone el piloto automático como siempre pero todo está más mecánico, rápido y rutinario, como siempre el peor director que ha dirigido películas de Spider-Man, también al tener mucho control Sony se nota que la dirección de Watts tiene el mismo cometido que los otros que dirigen los Spin-off arácnidos.

En fin, fanservice sobre fanservice cada 5 min en un festival del todo-vale tan conveniente, forzado como arbitrario a partes iguales, esto no parece Cine, es un comercial largo de productos Sony y Marvel descaradamente, si quitamos los fanservice de esta trilogía quedaría en nada, sería lo que siempre fueron: películas del montón.

Grandes nombres del cine de acción que dominaron las pantallas en las últimas décadas del siglo XX, un sueño hecho realidad que estén todos ellos juntos en una sola película, por solo ese único motivo la película ya es histórica de por sí.

Cuando salieron las primeras noticias sobre este film, se pensó que era una imposibilidad mayúscula unir tantas leyendas, pero Stallone lo hizo de nuevo, tras un retorno exitoso a sus personajes emblemáticos en John Rambo y Rocky Balboa, el buen Sly decidió dar un merecido homenaje a esas películas de sus años de gloria donde campeaba la acción, el humor, con testosterona en altísimos niveles, en una época que ya estaba dejando de existir estos héroes de acción de antaño, Sly decidió lanzarse una vez más al ruedo con el pecho musculoso descubierto al rescate del macho puro cinematográfico.

Fiel a su estilo de desarrollar el máximo espectáculo cinéfilo posible pero sin olvidar que es la historia la que debe justificar toda la acción, Sly se ha preocupado de dotar de personalidad a cada uno de sus colegas y darles su momento de gloria, aunque algunos del cast elegido no eran muy conocidos en ese momento, Sly supo encontrar el lado inédito no explotado de cada uno de esos. Es sorprendente la vitalidad que muestra Sly a una edad en que otros piensan ya en el retiro.

Podría decirse que la nostalgia es un ingrediente básico de The Expendables pues no solo reúne un reparto de época que es consciente que ya no están en sus años mozos pero que aun dan una lucha dura, Encarnan a un grupo de mercenarios y se enfrentan a un dictador, es decir una trama muy del siglo XX.

Al ver el film uno no deja de pensar en los actores como leyendas vivas e iconos del género, ellos encarnan a los héroes que eran el ideal de juventud de la época, o tal vez villanos que eran también parte de la fantasía de cualquiera de misma época.

Están la mayoría de ellos, algunos como Steven Seagal o JCVD, de quienes se dice se rehusaron a participar pues aspiraban a mayor tiempo en pantalla. Willis y Schwarzenegger se las arreglaron para tener una escena junto a Sly, algo que dilata de puro gusto las pupilas, el triunvirato junto, y se pensaba que solo se daba en las inauguraciones de los restaurantes Planet Holywood de los cuales son dueños, lástima que no pudieron quedarse en todo el film.

Este film tiene de todo y para todos, los que vivieron las épocas de oro de estos grandes actores de acción, verán una propuesta cumplirse ante sus ojos, los que no vivieron esa época verán una aceptable divertimento, como se hacían antes, sin tanto CGI y Croma.

The Matrix incorporó la acción bullet time, que amplificaba y dramatizaba las escenas gracias a las técnicas digitales que permite congelar las imágenes mientras la cámara se sigue desplazando en el espacio era una dramaturgia de estímulos, intensificación sensorial y audiovisual, que suspendían la verosimilitud en favor de la emoción y la narrativa. Fue una gran aportación y parte de su éxito, mil veces imitada y jamás igualada, ni siquiera por sus inferiores secuelas.

Eso sería su principal originalidad aunque su buen tratamiento estético que la volvió icónica y emblemática en parte también fue que eran cosas de la época de los noventas, por lo tanto la película generalmente no ha envejecido mal, siendo la obra maestra de los Wachowski.

Sony ya desinteresada de aguantar a cineastas y actores con exigencias creativas decide hacer otro reboot más, ya con la ayuda de Marvel, para ahora sí tener el control absoluto de la franquicia y esta ya no volvería a ser la misma, todo seria calculado, con el piloto automático, poniendo a gente mercenaria, colocando a cualquier cineasta impersonal del montón como Jon Watts, con un libreto continuista y muy dependiente del MCU, con personajes de relleno como sea, va divagando con subtramas insulsas, los defectos que tenían las dos anteriores versiones en vez de mejorarlas la empeora, peor historia, peor protagonista, peor traje, peores compañeros de clase, peor tía May, etc.

Los personajes secundarios son solo simples comparsas huecos, sin desarrollo, Iron Man es un añadido gratuito, solo para exhibición de fanservice gratuitamente, se ve que partir de aquí eso sería la constante de esta versión.

Por la culpa de esta alianza Sony-Marvel se originó fallos de cronología he incoherencias como el sentido Arácnido que se olvidó poner Sony.

El guión simplón, convencional, sin originalidad, flojo y vacuo, el Spider-Man de Holland solo aportó como personaje no como película, esta misma es solo pasajera e intrascendente con las fórmulas del cine de adolescentes más genérica y manida posible.

Dirección genérica, plana, sin estilo, anodino, se limita a reproducir los manidos tópicos y clichés de las comedias adolescentes sin personalidad, de forma rutinaria, las escenas de acción son insípidas. Demostrando que Watts es solo un director sin personalidad propia, solo que la popularidad y el tirón del personaje le ha ayudado a tapar esas faltas aparentemente.

Técnicamente no destaca en nada, los efectos especiales y visuales, son sólo aceptables, todo parece que se ha querido cumplir con lo mínimo.

No es suficiente que el film solo tenga un tono ligero y amigable, sino que tenga solidez, coherencia y si es posible algo de estilo propio. Sony ni con la ayuda de Marvel ha podido hacer algo mejor, quedando como el peor Spider-Man y las peores películas.

En resumen, entretenimiento superficial, que le ayudó mucho la popularidad de su primera aparición, la publicidad, demostrando que eso mismo fue mejor que la propia película, porque aparte de colgarse del MCU, no tiene una buena base sobre la que apoyarse y sus cimientos fue pura estrategia comercial, pero que le funcionó bien.

Luego de saber que puede trepar paredes, dar enormes saltos y segregar telarañas por las manos, Peter Parker decide diseñarse un traje para presentarse a un torneo de lucha, armado de lápices y plumones, Peter dibuja y pinta el personaje concebido por Steve Ditko para las historias del legendario escritor Stan Lee. Pero habiendo vislumbrado tan precisamente su atuendo se presenta a la pelea con uno casero. Después de que muere un ser querido, Peter decide tomarse el ser superhéroe en serio, y aparece con el traje que todos conocemos y él imaginó.

El atuendo del Duende Verde ostenta una máscara con un rictus de carcajada congelada, lo que es un absurdo si se cuenta detrás con el rostro naturalmente anguloso hasta lo expresionista de Willian Dafoe, sus ojos saltones como en Speed 2 eran los de un villano de cómic en busca de esta película: retocar digitalmente o maquillar esa cara hubiera estado perfectamente justificado por el hecho de que su personaje ha bebido una sustancia química y ha sido introducido en una máquina que ha cambiado su metabolismo, y es lo único que cabe pedir, sobretodo al haber descartado un mejor diseño anterior del Duende.

Importa más que ha reaparecido la particular sensibilidad visual del San Raimi de sus películas de los 80s y la primera mitad de los 90s, que se cuentan entre lo más parecido a historietas que se ha hecho en cine, hasta en ese momento.

Hay una virtud en la trama clarísima del film: el surgimiento paralelo de Spider-Man y el Duende Verde, siguiendo el camino del esquema de vidas paralelas héroe-villano, cruzándose en el camino de una historia de amor enmarcada en Queens, a partir de donde Peter, y su idolatrada Mary Jane, hacen sus incursiones en el mercado laboral de Manhattan una vez egresados del colegio.

Los contrastes atraviesan la película -el nerd frente a los abusivos de la clase, el modesto frente a su adinerado mejor amigo, etc.- y Tobey Maguire sabe humanizarlos, solo faltaba un traje de Duende Verde que esté a la par, gesticulando a través de su monstruosidad física, su deformación moral, para que sea la perfecta adaptación de historieta a cine que estaba a punto de ser.