Los efectos especiales (es una producción española) son lo único destacable de la cinta. Vale que detrás haya una historia tan real como dura, pero me quedo frío en el transcurso de la misma. El niño mayor de la familia no me gusta nada, dudo que en la historia real se comportara así de seguro y poco asustado en algunas escenas, pareciendo más un pequeño Chuck Norris que un niño que acaba de ver cómo un tsunami acaba de llevarse a su familia por delante. Creo que falta dramatismo en algunas escenas. Exceso de sentimentalismo también.

Una película comercial a más no poder, promocionada de forma magistral, un entretenimiento que se olvida tan pronto como se consume.

Es una cinta para seguir amando a los animales, para entender su instinto, su crueldad y por supuesto también su humanidad. Una preciosa historia de supervivencia y de amistad entre este inquieto y soñador niño y su inesperado compañero de viaje. Ang Lee maneja muy bien los tiempos de la narración; una introducción en la infancia del protagonista, antes de entrar de lleno en el grueso de la trama, sin resultar pesado, y sorprendiendo con mini aventuras dentro de la película. La parte final resulta muy emotiva, y el último fotograma consigue que te termines de enamorar de La Vida De Pi.