Ésta película de acción no es más que una inversión fallida de un enorme contenido gráfico y recopilatorio de todos los posibles tópicos y clichés del cine de aviones de combate.
En definitiva, si te gusta el género te emocianarás con el devenir de los personajes, pero si no es de tu agrado puede que te diviertas un rato con sus efectos especiales y tratando de predecir, con un alto porcentaje de posibilidades de acierto, que pasará en la escena siguiente.

Nunca había visto un documental tan bien estructurado, técnico y de tal alcance, tanto en profundidad como en extensión. Es inimaginable la cantidad de puntos que toca, lo sutil, incluso mágico de sus conexiones y la sencillez de sus explicaciones.
Otra cosa distinta es la veracidad de la totalidad de los hechos que en él se vierten.
Por otra parte, se agradece el hecho de que no sea una mera concatenación de datos.

La pareja protagonista se sincroniza casi a la perfección en este título pero sin llegar a hacernos del todo creíble el resultado. La habilidad de Affleck y Jackson para trasladar el espíritu de sus personajes al espectador se ve frenada por un guión que no llega a ser palpablemente realista y que intenta hacer de un hecho completamente casual, un accidente, los cimientos de una trama argumental que, además de mal fundamentada, no queda del todo bien construída.

... hacer buena una película mala?
La respuesta es obviamente sí, aunque si me pidieran desarrollarla seguiría Al Pacino, nacio en East Harlem el 25 de Abril de 1940... El papel que hace en esta película es realmente espeluznante, los que conocemos algunas cosas del juego sabemos de las sensaciones de las que habla, de los sentimientos que refleja, de las ssituaciones por las que pasa.
Muy recomendada para la gente que crea que tiene algún problema relacionado con el juego en fase incipiente. ADVERTENCIA: no esperen un peliculón.

Damas y caballeros aunque les pueda parecer una broma de mal gusto mi valoración de esta película, nada más alejado de la realidad debe pensarse.
No lo he percibido como un peliculón, todo hay que decirlo, pero supera con creces la primera parte (para que luego se diga que las segundas partes nunca fueron buenas). Mientras que a la primera no la colocaría más de un 5,6 (si fuera posible puntuar con décimas) en ésta me veo obligado a ponerla un 6,8, lo que viene siendo, en números enteros, un 7.
De nuevo el binomio expectativas/realidad me produce una placentera sorpresa en esta tarde de Lunes.