Dragon Ball Evolution ridiculiza, hasta el punto de casi parodiar, la que es, sin duda, una serie que llegó a toda una generación. Cambian todo el hilo argumentativo del primer plano de la estirpe de guerreros del espacio que conquistan la galaxia y se transforman en simios de treinta metros, a un pobre engendro, creado por un bicho verde, y que solo llega a la altura de un portero de discoteca. Por no decir, que, una de las cosas que más impactó a esta generación (los ataques), ahora lo han convertido en un "baile de tectonic".
En resumen, si eres un niño de 9 o 10 años y no has visto nunca la saga de Dragon Ball, sin duda te gustará esta película. Los efectos especiales son relativamente buenos y las luchas son entretenidillas.
Sin embargo, si has visto todas las sagas de esta serie, no le pondrás más de un 1.