Si Alejandro Iñárritu ya nos dejó reflexivos y con las emociones a flor de piel en Amores Perros, Babel o 21 gramos, esta vez lo ha vuelto a hacer, pero a otro nivel. El renacido es una maravilla, una obra de arte hecha cine. Ganas de vivir y de saborear cada segundo es lo que se siente después de ver esta monumental película. Cine a otro nivel; deja de ser un pasatiempos más, para convertirse en el arte más puro.

Las interpretaciones no se quedan atrás, con un Leonardo DiCrapio más que merecedor de un Oscar gracias a una interpretación más física que verbal. Tampoco deja de sorprender Tom Hardy, que deja a un lado su faceta de chico guapo para hacer una interpretación estremecedora como el malo de la película.

No puedo dejar de ponerle un 10 a esta maravillosa película. Ojalá que pronto podamos ver más obras de arte como lo es El renacido.