Francamente, trato de ser imparcial con esta versión de una peli de tanto culto general y de gran valor e interés personal para mí, pero es difícil lograrlo. Sin embargo, honesto sí puedo ser, y la verdad es que no es tan mala como la mayoría la condena.

En la simple y mera comparación que cualquiera puede hacer con la original, este remake se queda corto, muy corto. No solo eso, destripa por completo la historia original, pero eso ya era de esperarse. El detalle está en dejarse sorprender viéndola sin expectativas altas (o sin expectativa alguna). De forma individual me parece que cumple con lo básico que alguien como yo espera de una peli del género (ya no hablemos de guiones excelentes e inteligentes o de secuencias y planos impecables, porque de eso ya no hay mucho, y es poco lo que de vez en cuando sale a la luz), aporta suficientemente un ambiente oscuro (aunque pudo ser mayor), un buen protagonista como Bill que siempre se esfuerza y cumple (aunque para nada superior al original), una buena dosis de violencia extrema y explícita (me da igual si es innecesaria o sobrecompensada, pero es que una peli de venganza sin sangre y tripas... no no, que aburrido!) y la tecnología y efectos visuales contemporáneos. La historia tampoco está tan vacía, finalmente conserva la esencia del hilo argumental de la original.

Sigamos siendo honestos, la peli original es una joya, pero también tiene sus errores, sus deficiencias y sus áreas de oportunidad, no es "perfecta" (y la amo tal cual es). Esta nueva, y ciertamente innecesaria versión, no le hace justicia, pero sí que aporta algunos elementos que la original no tiene y que le hubieran venido bien para completar el deleite visual a esa excelente historia y ese gran guión de Alex Proyas. Pero ya lo sabemos, ¿no?, ningún remake o secuela será jamas mejor que la original, estamos tan cerrados y tan enamorados de la versión primaria que, nada nunca podría superarla.

No está para recomendar, pero tendrías que verla para tener tu propia crítica y tu propio veredicto. Si amas la original y sabes que ningún remake la podría superar, mejor ni pierdas tu tiempo.

Tres fábulas con moralejas encriptadas. Terminas de verla y no estás seguro de que haber entendido lo que el director pretende transmitir, pero eso es lo interesante de este tipo de guiones, siempre hay algo que cachas y que te hace reflexionar sobre lo aberrante y absurdo que es el mundo, la humanidad, la sociedad y la aparente gentileza de las personas (una de esas fórmulas en las que cada quien comprende a su modo). Sus componentes y elementos abonan a sentir una cierta frustración, pero realmente en ningún momento es aburrida.

Con ésta, y las "pobres criaturas", Yorgos ha entrado en mi lista de directores contemporáneos notables, sólo espero que no termine tomando el mismo camino y actitud que Lars en su momento...