Sorprende como poco a poco Stuart se va abriendo cada vez más y contando detalles que, sinceramente, me estremecieron, su relación con su hermano, los abusos, el acoso, el haber pasado de centro en centro y prisión en prisión, el descubrimiento de la violencia como forma de auto defensa, etc. Habiendo tantas biografías (Ya sea en libro, o película), me parece sensacional, que no todas ellas sean de celebridades, sino de una persona, como tantas otras que ha pasado penurias y calvarios, un sin techo, alcohólico, víctima de abusos, con problemas mentales, con distrofia muscular, una persona que transmite ternura desde el primer minuto de película y que, gracias a su amigo Alexander, quedará grabado en las memorias de todos los que hemos disfrutado de esta película.

Decide seguir una terapia de grupo, y tras varias sesiones, establece amistad con otros pacientes de la terapia, proponiendo ella misma la idea de romper con la realidad y pasar unos días de hotel en hotel todos juntos, viviendo como si fueran personas nuevas, libres de cualquier problema y preocupación. Lo cierto es que la idea terapéutica me parece muy buena, ¿quién no lo ha pasado mal en la vida por una cosa o por otra, y ha soñado con vivir una realidad nueva, con desconectar de todo y romper con todo, ser una persona nueva, en un entorno nuevo, con gente nueva, sin las cadenas del pasado?. Esto es lo que me transmite esta película, un mundo emocional complejo de 5 personas que necesitan limpieza mental y holística.
Durante los distintos días en los distintos hoteles, podemos ver como el grupo se va haciendo más fuerte, aparecen nuevas situaciones, incluso surge el amor, sexo, y ciertos deseos ocultos salen a flote.
Finalmente, tras la última noche en un hotel donde se celebra una boda, suceden ciertos acontecimientos que hacen que Erika vuelva a la auténtica realidad. Y al día siguiente vuelve al hospital para ver a su bebé, tras haber pasado unos días de curación emocional.

6.5/10