You must be a loged user to know your affinity with 12345
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7,3
61.124
9
25 de julio de 2009
25 de julio de 2009
129 de 135 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto esta película, que me ha dejado pegado al sofá de mi casa como hacía mucho. Ha supuesto una sorpresa descomunal. Apenas he podido dejar de pensar en ella mientras pasaba la tarde, y al final he entrado a escribir aquí. Cuando he leído las críticas anteriores me ha sorprendido que ninguna (salvo, en cierto modo, las de Chou y Benito Bercimuelles) incida en lo que a mi más me ha impactado de la película, esto es, que el amor es un instante fugaz, una mirada (qué ojos, la actriz), una necesidad del hombre... pero que las relaciones están condenadas a convertirse en una relación de complementariedad, de dominación, y que, llegado el momento, dejan de ser satisfactorias. Que el amor termina.
Una película hipnótica, hermosísima, con una lección terrible sobre la naturaleza del amor.
Una película hipnótica, hermosísima, con una lección terrible sobre la naturaleza del amor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por un lado tenemos a un muchacho asustado y solitario, sin sitio. El chico vive con la ansiedad de amar, de ser aceptado, respetado.
Por el otro a la vampiresa, una muchacha de doce años dotada de una mirada inmensamente erótica y asustada. No es tan retorcido pensar mientras se ve la película que el ayudante (algo decrépito ya) que va con la chica fue en su día un joven Oskar. La vampiresa no puede sobrevivir sin un esbirro humano que la asista y la proteja durante el día, así que previendo que su humano está en las últimas va buscándose un recambio, Oskar es un humano perfecto para este propósito.
Cómo olvidar la escena en la que el viejo ayudante mira por la ventana y adivina que su vampiresa, su antigua amada, su ama, está empezando a buscarse a otro; y luego más tarde cuando la pide en la cocina, muy celoso, que no vuelva a quedar con ese muchacho en los columpios. Y por supuesto tampoco la escena final del ayudante, cómo muere, después de toda una vida de dedicación, una vez ha dejado de ser útil, como alimento de su propio "amor". Tampoco olvidar el carácter de este ayudante, débil, dependiente, huraño... un Oskar con unos años de más, ya exhausto.
La ambigüedad de la relación es para mí el gran éxito de esta película. Y es que es la ambigüedad misma de la vida amorosa. Uno asiste con estupor, con la fría razón, a este proceso de sustitución de uno por otro pero no puede dejar de apreciar las miradas y los abrazos que se propinan los dos chavales, en este momento de la misma edad, la verdadera ternura que emana de ellos. Porque en realidad se quieren, a su manera. La escena final, la de la piscina, cómo le mira ella, qué seductora, y luego con qué cariño se hablan en el tren, a través de la caja, es algo tan real y verdadero como los motivos de ella para procurarse a Oskar.
Es decir que me quedo a mitad de camino entre la historia de amor y la de la conversión del chico en esclavo de la vampiresa. No pudiendo olvidar que Déjame entrar, su mismo título, ya suena a declaración de amor de un parásito, pero es que ¿no es acaso el amor un engaño (necesario) que la naturaleza nos impone para sobrevivir?
Por el otro a la vampiresa, una muchacha de doce años dotada de una mirada inmensamente erótica y asustada. No es tan retorcido pensar mientras se ve la película que el ayudante (algo decrépito ya) que va con la chica fue en su día un joven Oskar. La vampiresa no puede sobrevivir sin un esbirro humano que la asista y la proteja durante el día, así que previendo que su humano está en las últimas va buscándose un recambio, Oskar es un humano perfecto para este propósito.
Cómo olvidar la escena en la que el viejo ayudante mira por la ventana y adivina que su vampiresa, su antigua amada, su ama, está empezando a buscarse a otro; y luego más tarde cuando la pide en la cocina, muy celoso, que no vuelva a quedar con ese muchacho en los columpios. Y por supuesto tampoco la escena final del ayudante, cómo muere, después de toda una vida de dedicación, una vez ha dejado de ser útil, como alimento de su propio "amor". Tampoco olvidar el carácter de este ayudante, débil, dependiente, huraño... un Oskar con unos años de más, ya exhausto.
La ambigüedad de la relación es para mí el gran éxito de esta película. Y es que es la ambigüedad misma de la vida amorosa. Uno asiste con estupor, con la fría razón, a este proceso de sustitución de uno por otro pero no puede dejar de apreciar las miradas y los abrazos que se propinan los dos chavales, en este momento de la misma edad, la verdadera ternura que emana de ellos. Porque en realidad se quieren, a su manera. La escena final, la de la piscina, cómo le mira ella, qué seductora, y luego con qué cariño se hablan en el tren, a través de la caja, es algo tan real y verdadero como los motivos de ella para procurarse a Oskar.
Es decir que me quedo a mitad de camino entre la historia de amor y la de la conversión del chico en esclavo de la vampiresa. No pudiendo olvidar que Déjame entrar, su mismo título, ya suena a declaración de amor de un parásito, pero es que ¿no es acaso el amor un engaño (necesario) que la naturaleza nos impone para sobrevivir?
3
13 de diciembre de 2016
13 de diciembre de 2016
272 de 495 usuarios han encontrado esta crítica útil
Westworld es la nueva apuesta de la HBO para volver a reinar en la parrilla televisiva con un producto, en teoría, de calidad. Probablemente sean estas grandes aspiraciones por crear algo, digamos, profundo, las que hacen de este engendro pretencioso y reiterativo un completo fracaso.
Aunque veo mucho usuario fascinado por el asunto de la serie, la verdad es que está bastante visto, no añadiendo un ápice al tema de los robots que nos enseñan que puede que la realidad del mundo pueda no ser tal como los humanos la percibimos. En las once horas que dura el bodrio podrían leerse un par de prólogos de tratados de psicología en los que aprenderíamos más al respecto y hasta nos aburriríamos menos.
No voy a entrar en detalles sobre los múltiples momentos ridículos que pueblan los capítulos, las interminables insensateces del guión. Ni sobre la nula encarnadura de unos personajes planos, inverosímiles, a menudo absurdos (la falta de empatía con ellos hace que a uno le de un poco lo mismo que maten a todos los robots, o a los humanos del parque, o que lleguen unos alienígenas o Rambo y acabe con todo de una vez); es un disparate que se quiera enseñar algo sobre el alma humana cuando ni siquiera se es capaz de crear un humano creíble en la ficción. Agradecería por otro lado que algún usuario que no estuviera de acuerdo conmigo me explicara por favor dónde está la grandeza de frases repetidas hasta la saciedad, ridículas hasta producir vergüenza ajena, como "placeres violentos que traen finales violentos", o "el infierno está vacío y los demonios están aquí". Lo del centro del laberinto de Dolores (¡qué pesadez!) es de sabiduría de preescolar. Lo de la prostituta negra (¡qué pechazos!) que se libera añade nuevas toneladas de vergüenza ajena. El motivo de Ed Harris para estar tan empeñado (y mira que le he dado vueltas) sigue sin tener ningún sentido para mi. Chuck Norris como personaje (y no exagero) tiene momentos trágicos mucho más sublimes. Los capítulos están saturados de escenas de acción y de sartas de topicazos como chistorras, aderezado de gore bastante cutre, y por si esto fuera poco cada capítulo va a peor. Los últimos dos tienen momentos cómicos, por ridículos: sería interminable enumerarlos porque secuencia tras secuencia es ridícula. Tiene mucha pretensión pero todo lo que dicen es una ventosidad de palabras aparatosas que no inspiran nada. Y ya digo, al tema de qué es la consciencia, o la libertad humana, no aporta absolutamente nada.
Igual que me pasó con Interstellar, me resulta preocupante esta nueva ola de críticos y usuarios que ven en productos de este tipo cosas tan profundas. No puedo evitar preguntarme si alguna vez se han tomado la molestia de invertir tantas horas en leer un libro, no digo ya de filosofía, aunque sea de psicología, o una buena novela. Las hay repletas de verdades más luminosas que .
Si la serie se hubiera limitado a la acción (que no está tan mal) y le hubiera dado un toque irónico, o cínico, por no decir humorístico, al argumento, aún podría haber valido algo como entretenimiento. Pero Westworld está además empachada de ampulosidad, una ampulosidad completamente hueca.
Apenas es una noria de 11 horas en la que los actos y las palabras se repiten sin decir nada, sin pasar nada, y el espectador asiste aburrido esperando que en algún momento ocurra algo, un avance, una verdad, una sorpresa que no sea un truco barato de guión... pero nada de esto llega nunca.
Sí señores, es una mierda.
Aunque veo mucho usuario fascinado por el asunto de la serie, la verdad es que está bastante visto, no añadiendo un ápice al tema de los robots que nos enseñan que puede que la realidad del mundo pueda no ser tal como los humanos la percibimos. En las once horas que dura el bodrio podrían leerse un par de prólogos de tratados de psicología en los que aprenderíamos más al respecto y hasta nos aburriríamos menos.
No voy a entrar en detalles sobre los múltiples momentos ridículos que pueblan los capítulos, las interminables insensateces del guión. Ni sobre la nula encarnadura de unos personajes planos, inverosímiles, a menudo absurdos (la falta de empatía con ellos hace que a uno le de un poco lo mismo que maten a todos los robots, o a los humanos del parque, o que lleguen unos alienígenas o Rambo y acabe con todo de una vez); es un disparate que se quiera enseñar algo sobre el alma humana cuando ni siquiera se es capaz de crear un humano creíble en la ficción. Agradecería por otro lado que algún usuario que no estuviera de acuerdo conmigo me explicara por favor dónde está la grandeza de frases repetidas hasta la saciedad, ridículas hasta producir vergüenza ajena, como "placeres violentos que traen finales violentos", o "el infierno está vacío y los demonios están aquí". Lo del centro del laberinto de Dolores (¡qué pesadez!) es de sabiduría de preescolar. Lo de la prostituta negra (¡qué pechazos!) que se libera añade nuevas toneladas de vergüenza ajena. El motivo de Ed Harris para estar tan empeñado (y mira que le he dado vueltas) sigue sin tener ningún sentido para mi. Chuck Norris como personaje (y no exagero) tiene momentos trágicos mucho más sublimes. Los capítulos están saturados de escenas de acción y de sartas de topicazos como chistorras, aderezado de gore bastante cutre, y por si esto fuera poco cada capítulo va a peor. Los últimos dos tienen momentos cómicos, por ridículos: sería interminable enumerarlos porque secuencia tras secuencia es ridícula. Tiene mucha pretensión pero todo lo que dicen es una ventosidad de palabras aparatosas que no inspiran nada. Y ya digo, al tema de qué es la consciencia, o la libertad humana, no aporta absolutamente nada.
Igual que me pasó con Interstellar, me resulta preocupante esta nueva ola de críticos y usuarios que ven en productos de este tipo cosas tan profundas. No puedo evitar preguntarme si alguna vez se han tomado la molestia de invertir tantas horas en leer un libro, no digo ya de filosofía, aunque sea de psicología, o una buena novela. Las hay repletas de verdades más luminosas que .
Si la serie se hubiera limitado a la acción (que no está tan mal) y le hubiera dado un toque irónico, o cínico, por no decir humorístico, al argumento, aún podría haber valido algo como entretenimiento. Pero Westworld está además empachada de ampulosidad, una ampulosidad completamente hueca.
Apenas es una noria de 11 horas en la que los actos y las palabras se repiten sin decir nada, sin pasar nada, y el espectador asiste aburrido esperando que en algún momento ocurra algo, un avance, una verdad, una sorpresa que no sea un truco barato de guión... pero nada de esto llega nunca.
Sí señores, es una mierda.
3
26 de agosto de 2023
26 de agosto de 2023
41 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conozco razonablemente bien Islandia. Es un lugar que, digamos, no está hecho a la escala de lo que nosotros, gentes meridionales, consideramos humano. Se trata de un lugar amenazante, inhóspito y despiadado. Tiene una extraña belleza casi lunar. El centro de la isla es intransitable y solamente en las costas hay vida humana.
Es difícil estando allí pensar que el Dios padre omnipotente de las religiones monoteístas del mediterráneo pueda pintar algo por esas tierras. Produce sensación de desamparo y azar, de que nada parecido a la justicia puede esperarse. Islandia no es un país, es un paisaje monumental, indiferente y atroz.
Digo todo esto porque no soy insensible al mensaje que creo que la película quiere transmitir: la impertinencia de un misionero cristiano en esas tierras infernales.
El problema de la película es que es bastante mala.
Es difícil estando allí pensar que el Dios padre omnipotente de las religiones monoteístas del mediterráneo pueda pintar algo por esas tierras. Produce sensación de desamparo y azar, de que nada parecido a la justicia puede esperarse. Islandia no es un país, es un paisaje monumental, indiferente y atroz.
Digo todo esto porque no soy insensible al mensaje que creo que la película quiere transmitir: la impertinencia de un misionero cristiano en esas tierras infernales.
El problema de la película es que es bastante mala.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Esos largos planos circulares, esa lentitud que quiere dárselas de profunda, esas cancioncillas que se cantan, esos giros incomprensibles de los personajes, ese desesperante aburrimiento que produce cada plano.
¿Por qué el cura de pronto le coge manía a Sigur y se pelean? ¿Por qué Sigur ha matado su caballo? ¿Por qué el padre de las chicas lo mata, si ya se esta yendo? ¿Por qué ese empecinamiento en las dichosas fotografías, todos esos minutos viendo al hombre foto para acá foto para allá? ¿Por qué diablos el director recurre al chabacano truco de engañar al espectador haciéndole creer que han dejjado morir al cura para luego darnos el susto cuando le encontramos cagando? ¿Por qué sale de la misa, se encuentra con el perro y decide irse con la sotanna sucia?
La película es insufrible. Es lenta en el peor sentido de la palabra lento.
La veta que podía haber seguido (el tema teológico, las dudas en la fe del padre) no se explora apenas. En una de las pocas conversaciones que tiene con la niña le dice que Dios ha hecho el mundo con magia (¿Pero cómo que con magia? el Dios del Antiguo Testamento no hace "magia", joder; ¿No sabe eso un cura? ¿No lo sabe un guionista?).
Que cuando un cuerpo se muere a la intemperie pasan las estaciones sobre él lo sabemos ya, no hacen falta esos interminables minutos finales. La niña se encuentra el esqueleto y suelta una pamplina sobre la hierba que crecerá sobre su cuerpo, todo muy profundo. Uno ve al fondo el glaciar y espera que la película no espere a que el glaciar llegue a cubrir el cuerpo para acabar de una vez.
Quiere ser una cosa entre Western y National Geographic, y acaba siendo una mierda.
¿Por qué el cura de pronto le coge manía a Sigur y se pelean? ¿Por qué Sigur ha matado su caballo? ¿Por qué el padre de las chicas lo mata, si ya se esta yendo? ¿Por qué ese empecinamiento en las dichosas fotografías, todos esos minutos viendo al hombre foto para acá foto para allá? ¿Por qué diablos el director recurre al chabacano truco de engañar al espectador haciéndole creer que han dejjado morir al cura para luego darnos el susto cuando le encontramos cagando? ¿Por qué sale de la misa, se encuentra con el perro y decide irse con la sotanna sucia?
La película es insufrible. Es lenta en el peor sentido de la palabra lento.
La veta que podía haber seguido (el tema teológico, las dudas en la fe del padre) no se explora apenas. En una de las pocas conversaciones que tiene con la niña le dice que Dios ha hecho el mundo con magia (¿Pero cómo que con magia? el Dios del Antiguo Testamento no hace "magia", joder; ¿No sabe eso un cura? ¿No lo sabe un guionista?).
Que cuando un cuerpo se muere a la intemperie pasan las estaciones sobre él lo sabemos ya, no hacen falta esos interminables minutos finales. La niña se encuentra el esqueleto y suelta una pamplina sobre la hierba que crecerá sobre su cuerpo, todo muy profundo. Uno ve al fondo el glaciar y espera que la película no espere a que el glaciar llegue a cubrir el cuerpo para acabar de una vez.
Quiere ser una cosa entre Western y National Geographic, y acaba siendo una mierda.
10
20 de marzo de 2009
20 de marzo de 2009
27 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se puede decir mucho de Ordet. He vuelto a verla muchos años después (yo también soy de quienes la descubrimos con Garci) y me ha emocionado más aun. He podido llorar a mis anchas, yo solo en casa, en mitad de la película y sin motivo aparente, sin mi hermana y mi madre al lado mio, para poder regodearme en el dulcísimo y hermoso dolor que me produce. Hablar de esta película es en mi opinión delimitarla, reducirla. Por más y mejor que se escriba acerca de ella siempre se quedará uno corto.
Pero algo quiero decir, aunque todavía no sé muy bien qué. He leido en las críticas que esta película habla de la fe, del amor, de la vida, en general he entendido de la línea que separa (y por lo tanto une) el más allá con el más acá. Ordet transcurre sobre esa línea sin tambalearse, haciéndose para colmo verosímil. Los gestos y las acciones de los personajes (salvo Johannes) son todas de este mundo, el de acá, vemos cómo se aman, cómo trabajan, sufren y mueren. Pero sus palabras están ancladas a lo absoluto, con una familiaridad y un descaro hacia Ello inconcebibles para un sujeto posmoderno contmporáneo. El milagro final no es más ni menos que una brecha abierta entre un mundo y el otro, cerrando de este modo la película. Lo absoluto cae en el mundo milagrosamente, reanuda el tiempo, todo vuelve a empezar, hágase la vida.
Es tan insignificante la validez de los dogmas, las disputas entre el sastre y el campesino como lo es la racionalidad y el análisis para explicar la locura, el misterio, de la vida, de la existencia. Un pobre loco lo demuestra, y el espectador asiste al misterio de esta película siempre con la sensación de haber presenciado algo inefable, incomprensible, pero extrañamente "verdadero".
Mi hermana no ha visto en su vida una película de Fellini, de Bergman, de Passolini, John Ford, qué se yo. Mi hermana no sale del cine comercial, generalmente trepidante, entretenido. Pero recuerda bien esta película que un lunes de hace quince años nos dejó conmocionados, como sumidos en un silencio extraño al final. Me hace gracia y la quiero más que nada en el mundo cuando al recordársela se encoge de hombros, y le brillan los ojos, incapaz de explicarse.
El pasmo que Ordet produce sobre el espectador no tiene que ver con la historia (siendo estrictos deberíamos tomarla como una película casi esotérica), tampoco la suma de imágenes, interpretaciones, etc.. es bastante para comprenderla. Su efecto es más parecido al que produce la música, está traspasada por algo divino. Esta película va más allá del cine como va más allá de las palabras, de la razón misma, maldito Dreyer.
Pero algo quiero decir, aunque todavía no sé muy bien qué. He leido en las críticas que esta película habla de la fe, del amor, de la vida, en general he entendido de la línea que separa (y por lo tanto une) el más allá con el más acá. Ordet transcurre sobre esa línea sin tambalearse, haciéndose para colmo verosímil. Los gestos y las acciones de los personajes (salvo Johannes) son todas de este mundo, el de acá, vemos cómo se aman, cómo trabajan, sufren y mueren. Pero sus palabras están ancladas a lo absoluto, con una familiaridad y un descaro hacia Ello inconcebibles para un sujeto posmoderno contmporáneo. El milagro final no es más ni menos que una brecha abierta entre un mundo y el otro, cerrando de este modo la película. Lo absoluto cae en el mundo milagrosamente, reanuda el tiempo, todo vuelve a empezar, hágase la vida.
Es tan insignificante la validez de los dogmas, las disputas entre el sastre y el campesino como lo es la racionalidad y el análisis para explicar la locura, el misterio, de la vida, de la existencia. Un pobre loco lo demuestra, y el espectador asiste al misterio de esta película siempre con la sensación de haber presenciado algo inefable, incomprensible, pero extrañamente "verdadero".
Mi hermana no ha visto en su vida una película de Fellini, de Bergman, de Passolini, John Ford, qué se yo. Mi hermana no sale del cine comercial, generalmente trepidante, entretenido. Pero recuerda bien esta película que un lunes de hace quince años nos dejó conmocionados, como sumidos en un silencio extraño al final. Me hace gracia y la quiero más que nada en el mundo cuando al recordársela se encoge de hombros, y le brillan los ojos, incapaz de explicarse.
El pasmo que Ordet produce sobre el espectador no tiene que ver con la historia (siendo estrictos deberíamos tomarla como una película casi esotérica), tampoco la suma de imágenes, interpretaciones, etc.. es bastante para comprenderla. Su efecto es más parecido al que produce la música, está traspasada por algo divino. Esta película va más allá del cine como va más allá de las palabras, de la razón misma, maldito Dreyer.
5
14 de mayo de 2019
14 de mayo de 2019
37 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé cómo son los libros de Martin, no los he leído. Por lo visto en la serie, creo que la razón de su declive es que pasa de ser una fábula política bastante bien engranada a un entretenimiento palomitero de baja estofa.
Durante las primeras temporadas la acción tiene un sentido. Cosa esta, que la acción tenga un sentido, que no es fácil encontrar hoy día. Todo tiene sentido, digo, todo encaja porque las pasiones de los distintos personajes (su maldad, su generosidad, su valentía, su nobleza o villanía) quedan explicados por el mundo del que provienen,un mundo tupido, real, de lealtades, deseos, ambiciones. El entramado político tiene la amplitud de una gran saga. Los Stark son territoriales, apegados a su clan y a una compleja red de lealtades, representan lo que podríamos considerar un ideal de nobleza feudal. Los Lannister en cambio son móviles, siempre pagan sus deudas y son dúctiles e interesados como el dinero. Una chica rubia con un hermano loco reclutando hunos, y otros cuantos reinos más que aspiran a tomar el poder completan un mapa complejo y rico. Uno ve cómo es cada uno, nada es gratuito, no hay giros absurdos en los personajes, las cosas no pasan porque sí, porque puedan quedar bien en pantalla. Aunque ya desde el principio Juego de Tronos hace sus concesiones a lo mainstream no nos consideran todavía tan idiotas.
Olvido decir que más allá del muro, más allá de estos modelos en liza están los caminantes blancos, que son la noche, la muerte, la nada. La gran amenaza que planea sobre el teatro humano.
No sabría decir en qué momento esto empieza a venirse abajo. Se dice por aquí que a partir de la quinta temporada empieza la divagación, el sinsentido. No sabría decir. Creo que la gran temporada es la primera, luego hay un par que no están mal, y que a partir de la boda roja es basura.
Durante las primeras temporadas la acción tiene un sentido. Cosa esta, que la acción tenga un sentido, que no es fácil encontrar hoy día. Todo tiene sentido, digo, todo encaja porque las pasiones de los distintos personajes (su maldad, su generosidad, su valentía, su nobleza o villanía) quedan explicados por el mundo del que provienen,un mundo tupido, real, de lealtades, deseos, ambiciones. El entramado político tiene la amplitud de una gran saga. Los Stark son territoriales, apegados a su clan y a una compleja red de lealtades, representan lo que podríamos considerar un ideal de nobleza feudal. Los Lannister en cambio son móviles, siempre pagan sus deudas y son dúctiles e interesados como el dinero. Una chica rubia con un hermano loco reclutando hunos, y otros cuantos reinos más que aspiran a tomar el poder completan un mapa complejo y rico. Uno ve cómo es cada uno, nada es gratuito, no hay giros absurdos en los personajes, las cosas no pasan porque sí, porque puedan quedar bien en pantalla. Aunque ya desde el principio Juego de Tronos hace sus concesiones a lo mainstream no nos consideran todavía tan idiotas.
Olvido decir que más allá del muro, más allá de estos modelos en liza están los caminantes blancos, que son la noche, la muerte, la nada. La gran amenaza que planea sobre el teatro humano.
No sabría decir en qué momento esto empieza a venirse abajo. Se dice por aquí que a partir de la quinta temporada empieza la divagación, el sinsentido. No sabría decir. Creo que la gran temporada es la primera, luego hay un par que no están mal, y que a partir de la boda roja es basura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tampoco sabría por dónde empezar.
Recuerdo la fascinación que nos produjo por ejemplo Daenerys en la primera temporada (su hermano enloquecido, Drogo, y por último ella saliendo desnuda del fuego, en ese momento en que nos damos cuenta de que los huevos no eran un farol). A partir de aquí el personaje y su arco argumental se convierten en un despropósito. En un principio ella quiere llevar la paz y la justicia al reino, liberar de las cadenas.
Uno lo cree, y quiere que ella gane, pero pronto se advierte que solamente le mueve la ambición y la megalomanía (¿realmente nadie se daba cuenta de ello en las siete temporadas siguientes, hasta el quinto capítulo de la octava?). Quiero decir que el encanto del personaje se nutre de su primera temporada, agotándose en las siguientes, no dando para mucho más. Cansa verla por los desiertos nosecuántas temporadas, intentando criar a sus lagartijas y reclutando ejércitos. En la última temporada ya con el lagarto bien grandote (esos rugidos tipo Jurassic Park del bicho...) ella tiene un calentón enorme porque nadie la quiere y porque han decapitado a su amiga y porque la dieron de lado en la fiesta y claro, pues ahora me enfado y arraso la ciudad, hala.
Leo en algunos medios que es una especie de icono feminista. Allá cada cual.
La actriz es pésima, por cierto. La relación con Jon Snow no tiene ninguna química y no se la cree nadie. En fin es que es un desastre sin sentido.
El enano, el calvito, el meñique, van quedando cada vez más relegados. Sus sutilezas van quedando reducidas a frases de listillo ocioso, perdiendo su categoría como personajes precisamente porque la trama política va quedando reducida hasta quedar en nada. El peso de los Lannister como clan temible y poderoso desaparece mucho antes de que se les venga el castillo encima. En 8X05 les dedican menos a Jaime Lannister y Cersei (que es Cersei, coño) que al enfrentamiento del perro y la montaña, que a quién le importan el perro y la montaña, me pregunto. Hace varias temporadas ya no hay reinos, no hay pueblos decidiendo acciones, no hay sujetos de la acción. Todo es gratuito y pasa porque sí, porque consideran que mola esa estética de videojuego, y no voy a seguir porque uno tiene cosas que hacer y no me voy a pasar toda la mañana con esta mierda.
No me levanto de la silla sin decir una última palabra sobre el mayor despropósito de todos, a mi juicio: los caminantes blancos. De modo que llevamos desde la primera escena de la primera temporada acongojados ante la imagen blanca del fin, la muerte de toda disputa, con la noche fría, oscura, eterna, que vendrá a arrasar con el mundo humano en los siete reinos, algo parecido al Apocalipsis.. y lo liquidáis así, en el tercer capítulo de la octava temporada.
Haber seguido viendo este bodrio es como frecuentar a esos amigos de la juventud que todos tenemos, a quienes ya no soportamos y que hasta nos dan un poco de vergüenza ajena, pero que nos gusta ver de vez en cuando, a ver qué tal.
Empecé dando aquí un nueve, después un ocho, y así bajando hemos llegado al cinco. No lo bajaré de aquí por respeto a Ned y Catelyn Stark, por Sansa, por el recuerdo del padre Lannister desollando un ciervo, manejando los hilos, por Cersei bebiendo vino, por Jaime Lannister en su largo viaje con Brienne, por el juicio al enano y por tantas otras cosas dignas de respeto.
Recuerdo la fascinación que nos produjo por ejemplo Daenerys en la primera temporada (su hermano enloquecido, Drogo, y por último ella saliendo desnuda del fuego, en ese momento en que nos damos cuenta de que los huevos no eran un farol). A partir de aquí el personaje y su arco argumental se convierten en un despropósito. En un principio ella quiere llevar la paz y la justicia al reino, liberar de las cadenas.
Uno lo cree, y quiere que ella gane, pero pronto se advierte que solamente le mueve la ambición y la megalomanía (¿realmente nadie se daba cuenta de ello en las siete temporadas siguientes, hasta el quinto capítulo de la octava?). Quiero decir que el encanto del personaje se nutre de su primera temporada, agotándose en las siguientes, no dando para mucho más. Cansa verla por los desiertos nosecuántas temporadas, intentando criar a sus lagartijas y reclutando ejércitos. En la última temporada ya con el lagarto bien grandote (esos rugidos tipo Jurassic Park del bicho...) ella tiene un calentón enorme porque nadie la quiere y porque han decapitado a su amiga y porque la dieron de lado en la fiesta y claro, pues ahora me enfado y arraso la ciudad, hala.
Leo en algunos medios que es una especie de icono feminista. Allá cada cual.
La actriz es pésima, por cierto. La relación con Jon Snow no tiene ninguna química y no se la cree nadie. En fin es que es un desastre sin sentido.
El enano, el calvito, el meñique, van quedando cada vez más relegados. Sus sutilezas van quedando reducidas a frases de listillo ocioso, perdiendo su categoría como personajes precisamente porque la trama política va quedando reducida hasta quedar en nada. El peso de los Lannister como clan temible y poderoso desaparece mucho antes de que se les venga el castillo encima. En 8X05 les dedican menos a Jaime Lannister y Cersei (que es Cersei, coño) que al enfrentamiento del perro y la montaña, que a quién le importan el perro y la montaña, me pregunto. Hace varias temporadas ya no hay reinos, no hay pueblos decidiendo acciones, no hay sujetos de la acción. Todo es gratuito y pasa porque sí, porque consideran que mola esa estética de videojuego, y no voy a seguir porque uno tiene cosas que hacer y no me voy a pasar toda la mañana con esta mierda.
No me levanto de la silla sin decir una última palabra sobre el mayor despropósito de todos, a mi juicio: los caminantes blancos. De modo que llevamos desde la primera escena de la primera temporada acongojados ante la imagen blanca del fin, la muerte de toda disputa, con la noche fría, oscura, eterna, que vendrá a arrasar con el mundo humano en los siete reinos, algo parecido al Apocalipsis.. y lo liquidáis así, en el tercer capítulo de la octava temporada.
Haber seguido viendo este bodrio es como frecuentar a esos amigos de la juventud que todos tenemos, a quienes ya no soportamos y que hasta nos dan un poco de vergüenza ajena, pero que nos gusta ver de vez en cuando, a ver qué tal.
Empecé dando aquí un nueve, después un ocho, y así bajando hemos llegado al cinco. No lo bajaré de aquí por respeto a Ned y Catelyn Stark, por Sansa, por el recuerdo del padre Lannister desollando un ciervo, manejando los hilos, por Cersei bebiendo vino, por Jaime Lannister en su largo viaje con Brienne, por el juicio al enano y por tantas otras cosas dignas de respeto.
Más sobre 12345
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here