Piedra angular de la ciencia ficción, esta serie de cinco temporadas demostró, la lucidez y el buen hacer de su creador y guionista J.Michael Straczynski, que logra convencer hasta a los más acérrimos enemigos del genero. Conviene verla en dvd, ya que cualquier detalle por muy irrelevante que sea puede llegar a ser importante, lo que acaba pidiendo una atención absoluta a la pantalla. Su momento cumbre llega con la tercera temporada, donde los acontecimientos acaban por convencer de que ha valido la pena ( y mucho ) ver las dos anteriores. Existen en paralelo (a parte del episodio piloto), cinco telefilmes y un "spin out", Crusade, de trece episodios, no emitidos en España. Estos dilatan el argumento de la serie, aunque no son imprescindibles para su disfrute. Solo en Cataluña se pudieron ver las cinco temporadas completas a través de su televisión autonómica. Paradigmática.

Aunque flojea un poco hacia el final, la podria clasificar como una de las obras cumbres de las segundas lecturas. Gags como el del cura y el guárdia civil en el Patrol respecto a los reyes son impagables!. O el queso de la ermita.... Desde luego si tu humor es el de los Morancos y Omaita no la veas bajo ningún concepto. A los demás (por lo menos los primeros tres cuartos de hora), no lo vais a lamentar si le dais un vistazo.

Mis recuerdos de la serie son muy vivos. Casi todos los episodios tenían un carácter emotivo que conectaba muy rápidamente con los niños de la época (yo entre ellos). Lo que ya no me gustó tanto (por no decir nada) fue el espantoso desenlace de algunos episodios, para los cuales los niños de 6 a 12 años no estábamos preparados psicológicamente). Siempre me ha costado mucho llorar, pero en su día, viendo esta serie, casi rayé una depresión.

Aunque a intempestivas horas, esta serie me devolvió la fe al segundo canal de televisión española y a la televisión en general, de la cual hacia ascos desde hacia varias temporadas. Majestuoso y acertado ejercicio de gimnásia mental, Doctor en Alaska tiene todo lo que puedes esperar de una serie, buenos guiones, humor, drama y lo más importante, optimismo. Un optimismo que acabará por formar parte de ti, además de darte a conocer un poco una cultura desconocida como es la judaica y acercarte a la par a otras, como la de los nativos norteamericanos o la a veces desconcertante cultura "USA".

¿Tiene hijos?, sois mi familia, todo va a ir bien, perdónate a ti misma, abrazos, drama absurdo, mucho llanto, autoayuda, psicología barata, traumas, rebaños sectarios, etc....El típico contenido hiper emocional aderezado con un exceso de músicas de lo más dramáticas y tristes.

Y conforme van avanzando las temporadas, ese cóctel aumenta hasta hacerse insoportablemente azucarado (sobretodo en la última).

Y ahí es cuando parte de los espectadores empatizamos más con los "malos" y las "malas" de la serie que con el buenísmo extremo a calzador de los "salvadores del bote". Una lastima.

Empezó como un entretenimiento prometedor y acabó siendo un culebrón al estilo turco, aún la buena interpretación del elenco y la trama inicial, que auguraba mucho más.