Las escenas de sexo sobran. Lo siento, recurrir a violaciones profundiza un personaje, pero no en el sentido cinematográficamente relevante. Si el "personaje" masculino ya estaba desarrollado como un capullo integral que está en una situación que le viene grande, incapaz de meterse en un lío como el del comienzo de la película por pura maldición trisómica, su amiga punkarra sólo destila "tengo mal humor porque me han horadado el trasero". Vamos, que Epi y Blas es un dúo mucho más dinámico y con una textura clara, tangible y acorde al contexto.

Lo de recurrir al hacker gordo pajillero, "plaga", a modo de deus ex machina, fue el momento en que me sentí más estafado. Da una total impresión de que habrían ahorrado dos horas de metraje si hubieran contratado a ese tipo en vez de a la inadaptada malhumorada.

Dos horas de tedio y sopor sustituidas por 5 minutos sobre un gordo engulle-patatas que hackea 3 ó 4 cosas, muestra por pantalla esas búsquedas en /var/lib/dpkg completamente fuera de contexto pero que tanto han querido poner los de "efectos" "especiales", y descubre todo el tomate.

Sí, habría salido ganando.