Oldboy es sin duda una de las grandes películas que he tenido la suerte de poder disfrutar, un thriller que nos ata a nuestro asiento y no nos liberará hasta habernos hecho sentir el pavor de cuanto puede llegar a torcerse algo partiendo de un rumor.

La película a mi parecer empieza falta de ritmo, un ritmo lento pero que aún así te deja pegado con la intriga de saber que psicópata habría sido capaz de encerrar durante el período de 15 años a una persona y conocer sobretodas las cosas el motivo.

Durante el transcurso de la historia esa falta de ritmo se va convirtiendo en una gran bola de nieve que lentamente pero sin pausa va cogiendo forma, una bola de nieve que cuando comenzamos a vislumbrar la verdad parece ese granito de arena del que nos hablan, y poco a poco se nos desenmascara brillante final y esa enorme roca con la que choca nuestro protagonista.

La verdad, desde hace años me pregunto si la perfección existe, no la perfección relativa, particularmente está película me acerca mucho a esa búsqueda, ya que no cojea por ninguna de las partes, consiguiendo siempre lo que se propone. Con esto me refiero a que pienso que en años de búsqueda no se conseguiría mejor reparto, banda sonora que en mi opinión emula clásicos como La Naranja Mecánica de una manera muy correcta mezclando sus escenas más violentas y sangrientas con grandes piezas de música clásica (cambiando simplemente el compositor de las mismas, Beethoven por Vivaldi), la fotografía, el enfoque, la ambientación, nuestra propia emoción forma parte de ella, ya que al final de la película, todos somos Oh Dae-Su.