Paolillo aburre a los ladrillos. "La gran belleza" tal vez puede tolerarse, pero no era ·"gran" sino "media" belleza, pero se puede aguantar si uno pone voluntad, y más para mí, que considero que el cine italiano es el más interesante de Europa (Fellini, Bertolucci, Tornatore, Visconti, Antonioni, De Sica, Rossellini, Comencini, Scola, etc.). Sin embargo, la películas que he visto de dicho director de lo que sea, es pretencioso, pedante, creído y, sobre todo, copión. No hay nada nuevo en su cine, pero, además, ni siquiera conoce el sentido de la palabra "emular", que con su pretensión es lo que debería hacer, pero no lo hace porque no sabe.

No deber realizarse una película musical sin cantantes profesionales Streep y Brosnan dan pena. ¡Cómo pudieron aceptar, en especial ella, suplantar en alguna canción a ABBA! ¡Impensable e increíble!

A pesar de ese final y la posible relación entre ambos "hijos", está mal concebido. No hay ni siquiera implícitamente un por qué de tal actuación de los jóvenes ni de por qué son cómplices. Hay que buscar excesiva casualidad, un azar
forzado, coincidencias, etc. Muy mala consecución, absurda, sin sentido. Se logra el misterio a base de desinformación que persiste.

Tergiversa el sentido de la obra de Doyle. El encanto de Sherlock Holmes es su época, el estado a la sazón de las investigaciones criminales y demás, no debe ambientarse en el siglo XX avanzado ni en el XXI. Es un error. Deberían utilizar otros nombres para los personajes y darle otro nombre a la serie, por ejemplo, Simplón Pretencioso o algo semejante. Ya basta de tergiversar personajes literarios y situarlos fuera de su contexto. ¿Por qué necesitan el nombre del clásico? ¿Acaso no pueden utilizar las mismas historias, argumentos, temas, personajes, etc., y ponerles otro nombre? ¡Qué poca imaginación!