Fui al cine a ver una película de ciencia ficción facilona, y me encontré con esta película que me engancho desde el primer minuto, y me mantuvo en tensión constante hasta el final de la película.

La tierra se muere y un grupo de exploradores se lanzan a explorar la galaxia para buscar un planeta en el que la raza humana pueda seguir viviendo, el drama humano que se vive con un padre que tiene que dejar a sus hijos por una posibilidad remota de un futuro mejor, de una chica enamorada de un astronauta que se marchó años atrás en una misión sin posibilidades y que sueña con encontrar vivo.

Nolan nos presenta una historia de superación humana extraordinaria, y consigue trasmitir la agonía de quien intenta algo imposible con medios limitados, envuelta con una banda sonora de Hans Zimmer totalmente acorde con la espectacularidad de la película.

Imágenes increíbles, y teorías que pueden parecer un poco liosas hasta el desenlace final, con un Matthew McConaughey que nos muestra lo mejor de él.

No es la típica película de ciencia ficción para ver en verano, es una obra maestra que, a pesar de los 170 minutos de duración te mantiene atento y emocionado de principio a fin.