Bien hilada, dentro de lo previsible de los personajes. Un final un poco a traspiés que no esperas, por ser imposible dentro de la sicología del personaje que lo desencadena, a menos que podamos cambiar de personalidad como se le da la vuelta a un calcetín. A pesar de ello, me ha mantenido expectante, que es lo que espero de una peli. No he leido la novela, no sé si será así,..si lo es agradezco el tiempo que he pasado paseando.

Cierto es, que no es una película fácil de ver, pero no por las escenas que presenta, no por la temática silenciada que trata de mostrar, es porque va más allá de esa temática que puede parecer obvia. toca en lo más profundo de la existencia humana. Aún a riesgo de parecer extremo lo repito, ¿cuál es el sentido de la vida?.
Gracias por el dramatismo maravilloso de la música, no he visto nada más flamenco que esta película.

Un lindo cuento para echar un rato de suavidad y sin profundidades, sobre los parabienes de la soledad y la compañía, sobre la familia en el sentido amplio y sobre el despertar de la inocencia, nada nuevo lo sé, pero si se adereza con una buena fotografía todo sabe mejor.

No entiendes esta película si no quieres entender la grandeza de la creación artística, en este caso de la musical. Cuando se alcanza lo sublime, cuando llegas al final del camino marcado, o incluso, sólo referido o intuido por otros grandes anteriores a ti y ya todo es terreno baldío y te toca a ti trazarlo el vértigo debe de ser supino. Cuando sientes el peso de todas las miradas y el juicio de todos los coetáneos y eres consciente que eso solo significa una ínfima parte del juico propio, la creación debe ser un camino dolorosísimo. En ese punto en el que todo lo demás pierde la importancia en comparación y descubres lo verdaderamente importante. Con la aparición de la Holmes parece que pretenden lanzarla al gran público, pero creo que aburre un poco para eso. Ya lo sé, se me ve el plumero, me ha emocionado si,…

Sublime, me pregunto ¿cómo la había visto hasta ahora? Da un poco de escalofríos cuando se reconocen paralelismos con la situación sociopolítica que vivimos en nuestro país. Una película del 2006 (¡catorce años!), que si le cambiáramos el tratamiento de color y la simbología blanca y azul la virásemos a verde bien podría ser estrenada hoy. Decadencia cultural, elogio de la incultura, gregarismos buscando enemigos comunes que llenen el vacío existencial de los personajes, … un tratamiento magistral de todos estos temas centrados en la figura de un niño. Quiero decir tantas cosas que me “aturrullo”, bueno una cosa más: VÉANLA. Y otra, si te gusta la después echadle un vistazo a la obra de Nan Goldin y de Todd Hido.