Hay películas que no te cuentan una historia, te cuentan un estado de ánimo. Por su propia naturaleza, estas películas posen una fuerte restricción. Se disfruta de ellas si uno se encuentra en el mismo estado de ánimo, o consigue cierta empatia emocional. Es importante escoger bien el momento, y rara vez perdura más allá de la duración del largometraje.

Este es el caso de Ficción.

Tengo que decir que me llaman la atención las críticas que leo sobre esta película. Creo que no hay que perder el objetivo con este tipo de películas.

Es una película de aventuras (tan socorrido el decir "tipo Indiana Jones"). A partir de ahí, me parece que cumple con todos los requisitos. Suficientemente entretenida como para quedarte sentado viendola, y suficientemente divertida como para sonreir con algunas escenas concretas.

En fin, cumple su cometido, cosa que no se puede decir de supuestas buenas películas.

Película francamente decepcionante. Empieza de forma prometedora, con un buen principio. El problema se encuentra en el resto del metraje. La trama pierde interés enseguida y las escenas de suspense, salvo pequeños detalles, son demasiado largas y aburridas. A mitad de película te sorprenderás pensando en otra cosa.

Por otra parte, los actores dejan un poco que desear. En cualquier caso, el único que se podría salvar es James Stewart...

A pesar de no contar nada nuevo, o por lo menos nada que no imaginásemos ya, logra un nivel de acercamiento al problema que pocas películas del mismo discurso consiguen. Y me refiero a un acercamiento principalmente emotivo. Como espectador europeo, uno no podrá mantenerse al margen del abuso y deterioro que su propio continente causa al vecino.

No hay que olvidar, por otro lado, la historia de amor de los protagonistas, que desempeña un papel importantísimo a la hora de sacar los sentimientos buscados por la película.

Realmente hay que reconocer que es una película fallida. Siempre y cuando la consideremos largometraje. No existe trama que conexione las distintas escenas que se nos presentan, ni relación entre los personajes.

Otra cosa es si se considera como un grupo de cortometrajes. Desde este punto de vista, se puede realizar un análisis por separado de cada uno de los cortos que integran la película. De esta forma, nos encontramos con gran variedad en cuanto a calidad se refiere. Hay cortos de indudable calidad, como el protagonizado por Alfred Molina y Steve Coogan; otros más normalitos, como el de Steve Buscemi o el de Bill Murray; y alguno totalmente prescindible, como el del niño que no habla.

No obtante, como conjunto, decepcionante...