Esta película es un bélico apasionante, una real reconstrucción de la carnicería en la que se convirtió la playa de Omaha en el momento del desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944 de la Segunda Guerra Mundial.
Hiperrealismo y crudeza con que está documentado ese combate militar.
El subjetivismo de esta película es tan real, que me ha introducido con brutalidad en el violento y absurdo caos de un campo de batalla, con un uso de la cámara asombroso, con un diseño de sonido espectacular y unos colores de saturados magníficos.
A pesar de que es dura, está muy bien estructurada junto a un entorno excepcional, con un grupo de personajes muy elaborado, interpretando sin fisuras.
Lo que ha conseguido esa película es que la historia no quede en el olvido.