Sorprendentemente desprovista de un guión a la altura de presupuesto invertido y, por supuesto, a años luz de lo que se puede esperar de la conclusión de semejante saga cinematográfica.

Una vulgar enmienda a la totalidad, puesto que no solo es incapaz de aportar ni pizca de condimento nuevo al relato galáctico, además despoja a las películas clásicas de valor; cualquier esfuerzo planteado en esas cintas previas resulta en vano, menor, fútil; lo cual es frustrante, puesto que los nuevos relatos (y los retos que suponen para los personajes) deben conducir necesariamente a nuevas experiencias, nuevas tesis. No es el caso.

La gran conclusión de la saga resulta finalmente en un empequeñecimiento de Star Wars, que languidece en su formato cinematográfico en estado comatoso, esclerótico. Un artefacto de puro entretenimiento sin nada que contar, solo reseñable por su esplendorosa factura visual, llena de colores y detalles, digna de un apartado técnico que vale lo que cuesta.

Y no hay más que añadir por mi parte. Que la disfruten los que puedan.