Fui a ver lo nuevo de Peele solo, porque sabía, y estaba en lo cierto, que sería una película que requeriría de toda mi atención.

No esperen encontrar una película de terror, ni mucho menos. Esto es otra cosa como todo lo que Peele ha hecho hasta ahora. Nop es rica en matices, y pretende ser una crítica social contemporánea que llegue directa a la conciencia del espectador, digo pretende porque no lo consigue del todo. Falla en el ritmo, la película se hace tediosa por momentos y quiere hablar de tantas cosas simultáneamente que sobre todo lo hace superficialmente.
Me gustó, pero cada vez el mensaje de Peele se retuerce más, como las riendas de un caballo desbocado a las que cuesta sujetar.

No gustará al gran público, seguro que nop, porque la era digital que Peele pretende cuestionar es directa y poco ornamentada. Debería retomar el sendero de Get Out, un suspense elegante e innovador que le otorgó el gran premio de la academia de Hollywood. Aunque tras ver la película, sé que Jordan no está muy interesado en repetir galardón por cómo habla de la industria cinematográfica. Ni falta que le hace.

No es una película de ciencia ficción, es un metraje lleno de metáforas que se disfruta por su fotografía y manejo de la tensión con una magnífica banda sonora y actores de calidad, espontáneos y frescos.

No lo olvidemos, cuando miras al miedo de frente te inunda y se difumina poco después. Si lo ignoras, siempre te acecha de forma latente.

La ópera prima de Song es un proyecto cuidado, en el que la directora ha depositado en ella con gran mimo sus habilidades personales y seguramente también algún tinte autobiográfico.

Sin embargo es una película que pretende ser sentimental sin transmitir en exceso, es sobria en demasía y con un elenco contenido durante el metraje. Una buena idea que no se desarrolla por completo. Quería llorar en el cine y no pude hacerlo

Me quedo con el mensaje de fondo: que las personas no somos las mismas al inicio y al fin de una relación con otra persona y por tanto, no podemos tomar las mismas decisiones en diferentes momentos de nuestra historia.

Hacía tiempo que no disfrutaba de una película que manejara la tensión de una manera tan brillante. El filme resulta por momentos asfixiante en el buen sentido de la palabra, es de esas tensiones que te lleva al deleite máximo que te proporciona el cine de calidad.

En contraposición, decir que el ritmo de la película resulta irregular, con momentos en donde quizá la atención decae en detalles más superficiales, pero la calidad del largometraje es tan alta que son detalles que compensan. El elenco es sobresaliente, incluso en gallego, incluso en francés.

Una oda a lo más miserable, irracional y animal del ser humano que se disfruta en cada segundo y en donde se nos muestra que hasta en lo más inhumano del hombre puede aflorar algo de compasión. Imperdible.