El cine francés me encanta, y me gusta por películas como esta. Con amor por las buenas imágenes, con actores tan creíbles como potentes y con un tema que por este lado de América pareciera no importar mucho.

Un sesentón cuya vida es trabajar para vivir bien y disfrutar, Auteuil lo transmite muy bien, bebe vino, escucha ópera en un equipo de sonido analógico y tiene una esposa maravillosa que parece amarlo. Su casa es un pequeño parque maravilloso que es el quinto protagonista de la historia y es el único de ellos que al terminar la película se mantiene como empieza.

Me hizo pensar mucho en la vida y en aquellos de nosotros que hemos tenido más fortuna que otros y sabemos que la vejez podrá ser compleja pero tendremos herramientas para enfrentarla.
La película toca muchos temas de soslayo, la migración y la pobreza, el rol de la mujer en la vida de hoy y no da respuestas ni pretende decirte que está bien o mal. Hace lo que debe hacer, en mi opinión el periodismo, mostrar los hechos y dejar que nosotros juzguemos.