La cinta es un todo de perfección. Un regalo para actores y espectadores que encumbra si cabe mas a un Almodovar plenamente maduro e incontestable. Todo en ella esta cuidada al detalle. Del texto a las localizaciones, la fotografía, la música que la acompaña, los tempos en los que salta de unas a otras emociones con sigilo y armonía, hacen de ella una obra más a la altura de una maravillosa ópera u obra de arte de un museo, que a una mera cinta navegando entre la acostumbrada mediocridad que inunda las salas de nuestros cines. Esta Si hace honor al denominado como Séptimo Arte.