Reposición tras reposición fuimos fumándonos la serie y ésta acabó matándonos las neuronas. Pero la volvería a ver. Volvería a ver las chorradas que iban improvisando los guionistas, plagios incluidos.

Con algún toque de humor surrealista la serie subía algún punto que luego bajaba cuando se ponía seria con episodios dramáticos bastante tópicos (enfermedades, problemas familiares,...).

En conclusión, consejo de padre: Hijo, prefiero que te fumes esto a que te chutes Física o química.

Cortometraje que sigue en la línea de estilo que se ha marcado su director. Después de la brutal 'El regreso', Zvyagintsev (sí, he hecho un copy&paste con su nombre) dirigió 'The banishment', película que a día de hoy no he visto, pero que a buen seguro mantiene el nivel de su predecesora.

'Apocrypha' le debe bastante a 'No amarás'. Con una temática parecida, cuenta, con una suave cadencia, una historia de amor que puede ser reconstruida en nuestra imaginación a partir de las pocas piezas del puzzle que el director no ha tirado al mar. Eso sí, la fotografía no está tan bien cuidada con en las pelis del polaco (obviamente hay que tener en cuenta que esto solo es un corto y que, aparte de contar con menor presupuesto, también se cuenta con menos entusiasmo y cuidado).

Me sorprende que este corto se haya quedado en la sala de montaje en su estreno en cines. O no, mejor dicho: no, no me sorprende.

Esta película trata sobre el descubrimiento de la sexualidad, de cómo la maneja la juventud. Cine independiente a la americana, intentando hacernos reír al mismo tiempo que intenta que tratemos a la película seriamente.

No es una gran reflexión sobre el sexo en la adolescencia, pero existen los personajes a diferencia de otras películas de este "género". El guión nos pone en dos situaciones diferentes, se podría decir que contrapuestas, el chico y la chica, que, clichés mediante, abordan el sexo con complejos, desvergüenza o despreocupación según cada caso.

Película con interesantes detalles pero minada de antemano por los tópicos del "perfecto adolescente cinematográfico", aunque se agradece que no haya escenas eróticas, tan innecesarias como efectistas recursos que se están poniendo de moda.

Para hacernos una idea de lo que es Nadie me quiere (Keiner liebt mich), haré una de esas comparaciones tan ilustrativas que se me ocurren a veces: es como Amélie, con un apartado técnico más seco, adaptada a la Alemania de principios de los 90.

Fanny (la prota) es una chica perspicaz que no logra triunfar en el amor, mientras la gente de su alrededor se hincha a roscas. Eso, incluida su madre, escritora erótica y enamoradiza de quien le hace la pelota.

¿Qué tiene de buena la peli? Logra ser entrañable por la extensa galería de personajes extraños que se pasean por ella. El personaje protagonista no es excesivamente repelente (punto a favor de la peli). Y en el tramo final, sin renunciar completamente al tono de comedia, se torna la historia algo más cruda –incluso onírica–.

Es una de esas pelis que incluiría en el subgénero de “comedia-drama fantástico”, tan de moda la última década en el cine comercial francés (la citada Amélie, Quiéreme si te atreves,…).

Dirigida por Doris Dörrie, es una película hecha desde el enfoque de una mujer y de forma algo… agresiva con los hombres, pero para algo fue dirigida por una fémina.

Una comedia dramática destacada, y matizo que lo de dramática no va por el teatro, es más bien, un drama con acertadas dosis de comedia.

Grandiosas interpretaciones, grandiosas, aunque el guión en ocasiones deje que desear.

Por último destacar al cine escandinavo en general, que está siendo de lo mejor de Europa, en Suecia Lukas Moodysson o Liv Ullmann, en Dinamarca Lars Von Trier o Thomas Vinterberg y en Finlandia Aki Kaurismäki. Todos ellos grandes directores, todos ellos ya han demostrado de lo que son capaces, todos ellos han dejado el nivel del cine en "grandes" industrias europeas como Inglaterra, España, Francia o Alemania (ésta última tiene directores de nivel, pero aún no han demostrado todo su potencial) a la altura de la suela de los zapatos.

De nuevo os invito a ver esta película, que tal vez no es de lo mejor de la industria escandinava, pero entretiene y nos deja deleitarnos con (sí, lo repito otra vez) las grandes interpretaciones.