Magnífica primera hora. Una realista visión de la crudeza de la guerra. Cualquier guerra. Agarrado al sillón disfruto paralelismos con los primeros minutos de Salvar al Soldado Ryan.
Brad Pitt trabaja creíblemente en su papel de líder de un "rat pack" de soldados que vienen de vuelta de todo. Logan Lerman muestra dotes para que le empiecen a llegar guiones serios. Shia Lebouf desapercibido

Pero en la segunda mitad la película se viene abajo. Es poco realista y empiezo a bostezar y mirar el reloj.
A David Ayer se le va de las manos y vuelve a encasillarse en sus habituales filmes con mucha acción y poco guión, como Sabotage con Schwarzenegger o Dueños de la Calle con K. Reeves.

Una película sobre actores, actuaciones y teatro. Magnífico Norton, como siempre, y Keaton, sorprendente.
Una profunda reflexión sobre la fama, las obsesiones y la reinvención a mitad de la vida.
Caótica, hipnótica, verborreica, impulsiva, agotadora, excesiva.
Un homenaje al teatro.

Después de verla aconsejo tomar una cerveza, relajarse y comentarla con tu acompañante. Hay mucho que decir.

Nolan bebe de 2001, Origen, Gravity y Solaris. Esta película nos lleva lejos, muy lejos. Argumento exigente con el espectador: hay que estar muy atento para no perderse. Una música que acompaña. Unos giros argumentales que nos pegan al sillón durante casi tres horas. Inteligencia y ciencia. Excelente interpretación del actor de moda: McConaughey. En fin, es un viaje creíble y escalofriante hacia una nueva dimensión. Hacía mucho tiempo que no veía ciencia ficción tan fascinante.