El problema de esta película, en mi opinión son los actores. Emma Penella no resulta convincente y sus dos oponentes masculinos Don Álvaro y Fermin de Pas, tampoco, ya que para colmo, al ser extranjeros, están doblados.
En cambio los secundarios son magníficos: Adolfo Marsillac, Charo López... bordan sus pequeños papeles.
Aún así merece la pena verla, no es una mala adaptación de uno de nuestros clásicos.

El ambiente es nostálgico y de constante homenaje a los grandes autores del cine negro. La trama importa menos que unos diálogos que a veces son agudos y otras impostados. El final tampoco importa porque antes de que llegue, el espectador recibe una bofetada (un crimen injusto e inesperado) que le deja perplejo. La fotografía es buena y también el trabajo de los actores pero el mejor es Carlos Santos.

No basta con el atractivo de Chiara ni con el de Camille. Me resultó sosa, aburrida y además no dice nada. No creo que se pueda hacer spoiler de una peli donde no pasa nada, no se dice nada interesante y los personajes se aburren tanto que acaban contagiando al espectador.
Una auténtica pérdida de tiempo y un desperdicio innecesario.