Después de semanas de espera por fin llega a las salas de cine "Dallas Buyers Club", plenamente respaldada por la crítica. Estoy convencido de que voy a ver una película de las que dejan huella puesto que la historia que recoge es, sin lugar a dudas, digna de ser contada, y contiene lo que los expertos tildan como dos interpretaciones magistrales.

Sin embargo, al finalizar la visión de la misma, sólo soy capaz de pensar en lo desaprovechada que está la historia. Esperaba encontrarme con una cruda realidad que me llevara a tener las emociones a flor de piel. Nada de eso. Sin rastro de emociones. Trama bastante plana, en la que el director, Jean-Marc Vallée, no da con la tecla.

Nada que reprochar a los actores. Las interpretaciones de los oscarizados Matthew McCounaghey y Jared Leto son muy buenas, especialmente la de Matthew McConaughey. No obstante, creo que las actuaciones de Leonardo DiCaprio y Jonah Hill en "El lobo de Wall Street" están muy por encima y merecían el galardón en la gala de los Oscars de 2014.

En mi opinión, película pasable y sobrevalorada.

Indiferente... así es como me ha dejado esta película. ¡Miento! Indiferente... y con un cierto dolor de cabeza.

Una película que parece en sí un laberinto como los del propio film, y en el cual uno nunca encuentra la salida. Cuando crees empezar a entender de que va todo el asunto, te encuentras con una sorpresa que, lejos de ayudar a disfrutar de la película, enreda.

Todo con la única pretensión por parte de los guionistas de ser originales. Y sin embargo, no he podido parar de preguntarme a mi mismo si era "Origen" lo que estaban proyectando en la pantalla o si se trataba de "Matrix".

En definitiva, una película relativamente entretenida, que ni mucho menos aburre, pero cuyo guión impide disfrutarla plenamente.