No supera a la genial entrega que la precede (Joker es el mejor villano, la trama de la película anterior está trabajadísima, mientras que en ésta algún pasaje puede estar algo sobrecargado o polémicamente resuelto incluso para mí), pero sí que es un desenlace a la altura por lo menos de su buen inicio en la primera de las tres.
Es una película potente, entretenida y emocionante en la mayoría de momentos. La acción está muy bien rodada a pesar de que los planos algo quietos permiten apreciar algunos golpes fantasmas o pistolas que no escupen fuego al escucharse el disparo. Fallos clásicos pero perdonables y que sólo se aprecian de verdad a partir del segundo o tercer visionado. Aún así, las escenas te embaucan y la música de Hans Zimmer es envolvente. Christian Bale se despide de su Batman/Bruce Wayne ofreciendo la interpretación con más matices de las tres películas siendo lo mejor de esta tercera entrega final.
No es la obra maestra que muchos dicen o se esperaba tras la anterior y la fantástica Origen, pero sí es una buena película de acción y hasta de superación personal y emocional.

¿Quién iba a decir que una película de este calibre iba a ser tan maestra y tan alto iba a llegar en la cima del cine comercial y del cine en general? Toda una revolución por sorpresa que nos volvió tan locos como ese villano inmortal que pone magistralmente la ciudad patas arriba mientras que el héroe murciélago intenta ser inexpresivamente impertubable y estoico y tratar de adelantarse un paso. Pero esto no es un duelo. Es una auténtica batalla: mafia y abogados, policías y ciudadanos, presos e inocentes. Todo están envueltos en una de las mejores tramas que el cine ha podido entregar y cada uno tiene su momento en un guión maestro y poderoso.

Y es que el secreto no es Batman, el Joker o Dos Caras. El secreto no es la música, ni la acción. El secreto es el guión. Cómo el guión encaja todo eso de una forma tan brillante y arrebatadora. Cumpliendo con las exigencias comerciales, pero también con las suyas propias. Convirtiendo un entretenimiento veraniego de alto nivel en una joya artística inolvidable.

Cada visionado que la echo me encanta tanto como aquella primera vez que la visioné en agosto del 2008. Aquel verano que cambió el cine. Y el agente del caos que lo cambió fue este peliculón oscuro. Aún pueden hacerse obras maestras en estos tiempos indecentes y aún se pueden conseguir interpretaciones insuperables que quedarán en los libros de historia.

Nunca el cine comercial había sido tan oscuro, tan recargado, tan emocionante, tan bien ejecutado, tan cumplidor de expectativas, tan magistral. Que cada uno lo compruebe: es imposible no disfrutarla siquiera.

Skyfall supone un El mundo nunca es suficiente bien hecho, o un Al servicio secreto de su majestad elevado a obra maestra (y no sólo para los seguidores más fieles de la saga). Una historia preocupada por los valores personales complejos más que por la acción tópica, contada teniendo en cuenta reflexiones actuales y la ambigua moralidad humana en el bando "heroico" y "villano" (en comparación con todas las anteriores). Además es un tanto provocadora debido a que no es tan respetuosa con los clásicos esquemas, al atreverse a entregar cosas nuevas que por otro lado le vienen que ni pintado a su protagonista y a la trama de la película (más aún tras 22 entregas y 50 años a sus espaldas).

Sam Mendes está pletórico y logra imprimir grandeza a la trama gracias a un estilo visual maestro y elegante, consiguiendo interpretaciones espectaculares de Daniel Craig, quien termina de convertirse en Bond por completo (tras esta película se me hará casi imposible ver a otro actor sumergirse en el rol con ese brío, esa seguridad y esa complejidad fascinante y única) y de Javier Bardem, quien es su mejor contrincante (uno de los villanos más completos e inolvidables de la franquicia desde ya y desde luego el único "malo" al que comprendes y con el que hasta te identificas). La película nos cuenta una historia con una precisión y ritmo voraz, ritmo aderezado no por la acción sino por el fantástico dinamismo de sus personajes, lo que sueltan por la boca de forma inspirada y que nos hace prestar aún más atención.

Sin dudas es de las mejores de Bond en toda su historia (y de esta etapa completamente nueva). Con dudas del resto del público (en mi opinión, no tengo dudas), es realmente la mejor de la saga 007. Una demostración más de lo rompedor y renovador que su legado puede ser conforme los tiempos cambian y más si se consigue actualizar la fórmula sin perder respeto e introduciendo reflexiones nuevas y frescas.

Toy Story 3 es muchísimo más que el final de una grandiosa trilogía: es un precioso homenaje a todas aquellas infancias que vieron la primera, crecieron un poco con la segunda y, ahora de adultos o jóvenes universitarios (como Andy) visionan con ilusión la tercera.
No es sólo la mejor de la tres de muy largo, sino que es una experiencia emocionante, inolvidable, la verdad es que mejor no podía haber sido. Espero que no la fastidien con una cuarta entrega (de la que hay rumores serios); y si la hay, confío en que sea tan genial como esta, que cuando quieren hacen grandes películas.

Origen, a mi gusto, me parece la entrega más excepcional de su director Christopher Nolan. Todo lo que pueda decir de lo grandioso de la película ya está dicho, pero hago este veredicto queriendo aclarar algo con la otra gran obra de su director "El Caballero Oscuro". Para mí, ambas películas juegan en la misma liga: ambas son obras maestras que se les quedan pequeñas a sus propios géneros de lo inteligentes y sorprendentes que son ambas. Pero esta película es totalmente de Nolan: aquí están sus ideas, su guión sus personajes propios, todo. Aquí el director se tomó su tiempo y su conocimiento (además de su creatividad) para dar jugo y forma a un proyecto propio, que no bebe de ningún cómic ni cuenta con la gran baza de ser un personaje conocido y/o anhelado. Sólo por eso, merece un reconocimiento especial, y es por ello por lo que la considero la mejor película del director hasta la fecha.
Es entretenida y coherente todo el tiempo, te mantiene despierto y alerta, la banda sonora es magnífica y las interpretaciones son soberbias. El espectáculo está servido.