El principal problema de ser un director renombrado y de éxito, es la expectativa que se genera en torno a su trabajo. "Los abrazos rotos" no es una mala película, pero esta muy por debajo de las grandes obras de Almodóvar.

Cabe destacar el trabajo de los actores principales (Cruz, Homar, Portillo, Gómez), pero sin embargo, el trabajo de algunos secundarios resulta muy poco creíble, no puedes dejar de pensar en cómo pudieron pasar el casting. No es el caso de Kira Miró, que lo hace bien, aunque su corta (y explícita) escena parece algo forzada, ideada para lucir su fantástica anatomía.

Resulta interesante el guiño que Almodóvar hace a "Mujeres al borde de un ataque de nervios", ese juego de ficción dentro de la ficción, revisitando los personajes, los decorados, la trama. Aporta humor y nostalgia a esta película. A veces, los tiempos pasados fueron mejores.