David Lynch todavía debe estar descojonandose por los pasillos después de ver como toda una solemne troupe de gilipollas teorizan alrededor del significado de algo que no lo tiene ni pretende tenerlo, es tan solo una tomadura de pelo o digamoslo mas suavemente, una travesura. El propio Lynch comentó a Toni Scott que en mitad del rodaje se dió cuenta de que la peli era una porqueria y no tenía arreglo, de modo que decidió experimentar. El experimento consistió en meter un batiburrillo de escenas sin conexión una tras otra, al parecer incluso sorteó con su ayudante el orden de aparición de la mayoría de ellas, quería comprobar hasta que punto podía llegar la estupidez de la gente en adular algo que no entiende por el mero hecho de que lo hubiese realizado él, y el punto al que llegó la estupidez le sorprendió hasta a él mismo.

Basura galactica, no soy muy dado a escribir críticas y no voy a hacerlo, pero este excremento de Scott provoca el vómito. Se me hace muy dificil creer que es el mismo que dirigió la insuperable Alien. Trata de coger elementos de Alien y Alien II, así, el comandante negro recuerda al sargento de Alien II, a la de Millenium la trata de convertir en la nueva Ripley, pero lo realmente increible es que las cosas pasan sin un por que, es absurda, es una correlación de escenas deslabazadas en la que cada una tiene cada vez menos que ver con la anterior y en la que no se crea ningun tipo de atmósfera. Lo peor es que la pelicula provoca risa sin pretenderlo.