Unos días antes del estreno, cuando supe de la vida de Marcos Pantoja, ésta me resultó interesantísima. En el cine, la historia de Pantoja ha quedado como una recreación de su vida a grandes brochazos, sin que el cine le aporte mucho más salvo unas escenas bastante cuidadas en la naturaleza. Más bien diría que el traslado al cine le quita dramatismo a la historia real, al adivinarse alguna escena como pegote para imprimirle intensidad a la historia (que EMO no necesita).

La película me parece bastante completa, no esperaba mucho más, aunque no tiene nada que ver con el abundante cine de acción y efectos especiales actual, y la historia tampoco quiere comunicar nada más que una historia alucinante que pasó en la vida real no hace tantos años.

Quizá algún perfeccionista le achaque la falta del dramatismo que cualquiera le supone a la historia real. Es posible, y creo que se deba a esos grandes brochazos que no profundizaron en el sentimiento, cuya expresión está (y seguramente estuvo en la realidad) casi ausente en ese ambiente inhóspito, de pocas palabras y menos gestos de la Andalucía más profunda de la posguerra. Poniéndonos a imaginar, creo que es una historia que si la pillara un Clint Eastwood la convertiría en un peliculón, porque es un director que ha demostrado saber sacar ese aspecto humano y dramático de mimbres como son la sobriedad, la miseria, la soledad, el silencio, aspecto que repito, se le puede echar en falta a la peli.

En fin, pese a todo, disfruté la película, más cercana al documental que al cine de acción, como ya se ha dicho, con sus pros y contras. Sancho Gracia, el niño, Ballesta y los lobos, todos geniales.

La recomiendo para quien conoce la historia real y le ha parecido interesante.

Me gusta Matt Damon, al menos tiene una trayectoria bastante respetable.
Entre eso y las 6 estrellas con las que el público valoraba esta película en esta página, me pareció que podría estar bien.
También me gusta el cine de ciencia-ficción y las historias paranormales que, desde hace unos años, se han puesto de moda en el cine.

No obstante, esta peli no llega al aprobado en ninguno de los aspectos mencionados:

Los primeros minutos de la película me pareció que iba a ser un tablón, así que decidí meterme en ella e intentar disfrutar lo que pudiera de las 2 h de cine. Tras esta vacilación sobre la valoración, la peli pasó a ser un alucinante relato fantástico-mitológico del que disfruté como pocas veces en el cine.

Adecuada elección y caracterización de actores, si bien es verdad lo que dicen de los diálogos. No son gran cosa, y a varios de los dioses, como a Kronos, no se les entiende, pero ni falta que les hace. La película apenas necesita de los diálogos que tiene, que parecen las aclaraciones entre fotogramas del cine mudo. No es necesario saber lo que dice Kronos, se sabe que habla y la imaginación del espectador hace el resto. Está pensado así, si no, con dejarnos entenderle había suficiente. Es tal el derroche imaginativo en los efectos especiales, que te deja embobado en la butaca siguiendo escena tras escena el devenir de la historia.

Los efectos especiales están muy bien, exceptuando los de la escena con el Minotauro, al que apenas se distingue. Parece que con él se les acabó el presupuesto, pues en esas escenas se limitan a mover mucho la cámara y a dejarnos entrever su fealdad.

Se ha criticado la falta de rigurosidad respecto a los mitos griegos. Una breve revisión de la leyenda de Kronos en Wikipedia revela la abundancia y variedad de versiones de su mitología, y en una de ellas, al menos superficialmente, cuadra el relato de la peli.

No entiendo las pésimas críticas de los diferentes medios hacia la peli, con la de bodrios bien valorados que vemos a diario. Esta es una película super entretenida, para pasar el rato disfrutando de sus grandiosos efectos especiales y conocer un poco de mitología-ficción, historias que debieron ser para los griegos como las "pelis" de aventuras de la época.