Sólo aprobado, por aquello de las querencias personales a un género que, dicho sea de paso, no me ha vuelto nunca loco.
A favor:
-La revisión y actualización estética del género, con recuperación del espíritu grunge de los noventa (lástima que la música sea tan de telefilm de Disney).
-El dorado de piel que se les pone ahora a los vampiros cuando les da el sol (hay que sacudirse de encima las rémoras y los clichés del pasado).
-El instituto, cruce entre Degrassi Junior High, un documental sobre Columbine y el hotel del Resplandor.
En contra:
-Aparte de con la banda sonora musical, la película falla a la hora de retratar la rebeldía adolescentil (¿por qué no se hace ningún chiste sobre los vestidos que se ponen para el prom?).
-No hay ninguna referencia gay (no me vale el amigo periodista, sorry) y esto, con el vampirisimo, es como hablar de Eurovisión y evitar alusiones.
-El maquillaje... las lentillas... los pelucones... Ya queda claro desde el principio que la familia de raritos son raritos. ¿A qué tanto neo-expresionismo de andar por casa? ¿Acaso los vampiros no tienen derecho a leer las revistas de tendencias e ir un poco más a la moda?
-En relación con lo anterior, el tufillo Evanescence. Lo siento, no soy fans.
-Y lo peor de todo: ¿Vamos a quedarnos cruzados de brazos viendo cómo el movimiento neocon se apodera del mito vampírico? Sé que esto no es culpa de la película, sino de la saga multimillonaria de best-sellers (y estoy súper a favor de que los escritores se forren, que conste). El poder de la sangre, lo irremediable de la pulsión sexual/amorosa, el deseo por la carne como forma de inmortalidad, el eterno disfrute de los placeres de la vida... Entiendo que es una película para adolescentes, pero de ahí a que descafeinemos tanto un género que tan buenos ratos (y cumbres literarias) nos ha dado... No me parece bien.

Por lo demás, peli de palomitas para un auto-cine con luna llena. Muy bien, pero no es lo mismo.