Que la poesía está unida a lo onírico es un hecho, que los sueños contados son reveladores para los que los saben interpretar es una suerte... Aveces. Lo que yo he interpretado de esta película es que, bajo un acertado y depurado estilo cinematográfico, lo que realmente esconde es una preocupación personal del director, que no llega a materializarse en el film debido al abuso de tópicos del mundo de la publicidad que chocan abiertamente con el sentido poético que se quiere presentar. O es que ese mundo que se transmite es el que realmente tiene el director en la cabeza. Para mí sería una decepción. Quiero pensar que las ganas de vender han sobrepasado, por circunstancias, las más sinceras intenciones de Guerín. La película parece un catálogo de Mango en donde las mujeres, todas jóvenes y bellas, son como un escaparate para un alma en vilo que pasea "tediosamente" en busca de una de ellas. O de dos. Para que la sensación pretendida con el film sea efectiva es mejor que cada uno se busque su propio paseo por la ciudad preferida, por lo menos encontrara una autenticidad de la que este film carece.

Una aproximación sincera y paciente a un personaje que camina entre montañas, vías y autovías a su ritmo en busca de un sueño. Una historia contada con cercania, también visual, que nos hace partícipe de la historia de Manuel, y también la de Gorrión. Imágenes de calidad cinematográfica con un atractivo bokeh que centra la atención en lo que el director quiere decir en cada momento. Y un guión entretenido, tanto por los diálogos y silencios como por los nudos de trama que acompañan a la propia historia del personaje. En definitiva, un documental de calidad y muy recomendable.

Un guión confuso y deslavazado. Una trama que en ocasiones se pierde para no volver a encontrarse y un exceso de exhibición de su protagonista (Natalia Verbeke). Un esfuerzo narrativo con resultado desigual en el que, por momentos, algún nudo de trama nos hace tener esperanza en que la película evolucionará hacia algo interesante, cosa que no ocurre por su insistencia en volver a recontarnos la historia con flash backs que no aclaran nada hasta el final. Demasiado tarde.

Estoy de acuerdo con la mayoría de las críticas que he leído acerca de la Conjura. Quiero salvar el acting, exceptuando a la "morisca"; forzado papel falta de toda credibilidad (flaco favor de su padre). Unicamente añadir una pregunta ¿Qué significa la palabra industria? Si algún director de los que reciben dinero suficiente para hacer una película de 15 millones de euros lo pudiera explicar... La industria se basa en sacar beneficio de un producto, riesgo personal en proyectos privados. En proyectos subvencionados con dinero público deberían pedirse responsabilidades, no sólo a aquellos que han dilapidado el dinero y cobrado unos buenos salarios, sino también a aquellos que han aprobado las ayudas a un guión que ya sobre el papel se ve con carencias graves y evidente falta de rigor profesional. Este tipo de directores son un peligro para el futuro del cine, son los que verdaderamente alejan al espectador del cine español, menos mal que de vez en cuando hay aciertos que equilibran la balanza como el de "Camino".

La vi en su día y me impactó sin saber porqué, como debe ser un primer visionado. Ahora, en el 2013, la he vuelto a disfrutar analizando sobre la marcha los diferentes elementos sobre los que se sustenta la historia, algo que normalmente te contiene las emociones, pero no, me he vuelto a emocionar. Y esto es mucho. Me da miedo visionar otra vez las películas que disfruté porque, como pasa con las ciudades, nunca son las misma que conociste, por diversas razones. En este caso me ha sorprendido y agradado al mismo tiempo. He visto la costura fina de una historia complicada y el fondo de unos personajes que representan a la perfección sensaciones y, repito, emociones que van conmigo desde mi infancia, y supongo que con la de aquellos que consideran esta película como una joya de la historia del cine.