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8,7
73.430
9
18 de enero de 2020
18 de enero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pongámonos en situación: Un supuesto parricidio. Un juicio. Un tribunal. 12 hombres. Una habitación. Una decisión. Culpable o Inocente. Muerte o absolución. Unanimidad necesaria. ¿Votos por culpable? 11 manos se levantan. ¿Votos por inocente? Una mano se levanta. Empieza el espectáculo.
Con estos elementos Sidney Lumet crea una joya atemporal en la que se pueden identificar dos facetas: Un filme de misterio, siempre con la incertidumbre de si el chico mató a su padre o no (Cosa que no llega a saberse con certeza en ningún momento, lo cual crea una ambigüedad deliciosa) y una película con un trasfondo moral: Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. ¿Pero desde donde se puede considerar demostrada la culpabilidad?
Como ven, trata un tema de brutal actualidad, pero hay varios elementos que nos demuestran que es de por lo menos hace cincuenta años. Mi favorito es que en casi todo momento, por lo menos un personaje fuma.
En cierto momento, el número 8 (El que votó por la inocencia del muchacho) comienza a sembrar la duda, nunca la certidumbre, de si realmente está tan clara la culpabilidad del muchacho. Ambas facetas se desarrollan a la perfección.
Vamos conociendo los detalles del caso y, al mismo tiempo, el número 8 nos hace reflexionar. Hay dos o tres sorpresas, elementos que nos hacen replantearnos el caso a nosotros, e incluso un giro inesperado, y la película acaba.
Cinematográficamente es aceptable. Las actuaciones son bastante (O incluso diría que muy) buenas y la fotografía es aceptable, al menos para tener lugar en una única habitación. En ocasiones (Pocas) pierde un poco el ritmo y se torna ligeramente aburrida durante un par de minutos, pero se recupera enseguida.
¿Queda todavía algo que decir?
Sí.
Que he mentido.
No son dos facetas las que tiene, sino tres.
La tercera son los personajes: Los doce miembros del jurado.
Y es que los personajes son, en mi opinión, el punto fuerte de la película. Y eso que todo lo demás lo hace muy bien.
Tenemos delante a doce hombres reales. Y la gran mayoría tienen piedad, a pesar de lo que diga el título. La
mayoría tiene, al menos por ahora, motivos perfectamente comprensibles para votar Culpable. Todos son humanos.
Tienen sus personalidades, sus manías, sus vidas. Algunos ceden fácilmente, otros se mantienen en sus trece. Están extraordinariamente definidos, y acabas empatizando con (casi) todos, lo cual es difícil de lograr en una película de solamente 95 minutos, más aún siendo doce.
Y es que poco a poco vamos conociéndolos en profundidad, uno a uno. Conocemos retazos de su pasado y presente, y sentimos que les conocemos de toda la vida.
Porque lo hacemos.
Doce, aunque no lo parezca, es un número alto. Y probablemente, si reuniésemos a doce personas aleatorias acabaríamos con un conjunto parecido a lo que se muestra en el filme.
Al ver la película, es increíblemente fácil que alguno de sus protagonistas nos recuerde a un conocido. O a varios.
O a nosotros mismos.
Es curioso, les conocemos y ni siquiera sabemos sus nombres. Solo en los últimos quince segundos nos enteramos de los nombres de dos. Dos de doce. Eso es como uno de seis. Es poco. Pero sobra. Es más, esa
escena podría haberse eliminado y ni se notaría. Quizás (Solo quizás) incluso sobrase.
Y eso es porque no es necesario saber sus nombres. Ya sabemos como son por lo que hicieron y dijeron en la
hora y media precedente.
Una de las críticas que peor pone esta película, la dota con un 1. Dice, entre otras cosas:
"La película no aporta nada, sólo vemos a personas que sin una argumentación sólida cambian su opinión."
Estoy en desacuerdo excepto por una cosa. Y es que, aunque es probable que haya sido completamente sin la intención que le voy a dar, no usa la palabra "personajes". Usa la palabra "Personas".
Estas tres facetas son, pues, excelentes, tanto a nivel cinematográfico como moral, intelectual y también en la capacidad de entretener.
Muy recomendable, sin duda. Que no amedrente el hecho de que sea de 1957, sigue perfectamente, apenas ha envejecido. Por ello recomiendo encarecidamente a todo el que todavía no la haya visto que lo haga, y aquel que ya la haya disfrutado vuelva a hacerlo.
Muchas gracias.
Con estos elementos Sidney Lumet crea una joya atemporal en la que se pueden identificar dos facetas: Un filme de misterio, siempre con la incertidumbre de si el chico mató a su padre o no (Cosa que no llega a saberse con certeza en ningún momento, lo cual crea una ambigüedad deliciosa) y una película con un trasfondo moral: Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. ¿Pero desde donde se puede considerar demostrada la culpabilidad?
Como ven, trata un tema de brutal actualidad, pero hay varios elementos que nos demuestran que es de por lo menos hace cincuenta años. Mi favorito es que en casi todo momento, por lo menos un personaje fuma.
En cierto momento, el número 8 (El que votó por la inocencia del muchacho) comienza a sembrar la duda, nunca la certidumbre, de si realmente está tan clara la culpabilidad del muchacho. Ambas facetas se desarrollan a la perfección.
Vamos conociendo los detalles del caso y, al mismo tiempo, el número 8 nos hace reflexionar. Hay dos o tres sorpresas, elementos que nos hacen replantearnos el caso a nosotros, e incluso un giro inesperado, y la película acaba.
Cinematográficamente es aceptable. Las actuaciones son bastante (O incluso diría que muy) buenas y la fotografía es aceptable, al menos para tener lugar en una única habitación. En ocasiones (Pocas) pierde un poco el ritmo y se torna ligeramente aburrida durante un par de minutos, pero se recupera enseguida.
¿Queda todavía algo que decir?
Sí.
Que he mentido.
No son dos facetas las que tiene, sino tres.
La tercera son los personajes: Los doce miembros del jurado.
Y es que los personajes son, en mi opinión, el punto fuerte de la película. Y eso que todo lo demás lo hace muy bien.
Tenemos delante a doce hombres reales. Y la gran mayoría tienen piedad, a pesar de lo que diga el título. La
mayoría tiene, al menos por ahora, motivos perfectamente comprensibles para votar Culpable. Todos son humanos.
Tienen sus personalidades, sus manías, sus vidas. Algunos ceden fácilmente, otros se mantienen en sus trece. Están extraordinariamente definidos, y acabas empatizando con (casi) todos, lo cual es difícil de lograr en una película de solamente 95 minutos, más aún siendo doce.
Y es que poco a poco vamos conociéndolos en profundidad, uno a uno. Conocemos retazos de su pasado y presente, y sentimos que les conocemos de toda la vida.
Porque lo hacemos.
Doce, aunque no lo parezca, es un número alto. Y probablemente, si reuniésemos a doce personas aleatorias acabaríamos con un conjunto parecido a lo que se muestra en el filme.
Al ver la película, es increíblemente fácil que alguno de sus protagonistas nos recuerde a un conocido. O a varios.
O a nosotros mismos.
Es curioso, les conocemos y ni siquiera sabemos sus nombres. Solo en los últimos quince segundos nos enteramos de los nombres de dos. Dos de doce. Eso es como uno de seis. Es poco. Pero sobra. Es más, esa
escena podría haberse eliminado y ni se notaría. Quizás (Solo quizás) incluso sobrase.
Y eso es porque no es necesario saber sus nombres. Ya sabemos como son por lo que hicieron y dijeron en la
hora y media precedente.
Una de las críticas que peor pone esta película, la dota con un 1. Dice, entre otras cosas:
"La película no aporta nada, sólo vemos a personas que sin una argumentación sólida cambian su opinión."
Estoy en desacuerdo excepto por una cosa. Y es que, aunque es probable que haya sido completamente sin la intención que le voy a dar, no usa la palabra "personajes". Usa la palabra "Personas".
Estas tres facetas son, pues, excelentes, tanto a nivel cinematográfico como moral, intelectual y también en la capacidad de entretener.
Muy recomendable, sin duda. Que no amedrente el hecho de que sea de 1957, sigue perfectamente, apenas ha envejecido. Por ello recomiendo encarecidamente a todo el que todavía no la haya visto que lo haga, y aquel que ya la haya disfrutado vuelva a hacerlo.
Muchas gracias.
9
22 de enero de 2020
22 de enero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una bellísima película en la que se nos cuenta la relativamente corta pero profunda amistad entre dos seres opuestos pero igualmente puros: Un hombre que ni siquiera sabe cuántos años tiene, que tuvo y perdió todo, criado en la naturaleza, que vive en total ignorancia en lo que a temas culturales o intelectuales se refiere, pero hondamente sabio en conocimientos naturales, pues es uno con todas las gentes; y un capitán con la misión de cartografiar distintas zonas, de un gran corazón, pero que no conoce los misterios de la vida en la naturaleza.
Los destinos de ambos se cruzarán y crearán una amistad que no flojeará por muchos años que pasen, ni en los momentos más difíciles.
Debo decir que poco hay que decir que no se haya dicho ya. Sin embargo, intentaré decir algo sobre esta delicia para la mente y el espíritu.
Técnicamente, es una película muy buena. La fotografía y ambientación son excelentes, así como las interpretaciones por parte de todo el elenco. Además, el guión ofrece una historia sólida, y está excelentemente rodada, de forma que, a pesar de su larga duración, no se hace en ningún momento pesada, tediosa o aburrida.
Sin embargo, donde realmente brilla ésta película es en el aspecto moral. Nos deja enseñanzas tanto humanas como naturales. Nos enseña el valor intrínseco que adquiere la amistad cuándo se presenta de forma espontánea, genuina y pura. Nos enseña también el valor de la vida natural, en respeto y armonía con todos los seres, o con todas las gentes.
No hay mucho más que decir, ya que lo que no se puede expresar con palabras será expresado al lector con sentimientos cuándo contemple éste maravilloso filme.
Muy recomendable.
Muchas gracias.
Los destinos de ambos se cruzarán y crearán una amistad que no flojeará por muchos años que pasen, ni en los momentos más difíciles.
Debo decir que poco hay que decir que no se haya dicho ya. Sin embargo, intentaré decir algo sobre esta delicia para la mente y el espíritu.
Técnicamente, es una película muy buena. La fotografía y ambientación son excelentes, así como las interpretaciones por parte de todo el elenco. Además, el guión ofrece una historia sólida, y está excelentemente rodada, de forma que, a pesar de su larga duración, no se hace en ningún momento pesada, tediosa o aburrida.
Sin embargo, donde realmente brilla ésta película es en el aspecto moral. Nos deja enseñanzas tanto humanas como naturales. Nos enseña el valor intrínseco que adquiere la amistad cuándo se presenta de forma espontánea, genuina y pura. Nos enseña también el valor de la vida natural, en respeto y armonía con todos los seres, o con todas las gentes.
No hay mucho más que decir, ya que lo que no se puede expresar con palabras será expresado al lector con sentimientos cuándo contemple éste maravilloso filme.
Muy recomendable.
Muchas gracias.

6,6
1.912
7
19 de enero de 2020
19 de enero de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, estaba dudando entre ponerle a esta película un 7 o un 8. Tras mucho meditarlo, he llegado a la conclusión de que un 7 era todo lo que podía darle.
La película se ambienta en 1964 (Por entonces, aunque cercano, el futuro) y trata, principalmente, de las interacciones entre cuatro personajes sabiendo que el fin del mundo está, muy probablemente, horriblemente cerca. Tres de ellos se embarcan en un submarino para comprobar si queda alguien vivo en el mundo, con poca esperanza, ya que Australia es la última colonia a donde no ha llegado la radiación de una brutal guerra atómica, y no tardará demasiado en sucumbir también.
Estamos frente a una película interesante. A pesar de que las primeras escenas están bastante bien, presentándonos a los cuatro personajes protagonistas y a algunos de los secundarios de una manera correcta, a partir de ahí le cuesta un poco arrancar de verdad.
Sin embargo, es un filme bastante decente, las actuaciones de los protagonistas son muy buenas (Normal, tratándose de cuatro superestrellas de la época), y la ambientación en una Australia que representa el último intento desesperado de la humanidad por sobrevivir y en un San Francisco desolado son bastante convincentes.
Si merece la pena destacar sobremanera algún apartado es la musicalización, que suman ese sentimiento de crudeza y un punto de locura.
A pesar de que, como he comentado el principio, pierde el ritmo a eso del cuarto de hora, y tarda un rato en recuperarse, la película continúa con normalidad hasta el final, que si es bastante aceptable. Véase la Zona Spoiler para más detalles de esto.
Es una película que no pasará a la historia, pero con una trama original, unas actuaciones destacables, una ambientación muy lograda y un mensaje extraño. Es también, sobretodo al principio, algo surrealista, debido a la normalidad con la que todo el mundo parece aceptar el Fin. Por fortuna o desgracia, esto desaparece hacia la mitad de la película.
¿Merece la pena verla?
Sí.
¿Recordarla?
Probablemente.
¿Ponerla como una revolución en la historia del cine?
Decididamente no.
No obstante, estamos frente a una película cruda, a ratos desagradable y bastante deprimente. No es una película apocalíptica del montón.
Muchas gracias.
La película se ambienta en 1964 (Por entonces, aunque cercano, el futuro) y trata, principalmente, de las interacciones entre cuatro personajes sabiendo que el fin del mundo está, muy probablemente, horriblemente cerca. Tres de ellos se embarcan en un submarino para comprobar si queda alguien vivo en el mundo, con poca esperanza, ya que Australia es la última colonia a donde no ha llegado la radiación de una brutal guerra atómica, y no tardará demasiado en sucumbir también.
Estamos frente a una película interesante. A pesar de que las primeras escenas están bastante bien, presentándonos a los cuatro personajes protagonistas y a algunos de los secundarios de una manera correcta, a partir de ahí le cuesta un poco arrancar de verdad.
Sin embargo, es un filme bastante decente, las actuaciones de los protagonistas son muy buenas (Normal, tratándose de cuatro superestrellas de la época), y la ambientación en una Australia que representa el último intento desesperado de la humanidad por sobrevivir y en un San Francisco desolado son bastante convincentes.
Si merece la pena destacar sobremanera algún apartado es la musicalización, que suman ese sentimiento de crudeza y un punto de locura.
A pesar de que, como he comentado el principio, pierde el ritmo a eso del cuarto de hora, y tarda un rato en recuperarse, la película continúa con normalidad hasta el final, que si es bastante aceptable. Véase la Zona Spoiler para más detalles de esto.
Es una película que no pasará a la historia, pero con una trama original, unas actuaciones destacables, una ambientación muy lograda y un mensaje extraño. Es también, sobretodo al principio, algo surrealista, debido a la normalidad con la que todo el mundo parece aceptar el Fin. Por fortuna o desgracia, esto desaparece hacia la mitad de la película.
¿Merece la pena verla?
Sí.
¿Recordarla?
Probablemente.
¿Ponerla como una revolución en la historia del cine?
Decididamente no.
No obstante, estamos frente a una película cruda, a ratos desagradable y bastante deprimente. No es una película apocalíptica del montón.
Muchas gracias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como he dicho antes, la sensación de normalidad y seguridad de los australianos se desvanece. Ésto sucede cuándo vuelve el submarino, diferenciado por un lapso de cortos días con el principio de la llegada de la radiación.
Una escena interesante tiene lugar poco antes, cuándo un soldado, al ver San Francisco, su hogar, completamente deshabitado, decide apearse del submarino, sabiendo que si lo hace vivirá una semana como mucho entre terribles sufrimientos, para pasar sus últimos días en lo que antaño fue su hogar.
Ésto es solo un adelanto de lo que pasará posteriormente a toda Australia. Una de las escenas que mejor muestra esto es, en mi opinión, la de la carrera, en la que un ligeramente sádico Fred Astaire piloto ve (Y en ocasiones provoca) la muerte brutal de sus competidores y sonríe sabiendo que ganará la competición.
O el momento en el que, tras una conferencia en la que se asegura que Dios les salvará, se reparte entre el público pequeñas cajas con un peligroso somnífero que les hará dormir para siempre sin dolor, dando a entender que se va a recurrir al suicidio colectivo.
Este tipo de momentos muestra el verdadero lado de la película. Del apocalipsis. Crudo. Desolado. Triste. Deprimente. Inamovible. Inevitable.
Despiadado.
Una escena interesante tiene lugar poco antes, cuándo un soldado, al ver San Francisco, su hogar, completamente deshabitado, decide apearse del submarino, sabiendo que si lo hace vivirá una semana como mucho entre terribles sufrimientos, para pasar sus últimos días en lo que antaño fue su hogar.
Ésto es solo un adelanto de lo que pasará posteriormente a toda Australia. Una de las escenas que mejor muestra esto es, en mi opinión, la de la carrera, en la que un ligeramente sádico Fred Astaire piloto ve (Y en ocasiones provoca) la muerte brutal de sus competidores y sonríe sabiendo que ganará la competición.
O el momento en el que, tras una conferencia en la que se asegura que Dios les salvará, se reparte entre el público pequeñas cajas con un peligroso somnífero que les hará dormir para siempre sin dolor, dando a entender que se va a recurrir al suicidio colectivo.
Este tipo de momentos muestra el verdadero lado de la película. Del apocalipsis. Crudo. Desolado. Triste. Deprimente. Inamovible. Inevitable.
Despiadado.
Miniserie

5,2
2.148
7
21 de enero de 2020
21 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diría que no comprendo el por qué del odio hacia esta miniserie, pero estaría mintiendo. El motivo es bastante sencillo: Cae en comparación con la excelente película de Kubrick. Ésto, en mi opinión, es completamente absurdo, ya que ambos productos son perfectamente disfrutables y complementarios, así como el libro. Si ponemos, por poner un ejemplo, El Padrino (La película con mayor nota aquí, en filmaffinity) como la perfección, con un 10, y la comparamos con películas que normalmente tendrían un 6 o un 7, nos saldrá que éstas se quedan, por el mero hecho de compararlas, con un 3 o un 4. Ésto es un horrible error, en mi opinión.
Además, en algunos aspectos, ésta película supera a la de Kubrick. Ésto lo retomaré más adelante.
Técnicamente, la película no es gran cosa. No se le acerca a la versión que el director de La Naranja Mecánica hizo 17 años atrás. Sin embargo, la ambientación en el hotel si que es interesante, y logra un trabajo bastante decente. Crea un nuevo Hotel Overlook que es, al igual que el de Kubrick, un regalo para la vista.
Las actuaciones tienen sus altibajos. Steven Weber lo hace a ratos bien y a otros un poquito regular. No se le puede comparar ni de lejos con el legendario Jack Nicholson, pero hace un trabajo bastante decente. Lo mismo con Rebecca de Mornay, que es más estable y se mantiene los tres episodios en la misma línea, sin dejarnos boquiabiertos, pero tampoco sin decepcionarnos al encarnarse en Wendy Torrance. He leído bastantes comentarios negativos hacia la actuación de Courtland Mead, pero a mi me parece que, para su edad, lo hace casi tan bien como Danny Lloyd en la original. Y al igual que sucede con Weber y Nicholson, Melvin van Peebles (Pero que nombre más gracioso, por Dios), a pesar de hacer un trabajo excelente como Dick Hallorann, queda a la sombra del carismático Scatman Crothers.
Los cortes entre escena y escena pueden ser algo extraños de ver si vemos la serie toda seguida, ya que a cada rato había un pequeño espacio para publicidad, que actúa como un pequeño sistema para dejar en vela, pero claro, todo esto es inútil si se ve en DVD, VHS o en línea.
Como vemos, a nivel técnico y cinematográfico, es bastante decente, sin llegar, por supuesto, al nivel de su predecesora.
Sin embargo, hay un par de aspectos que la superan.
Para empezar, el guión. Esto es bastante normal, ya que es una adaptación casi exacta al libro. Digo casi porque, a pesar de lo que se suele asegurar, no es exactamente igual. Algunos detalles cambian, e incluso se añaden, quitan y modifican algunas escenas. Sin embargo, sigue siendo muy fiel.
El caso es que, al igual que en el libro, la historia está mucho mejor contextualizada, sabemos mejor que es lo que pasa. Vemos a un hombre descender a la locura, no a un loco que le daba rienda suelta. Y la transición de Jack está bastante mejor llevada aquí que en la original. Es lenta, y cuándo ya está completamente loco te preguntas cuándo ha pasado, porque no te has dado cuenta. El momento exacto es difuso. El resto de personajes también está, en general, mejor definidos, y el Resplandor, que es, además, lo que da nombre a ambas versiones, se explora mucho más que en el filme de Kubrick.
Otro de los puntos en las que ésta miniserie sale ganando es el doblaje, aunque la verdad, ésto no era muy difícil. Eso sí, la voz de Danny sigue siendo bastante regulera.
Uno de los defectos que más veo que la gente critica de esta versión es su duración (Cuatro horas y media no son moco de pavo), pero yo esto lo veo, como mucho, como un mal necesario; o incluso como un punto a favor, ya que, al no aburrir y mantener entretenido, e incluso enganchado, tienes asegurada una tarde entretenida.
En resumen, es una miniserie con aires de película larga que vale la pena ver, sobretodo para complementar la historia de la otra, y es un buen postre si te has leído el libro. No decepciona, más bien lo contrario.
Muchas gracias.
Además, en algunos aspectos, ésta película supera a la de Kubrick. Ésto lo retomaré más adelante.
Técnicamente, la película no es gran cosa. No se le acerca a la versión que el director de La Naranja Mecánica hizo 17 años atrás. Sin embargo, la ambientación en el hotel si que es interesante, y logra un trabajo bastante decente. Crea un nuevo Hotel Overlook que es, al igual que el de Kubrick, un regalo para la vista.
Las actuaciones tienen sus altibajos. Steven Weber lo hace a ratos bien y a otros un poquito regular. No se le puede comparar ni de lejos con el legendario Jack Nicholson, pero hace un trabajo bastante decente. Lo mismo con Rebecca de Mornay, que es más estable y se mantiene los tres episodios en la misma línea, sin dejarnos boquiabiertos, pero tampoco sin decepcionarnos al encarnarse en Wendy Torrance. He leído bastantes comentarios negativos hacia la actuación de Courtland Mead, pero a mi me parece que, para su edad, lo hace casi tan bien como Danny Lloyd en la original. Y al igual que sucede con Weber y Nicholson, Melvin van Peebles (Pero que nombre más gracioso, por Dios), a pesar de hacer un trabajo excelente como Dick Hallorann, queda a la sombra del carismático Scatman Crothers.
Los cortes entre escena y escena pueden ser algo extraños de ver si vemos la serie toda seguida, ya que a cada rato había un pequeño espacio para publicidad, que actúa como un pequeño sistema para dejar en vela, pero claro, todo esto es inútil si se ve en DVD, VHS o en línea.
Como vemos, a nivel técnico y cinematográfico, es bastante decente, sin llegar, por supuesto, al nivel de su predecesora.
Sin embargo, hay un par de aspectos que la superan.
Para empezar, el guión. Esto es bastante normal, ya que es una adaptación casi exacta al libro. Digo casi porque, a pesar de lo que se suele asegurar, no es exactamente igual. Algunos detalles cambian, e incluso se añaden, quitan y modifican algunas escenas. Sin embargo, sigue siendo muy fiel.
El caso es que, al igual que en el libro, la historia está mucho mejor contextualizada, sabemos mejor que es lo que pasa. Vemos a un hombre descender a la locura, no a un loco que le daba rienda suelta. Y la transición de Jack está bastante mejor llevada aquí que en la original. Es lenta, y cuándo ya está completamente loco te preguntas cuándo ha pasado, porque no te has dado cuenta. El momento exacto es difuso. El resto de personajes también está, en general, mejor definidos, y el Resplandor, que es, además, lo que da nombre a ambas versiones, se explora mucho más que en el filme de Kubrick.
Otro de los puntos en las que ésta miniserie sale ganando es el doblaje, aunque la verdad, ésto no era muy difícil. Eso sí, la voz de Danny sigue siendo bastante regulera.
Uno de los defectos que más veo que la gente critica de esta versión es su duración (Cuatro horas y media no son moco de pavo), pero yo esto lo veo, como mucho, como un mal necesario; o incluso como un punto a favor, ya que, al no aburrir y mantener entretenido, e incluso enganchado, tienes asegurada una tarde entretenida.
En resumen, es una miniserie con aires de película larga que vale la pena ver, sobretodo para complementar la historia de la otra, y es un buen postre si te has leído el libro. No decepciona, más bien lo contrario.
Muchas gracias.
21 de enero de 2020
21 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésto, más que una película, es una sucesión de sketches con apenas relación entre si, unidos por un vago hilo conductor, lo que recuerda en cierto modo a los especiales de nochevieja de José Mota. Algunas de estas secuencias son regulares. Todas las demás son desternillantes.
Si bien a nivel técnico no es gran cosa, eso no impide disfrutarla como un niño y troncharse cada vez que alguien dice o hace un sinsentido. Humor mayormente blanco, aunque a veces algo ácido, que tiene la capacidad de hacerte reír por tonto que sea.
Monty Python en estado puro.
Como ya he dicho antes, apenas hay relación entre unas escenas y otras, por lo que el final puede llegar a ser un poco abrupto y algo estúpido (Como toda la película), pero en absoluto deja un mal sabor de boca.
En resumen, una película para alegrar la tarde y pasar una hora y media riendo como un idiota. Muy recomendable si estás aburrido.
Muchas gracias.
P.D: Es mejor no leerse la contraportada del DVD, ya que probablemente se mencionen un par de gags. En esta película lo mejor es entrar completamente ciego.
Si bien a nivel técnico no es gran cosa, eso no impide disfrutarla como un niño y troncharse cada vez que alguien dice o hace un sinsentido. Humor mayormente blanco, aunque a veces algo ácido, que tiene la capacidad de hacerte reír por tonto que sea.
Monty Python en estado puro.
Como ya he dicho antes, apenas hay relación entre unas escenas y otras, por lo que el final puede llegar a ser un poco abrupto y algo estúpido (Como toda la película), pero en absoluto deja un mal sabor de boca.
En resumen, una película para alegrar la tarde y pasar una hora y media riendo como un idiota. Muy recomendable si estás aburrido.
Muchas gracias.
P.D: Es mejor no leerse la contraportada del DVD, ya que probablemente se mencionen un par de gags. En esta película lo mejor es entrar completamente ciego.
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