You must be a loged user to know your affinity with Tony
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7,5
152.471
10
13 de julio de 2007
13 de julio de 2007
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amenábar logró una obra maestra llena de atmósferas en la que nos ofrece una visión meticulosa donde el suspenso es constante y los temores más comunes (la oscuridad, los ruidos en la noche, lo desconocido…) salen a flote y nos obligan a maravillarnos, a sorprendernos, a asustarnos de pequeños detalles y, sobre todo, a disfrutar de una gran película.
El control del director es absoluto: cada juego de luces y sombras, cada serie de ruidos y de silencios, y cada detalle de la historia que se nos presenta, tiene un objetivo claro en lo que quiere que sepamos, creamos y sintamos. La tensión es creciente, con pausas adecuadas y correctamente establecidas. Esto es una de las cosas por las cuales destaca esta película; es decir, nos hace sentir ansiedad a pesar de la ausencia absoluta de sangre y violencia.
No se trata de una película de terror o miedo constante, los temores no son los propios de este género. La luz y la oscuridad, que en otras películas tiene un papel muy importante a la hora de causarnos el miedo, en esta no nos ayudan a definir lo que debemos temer y lo que no, y el ambiente es propicio para dudar y cuestionarnos sobre lo que vemos y sabemos.
El temor más que visible es sugerido: el miedo es una idea que flota y se vive y respira en el aire, pero que no es directo. El miedo es psicológico y además explota los temores básicos, como son la oscuridad y los ruidos de la madera en las casas antiguas.
La mansión donde transcurren los hechos, al estar situada en una isla, comunica la idea de aislamiento, y adquiere ese carácter insular y solitario. Amenábar conoce muy bien los códigos del relato terrorífico, y en particular de las historias que transcurren dentro de una casa encantada, lo cual es perceptible en multitud de detalles de la atmósfera y el argumento. La casa carece de luz eléctrica, de teléfono y de radio, y está separada del mundo exterior por una verja, un gran jardín otoñal y densas nieblas casi permanentes. Es una mansión que no visita nadie, en la que nadie entra y de la que nadie sale.
Aménabar participó en esta película escribiendo el guión, componiendo la música y como director, así que ya debería tener una clara idea de lo que quería lograr. Consiguió una pieza delicada, detallada y muy bien tejida, donde la luz y la oscuridad, las actuaciones, los personajes, el movimiento y la posición de la cámara y las notas y acordes de los instrumentos se combinan para generar una historia de suspense que será recordada y marcará pautas en el género.
El control del director es absoluto: cada juego de luces y sombras, cada serie de ruidos y de silencios, y cada detalle de la historia que se nos presenta, tiene un objetivo claro en lo que quiere que sepamos, creamos y sintamos. La tensión es creciente, con pausas adecuadas y correctamente establecidas. Esto es una de las cosas por las cuales destaca esta película; es decir, nos hace sentir ansiedad a pesar de la ausencia absoluta de sangre y violencia.
No se trata de una película de terror o miedo constante, los temores no son los propios de este género. La luz y la oscuridad, que en otras películas tiene un papel muy importante a la hora de causarnos el miedo, en esta no nos ayudan a definir lo que debemos temer y lo que no, y el ambiente es propicio para dudar y cuestionarnos sobre lo que vemos y sabemos.
El temor más que visible es sugerido: el miedo es una idea que flota y se vive y respira en el aire, pero que no es directo. El miedo es psicológico y además explota los temores básicos, como son la oscuridad y los ruidos de la madera en las casas antiguas.
La mansión donde transcurren los hechos, al estar situada en una isla, comunica la idea de aislamiento, y adquiere ese carácter insular y solitario. Amenábar conoce muy bien los códigos del relato terrorífico, y en particular de las historias que transcurren dentro de una casa encantada, lo cual es perceptible en multitud de detalles de la atmósfera y el argumento. La casa carece de luz eléctrica, de teléfono y de radio, y está separada del mundo exterior por una verja, un gran jardín otoñal y densas nieblas casi permanentes. Es una mansión que no visita nadie, en la que nadie entra y de la que nadie sale.
Aménabar participó en esta película escribiendo el guión, componiendo la música y como director, así que ya debería tener una clara idea de lo que quería lograr. Consiguió una pieza delicada, detallada y muy bien tejida, donde la luz y la oscuridad, las actuaciones, los personajes, el movimiento y la posición de la cámara y las notas y acordes de los instrumentos se combinan para generar una historia de suspense que será recordada y marcará pautas en el género.
Más sobre Tony
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here