Una chica que trabaja en una inmobiliaria no se la ocurre otra cosa que darle una sorpresa a su novio celebrando su cumpleaños en un edificio en plan okupas que está a punto de caerse.
OJO, no se dan cuenta de que hay mafias inmobiliarias que asesinan a los inquilinos que se oponen a ser embargados, justamente en esa mierda de edificio de no se cuántas plantas, vive un viejo al que hay cargarse. La rubia no se la ocurre otra cosa que subir a un gato al único piso donde vive nuestro viejete (lo curioso es que es el último de todos)
Los asesinos torpes (todos mueren) donde los haya, escuchan a la rubia torpe donde las haya (aunque en realidad es de las mejores de la película) y se monta el caos, entonces entra el más asesino de todos los asesinos (peor que Jason) y el novio aún más torpe acaba “sacrificándose” al asesino más asesino de todos los asesinos por su pareja, en realidad se queda colgado de un ascensor porque es un gallina de mierda.
En verdad un despiporre de película, aparte de que las escenas están poco curradas, solo tenemos un montonazo de lluvia, un edificio abandonado, escaleras, ascensores que no funcionan, sótanos que comunican con alcantarillas y una única puerta a la calle.
Buen intento, pero solo es para pasar el rato.