Poco conocida película que vi incontables veces en mi infancia. Tomar prestadas películas de primos durante años es algo que supongo que todos hemos hecho. Un día de visita a ese primo hace unos meses revisamos sus películas VHS y bingo!

Aún siendo una película para niños es más que entretenida para quienes ya no lo somos, porque, al contrario que muchas otras no me ha decepcionado. Las canciones son muy buenas y especialmente la del desguace, tanto que una estrofa me había quedado en la cabeza durante 10 años!

La radio me ha hecho reír incluso superados los 19 años.

La primera pregunta que se haría a alguien que ha visto esta película es:
¿Por qué la has visto?
Bueno, cuando alguien encarga a otro que vaya a un videoclub y allí pregunta por las novedades pasan estas cosas.
La cuestión es que es la peor película que he visto en mi vida. Los personajes tienen tanto fondo como una zapatilla. El malo es malo y la rubia tonta no tiene más destellos que los de sus mechas. A veces me pregunto si los guionistas de estas películas tienen vergüenza.

Me sorprende que Morgan Freeman y el señor Carell hayan tomado parte en esta boñiga. La película puede ser apta quizás para niños por debajo de los 5 años por sus efectos visuales y el formato típico de película familiar americana. Sin embargo, si usted es adulto o cercano a la adultez, prescinda de esta película, que se hace más y más insufrible a medida que pasan los minutos. Para aquellos que tengan fe, como fue mi caso, nada mejora cuando aparece el señor Freeman (que seguro habrá llenado bien los petos con sus escasos minutos).

Parece que está de moda estropear películas que funcionaban. Si bien vi las dos primeras hace ya tiempo sé que se me hicieron entretenidas. Esta sin embargo, está llena de infantilismos, y cito casi textualmente:
-¡Tomad momias cabronas!
-¡Hey! No digas tacos
Se perdió el componente aventurero y el humor inteligente de la segunda:
-¿Cuándo perdiste ese ojo?
-¡Oh!, nunca, ¿pero a que mola?
Ha sido sustituído por muchos efectos especiales llenos de esqueletos que se mueven y paisajes en 3D. Supongo que los directores pensaron que esta era la fórmula ganadora después de ver el Señor de los Anillos y Piratas del Caribe.
En fin, que no la vean.