Si uno ve la dispersión que hay en las valoraciones de los usuarios sobre esta serie, que van desde el 1 de algunos hasta el 9 o el 10 de otros, seguro que le desconcierta. Reina Roja es una buena serie y creo que su lugar correcto es estar entre el 6 y el 7. ¿Qué tiene defectos? Claro. Pero está bien hecha, con buenas actuaciones, algunas sorpresas visuales muy intetesantes y una historia con las dosis de suspense suficientes para esperar con interés su desenlace. Entre la hiper exigencia de algunos y la exgeracion de otros, animo a que los lectores vean esta serie y juzguen por ellos mismos. Y si no les gusta...el mando es suyo...por ahora.

Leyendo las críticas negativas a esta maravilla visual que es Pobres Criaturas, uno percibe enseguida los corsés morales de la moral judeo-cristiana que tanto mal nos ha hecho a varias generaciones. Todos refunfuñan escandalizados sobre el tratamiento del sexo en esta película, algunos incluso la tachan de pedófila porque consideran que el cerebro de la protagonista es el de una menor, curiosa apreciación, quizás si fuera al revés y estuviera trasplantado el cerebro de una mujer adulta en el cuerpo de una niña lo verían mas natural. A mi me causaría mas desasosiego. Bella es un experimento distópico de un científico genial que intenta demostrar el peligro que supondría para la sociedad un espíritu libre de influencias emocionales y morales, y también el riesgo que supone para ella misma interactuar con esa sociedad. Y el director utiliza el sexo como motor transgresor, en mi criterio con mucho acierto, porque no hay instinto animal que peor haya sido asumido y resuelto por el ser humano que el sexo. Todavía andamos en ello y lo que nos queda. A mi me ha gustado mucho la película, y la he disfrutado por sus buenas interpretaciones, su colorida fotografía y su optimista mensaje sobre la condición humana.

Me perdonarán que no me sume a las entusiastas críticas que acumula esta película, pero es que por mucho que su producción sea espectacular y sus exteriores muy guays, tiene un guión tan disparatado y poco creible que termina por aburrir por repetitivo. Desde que John Wick dispara una pistola, hasta el último tiro que pega se pueden contabilizar por cientos los enemigos que despacha. Auténticos ejércitos armados hasta los dientes son eliminados por este asesino, que deja en pañales a colegas suyos como James Bond o Ethan Hunk. Y sólo utiliza para ello una pistola, la solapa del traje y un repertorio de llaves de judo. Y además comparten protagonismo un asesino ciego y un perro flauta negro. Además se mezclan en las peleas las artes marciales con los tiros y así podemos ver al chino de turno con una catana en una mano y una pistola en la otra. En fin, un disparate. Recomiendo, por surrealista, no se pierdan la pelea en las escaleras de subida al Sacré Coeur, esos 220 escalones dan para mucho.

Buena serie que mantiene la intriga durante todos los capítulos y cuyo final abierto vaticina una segunda temporada interesante. Se agradece que la acción se aleje de los derroteros sensacionalistas y exagerados de las series americanas y camine por terrenos más realistas. Imprescindible verla en V.O. subtitulada por la mezcla continua del inglés y el hebreo en los diálogos. Buenas interpretaciones de actores judíos desconocidos, por lo menos para mí, y de algunos actores americanos ya vistos en otras producciones. Un buen producto que no dudo en recomendar.

Ayer terminé de ver esta serie de Neflix y me soprende leer tantas críticas negativas pues en mi opinión se trata de un buen producto, bien cuidado y con buenas interpretaciones. En cuanto al guión, que parece por los comentarios lo mas controvertido, hay que tener en cuenta que se trata de una distopía y por consiguiente es lógico que se tomen ciertas licencias narrativas para encajar la historia. El ritmo es bueno, pues no se trata de una serie de acción, si bien me sobran algunas escenas de sexo que resultan redundantes, pues no aportan nada al desarrollo de la historia. Pero su mayor acierto es que lo que cuenta nos hace reflexionar pues lo sentimos demasiado cercano a la realidad.