Las soluciones a los misterios vienen a la mente en cuanto los plantean. Esto, sumado a la arrogancia de la protagonista al defender sus siempre erróneas conjeturas, hace muy difícil no detestarla. Y el viaje hasta la solución final se vuelve bastante aburrido para el espectador.

Volviendo a la protagonista, cualquier persona que huya de personalidades tóxicas sentirá una terrible dificultad en crear vínculos con ella, independientemente de lo ya comentado, debido a su exagerado egocentrismo. Utiliza a cuantos la rodean para sus propios fines y siempre pone sus intereses por delante del resto, quienes le entregan su amistad y su amor incondicionales desde buen principio y lo mantienen por más abusos que sufran de su parte. Y hasta babean cuando se digna a tener un mínimo gesto de cortesía con ellos. Entiendo que vivimos en una época en la que el culto al yo está a la orden del día (Instagram es buena prueba de ello), pero aún así me cuesta entender el motivo de ensalzar este tipo de actitudes y dinámicas.

Y, si bien el reparto cuenta con varios nombres conocidos, la mayoría de actuaciones se me antojan poco naturales. Tampoco sobreactuadas en exceso, sólo lo justo para recordarme que, a fin de cuentas, no es más que otra serie de adolescentes.

Sin duda tiene luces y sombras; pero, para regocijo de Miércoles, las sombras predominan.

Un batiburrillo de otras películas de superhéroes que seguramente ya has visto, pero sin la autenticidad que pudiera llegar a tener ninguna de ellas en su momento. Nada que vaya a deslumbrarte. Puede que, pese a todo su colorido, su agilidad y su insistencia con los gags forzados, llegue incluso a aburrirte por lo genérica que resulta. No se sale de la fórmula a la que se han aferrado desde hace tiempo al hacer películas de superhéroes. Es como ver fuegos artificiales por trigésimo día consecutivo.

No parece el mejor comienzo para un reboot del DCU...

Se ríe de sí misma a la vez que intenta tomarnos el pelo, parodiando el género a través de constantes giros de trama deliberadamente forzados y casi absurdos, personajes típicos del género intencionadamente caricaturizados o situaciones directamente cómicas.

En resumidas cuentas, es una serie divertida y disfrutable siempre y cuando, al igual que hace ella consigo misma, no te la tomes demasiado en serio.

Serie de fantasía futurista (de ciencia ficción no tiene nada) experta en las conveniencias de guion, los giros forzados, los deus ex machina y las escenas de un dramatismo tan impostado que hasta incomoda.

Comienza siendo entretenida, divertida incluso. Pero, con el devenir de las temporadas, se acaba convirtiendo en un tostón que a duras penas vale para tenerla de fondo mientras haces otras cosas.

Ah, y para colmo ha sido cancelada y será retirada de todas las plataformas (debido a una estrategia de reducción de cargas fiscales de Warner Bros Discovery) así que difícilmente llegará a contar con un final cerrado algún día. Un motivo más para ahorrárosla.

La trama de salvar a la humanidad de un futuro apocalíptico con la que da comienzo esta historia queda relegada a un segundo plano demasiado pronto; siendo sustituida por una lucha de poderes entre dos bandos que, aunque se alarga hasta el final de la serie, se estanca muchísimo antes.

En realidad, cuando ocurre dicho cambio en la historia, la idea de 'trama central' se disipa casi por completo y el peso de la serie recae en las subtramas, que son un caldo de cultivo para los deus ex machina y las conveniencias de guion; siendo los métodos por defecto para cerrar la mayoría de ellas. Y se entiende cuando el proceder habitual es poner a los personajes en situaciones límite de las que no hay otra escapatoria posible. Aunque peor sería resolverlas con un salto en el tiempo de meses hasta un momento en el que dicha situación ya está resuelta, pero sin hacer la menor mención de cómo se resolvió, ¿verdad? Bueno, pues también lo hacen.

Y el patrón general que sigue me recuerda mucho al de "Los Serrano"; una mítica serie española que no supo darse cuenta del callejón sin salida en el que se estaba metiendo hasta que ya fue tarde para dar un cierre mínimamente elegante a la trama y optaron por el menos satisfactorio de todos. Uno con pronunciado sabor a estafa. Con Viajeros he vuelto a experimentar esa desagradable sensación de haber entregado veinticuatro horas de mi vida a cambio de humo.