De todos es sabido que Scorsese lleva años ya dando bandazos sin saber muy bien a que juega, pero tampoco es una obra tan mala como algunos han criticado . Si no quieren ver a Scorsese, pues deténganse en ver a Daniel Day-Lewis. Mención especial merece este actor, cuyo personaje es sencillamente bestial. Hacia tiempo que no veía una interpretación tan arrasadora como la suya: la pelicula es él. Se come al resto de los actores. Sólo por él merece la pena pagar la entrada. La historia de amor de Dicaprio y la Diaz, innecesaria. La pelicula hubiera perdido metraje, ganado calado y consistencia y se habría desquitado del tufillo hollywoodiense barato. Aún así, se puede ver, entretiene.

Magnífica pelicula, muy cerca de la perfección. La historia es de las más bellas y sugerentes que he visto en mucho tiempo, todo llevado además con tempo de thriller, en un obra con un reparto espectacular y que nos deja con la boca abierta a su finalización. Habrá que prestar atención a este director. Muy buena.

El camino de una chica hacia la redención de sus pecados, al mismo tiempo que su padre asume con violencia el hecho de que su hija ha dejado de ser una niña para tomar decisiones equivocadas y de graves consecuencias. Retrato sexual de la Corea actual, deshumanización y alienación social. Magníficamente narrada, Ki Duk se atreve con dilemas morales de altos vuelos en los que el espectador ha de asumir su papel de juez. Muy buena, original, diferente a cualquier otra cosa.

Muchas pelis se han hecho tras ésta, imitando estilo, temática, ambientes, etc... , pero ninguna como ésta. Dos actores en estado de gracia en la cúspide de sus carreras, un guión redondo, unos secundarios de lujo, todo en esta película es perfecto. Maravillosa y genial de principio a fin. La partida de póker en el tren es historia del cine. Indiscutible, para tenerla en la estanteria con las mejores pelis que haya podido ver uno.

Bien hecha, alejada del sesgo hollywoodiense, referencias literarias, actores jóvenes, etc... Que decir de una muestra más del talento del mejor cineasta de los últimos 40 años. Cuando sus peliculas no pierden la frescura después de tanto tiempo, tiene que ser porque estamos ante un genio. Magnífico guiño a Crimen y Castigo. Las tragedias operisticas en la banda sonora en momentos clave del film son sencillamente exquisitas. Impactante. Ojalá Woody Allen no deje nunca de hacer cine.