Se pueden destacar muchos detalles que dan valor a la película y que no se citan en muchas otras de la misma categoría, como pueden ser el Círculo de Merlín, el Encantus, el Anillo de Merlín... todos ellos tejen una red de detalles que hacen que uno se meta mejor en la historia.
En segundo unos efectos que no dejan nada que desear, viéndose reflejados por ejemplo en el Águila metálica del Empire State, los hechizos como el rayo de plasma, la escena del despertar de las escobas y las fregonas (que hace gran honor al clásico de Mickey, a pesar del ridículo intento por parte de Dave de cortar una fregona con un hacha) y tantos otros.
También destacar un banda sonora muy atrayente, que representa muy bien el romance entre Dave y Becky y que tan solo hace que mejora cuando la versionan con las bobinas de Tesla; un acierto sin duda.

Intentando unir ambas tramas, el transporte de barril de poción mágica a los bretones y la búsqueda del miedo por parte de los vikingos, la película desprecia multitud de detalles de los originales, omitiendo entre otros el parentesco entre Astérix y Buentórax (primos hermanos), y dejando fuera de escena personajes tan fundamentales como son el druida Panorámix, el perro Ideáfix, personajes relevantes de las películas animadas como Vergencetórix o Abba y casi la totalidad de aldeanos galos del resto de películas (Edadepiédrix, Esautomátix, Ordenalfabétix, Asegurancetúrix...). Una película que deja en evidencia actores prestigiosos como Gérard Depardieu, pudiendo destacar también un doblaje español muy pobre. En resumen al intentar abarcar ambas películas en una sola únicamente se ha conseguido crear otra que no hace justicia a ninguna de las que la preceden.